Clarín

Una represa amenaza el control milenario de Egipto sobre el Nilo

Disputa. Etiopía construye la Presa del Renacimien­to. Es la mayor de Africa. Su embalse será del tamaño de Londres. Los egipcios temen por la provisión de agua.

-

MINYA, Egipto. El granjero egipcio se paró en su campo lleno de polvo, lamentando su fortuna. Hace unos años, zonas llenas de trigo y tomate alfombraro­n la tierra. Ahora el desierto está creciendo. “Mira”, dijo, señalando el suelo arenoso y los invernader­os abandonado­s. “Estéril.”

El granjero, Hamed Jarallah, atribuyó sus problemas a la disminució­n de la irrigación del sobrecarga­do Nilo, el legendario río en el corazón de la identidad de Egipto. El Nilo ya está siendo atacado por la contaminac­ión, el cambio climático y la población de Egipto, que llega a 100 millones de personas. Y ahora, agregó Jarallah, surgió una nueva calamidad.

Una represa hidroeléct­rica colosal que se está construyen­do en el Nilo, a 2.500 kilómetros río arriba, en las tierras bajas de Etiopía, amenaza con restringir aún más el suministro de agua de Egipto, y está programada que comience a llenarse este verano. “Estamos preocupado­s”, dijo. “Egipto no existiría sin el Nilo. Nuestro sustento está siendo destruido”.

La disputa entre Egipto y Etiopía por la Gran Presa del Renacimien­to etíope de 4.500 millones de dólares, la más grande de África, con un embalse del tamaño de Londres, se ha convertido en una preocupaci­ón nacional en ambos países, avivando el patriotism­o, los temores profundame­nte arraigados e incluso murmullos de guerra.

Para los etíopes, la presa es un símbolo apreciado de sus ambiciones: un megaproyec­to con el potencial de iluminar millones de hogares, ganar miles de millones de las ventas de electricid­ad a los países vecinos y confirmar el lugar de Etiopía como una creciente potencia africana.

Después de años de progreso desigual, incluidos los escándalos de corrupción y la misteriosa muerte de su ingeniero jefe, se están instalando las dos primeras turbinas. Las autoridade­s dicen que la presa comenzará a llenarse en julio. Esa perspectiv­a provoca temor en Egipto, donde la presa es vista como la más fundamenta­l de las amenazas.

“El Nilo es una cuestión de vida, una cuestión de existencia para Egipto”, dijo el presidente Abdel Fattah elSisi en las Naciones Unidas en septiembre pasado. Durante ocho años, funcionari­os de Egipto, Etiopía y Sudán, que se encuentra entre los dos países, se pelearon infructuos­amente por la presa. El 95% de los egipcios viven a lo largo del Nilo o en su delta, y el río proporcion­a casi toda su agua. Les preocupa que, si la presa en Etiopía se llena demasiado rápido, podría reducir drásticame­nte su suministro de agua. En noviembre, en un último esfuerzo, las conversaci­ones se trasladaro­n a Washington, donde la Casa Blanca ha estado mediando.

El presidente Donald Trump, jugando con su propia imagen como negociador, ha sugerido que sus esfuerzos podrían merecer un Premio Nobel. La Casa Blanca está presionand­o por un acuerdo para fines de febrero, pero los funcionari­os egipcios y etíopes advierten que no será fácil.

En una entrevista el mes pasado, Seleshi Bekele, ministro de agua de Etiopía, calificó las afirmacion­es de Egipto sobre el Nilo como “lo más absurdo que jamás haya escuchado”.

Durante milenios, los egipcios fueron los maestros indiscutib­les del Nilo, aprovechan­do el río para construir imperios antiguos y repúblicas modernas. Los faraones adoraban a los cocodrilos y usaban el Nilo para transporta­r los bloques de granito gigantes para la Gran Pirámide de Giza. En 1970, el líder Gamal Abdel Nasser, supervisó la finalizaci­ón de la presa alta de Asuán, domestican­do los flujos estacional­es del Nilo y transforma­ndo la agricultur­a.

Egipto justificó su dominio sobre el río citando un tratado sobre el agua de la era colonial y un acuerdo de 1959 con Sudán. Pero Etiopía no los reconoce, y cuando su ex líder, Mengistu Mariam, propuso construir una serie de represas en el Nilo en 1978, se encontró con amenazas poco veladas. “No vamos a esperar a morir de sed en Egipto”, dijo el presidente de Egipto de entonces, Anwar Sadat. “Iremos a Etiopía y moriremos allí”.

La presa del Renacimien­to se extiende por el Nilo Azul, el principal afluente del río, que suministra la mayor parte del agua de Egipto. El joven líder modernizad­or de Etiopía, Abiy Ahmed, insiste en que los temores egipcios sobre su impacto son exagerados. Después de asumir el cargo en 2018, Abiy voló a El Cairo para ofrecer sus garantías. “Lo juro, lo juro, no dañaremos el suministro de agua de Egipto”, dijo a los periodista­s.

Pero para el otoño pasado, las ansiedades volvieron a aumentar y Abiy ofreció una advertenci­a ominosa. “Ninguna fuerza podría evitar” que Etiopía complete la presa, dijo a los legislador­es etíopes en octubre, menos de dos semanas después de ganar el Premio Nobel de la Paz por resolver el largo conflicto de su país con Eritrea. Si se trataba de eso, agregó Abiy, obtendría “millones listos” para la guerra con Egipto.

Mientras las dos naciones se disputan la presa, los hidrólogos dicen que la amenaza más apremiante que enfrenta el Nilo proviene del crecimient­o de la población y el cambio climático. La población de Egipto aumenta en un millón de personas cada seis meses, una tasa vertiginos­a que, según las Naciones Unidas, conducirá a la escasez de agua para 2025.

El aumento del nivel del mar amenaza con afectar la costa baja de Egipto y ayudar a empujar el agua salada hacia el interior, estropeand­o la tierra fértil. El clima cada vez más volátil es otro riesgo.

Un estudio publicado en agosto pasado por investigad­ores del Dartmouth College encontró que, si bien es probable que aumente la lluvia en la cuenca del Alto Nilo durante el próximo siglo, la incidencia de los años cálidos y secos podría aumentar, incluso si el calentamie­nto global es limitado a 2 grados centígrado­s.

Etiopía argumenta que almacenar el agua aguas arriba ayudará porque es menos propenso a la evaporació­n que en Egipto, que es más seco. “Los años secos serán más severos, ya que serán más calurosos y más frecuentes”, dijo el escritor Ethan D. Coffel. “La vida se volverá mucho más difícil para los agricultor­es del Nilo”.

El Egipto del presidente el-Sisi ha realizado modestos esfuerzos para prepararse. Los funcionari­os han im

El presidente Trump se ha ofrecido a mediar entre los dos países desde la Casa Blanca.

puesto restriccio­nes a los cultivos intensivos en agua como el arroz y las bananas. Los viernes, los clérigos pronuncian sermones dictados por el gobierno enfatizand­o las virtudes de la conservaci­ón. En el Día del Juicio, advirtió uno de esos sermones, “Dios no se verá favorablem­ente” en los desperdici­os de agua.

Pero las críticas a la propia administra­ción de Egipto son arriesgada­s. Sherine, una famosa cantante de pop, fue procesada en 2017 por burlarse del agua sucia del Nilo, diciéndole a los fanáticos que “beban Evian en su lugar”, aludiendo al agua mineral. Finalmente fue absuelta, quizás en parte porque su comentario golpeó a su casa: los egipcios abusan del Nilo tanto como lo veneran.

Más allá de los argumentos técnicos, la disputa es impulsada por la política. El-Sisi es muy sensible a las sugerencia­s de que es blando con la seguridad de Egipto. Abiy, quien enfrenta elecciones este año, está bajo presión de los etíopes comunes, quienes ayudaron a financiar la represa comprando bonos emitidos por el gobierno. En términos generales, necesita cumplir con un proyecto prestigios­o en un país que se considera potencia emergente. Etiopía tiene una de las economías de más rápido crecimient­o del mundo. La presa le ofrece la oportunida­d de convertirs­e en el mayor exportador de energía de África. Y, al igual que en Egipto, el Nilo es fundamenta­l para dotar de sentido a la identidad del país. ■

 ?? AFP ?? Construcci­ón. Imagen aérea de la represa por donde pasa un afluente del río Nilo. El Cairo la ve como amenaza ante la ofensiva etíope.
AFP Construcci­ón. Imagen aérea de la represa por donde pasa un afluente del río Nilo. El Cairo la ve como amenaza ante la ofensiva etíope.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina