Los que aún ignoran su origen, reunidos en un grupo de Facebook
A lo largo de su investigación personal, Andrea Langhoff se fue vinculando con otras personas en su misma situación. Terminó conformando un grupo de 64 hombres y mujeres con certificados de nacimientos falsos, firmados en clínicas de General Pico, que ahora buscan conocer su verdadera identidad. Se mantienen conectados en el grupo de Facebook Busco madre biológica La Pampa, en el cual interactúan y difunden sus historias.
Buscan saber la verdad y tienen la esperanza de conocer a sus padres biológicos algún día, como lo que logró Langhoff. Son gente que inicialmente recurrió al Banco de Análisis de Datros Genéticos y a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, pero cuya búsqueda no dio resultado. Langhoff reclama que el Estado los ayude. “Debe crearse un banco de datos que nos permita acceder al derecho a la identidad”, dice.
Como todos ellos, a través de ONGs y redes sociales, los llamados “buscadores” -personas que buscan a su madre biológica- son decenas de miles en todo el país.
En la actualidad, recurren a análisis de ADN que se ofrecen en Mercado Libre. “Es lo más económico”, dice Andrea. Un sitio que lo ofrece es Family Tree, con sede en Estados Unidos). De ese modo, los involucrados toman material genético con un hisopado, lo envían a un laboratorio de Rosario y el análisis genético se hace en Houston, Texas. En un laboratorio de Argentina, el costo de una prueba de ADN es de 200 dólares.
Soledad Gesteira es profesora en Antropología Social de la UBA y trabajó una década en el Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo. “Por la potencia del frente discursivo creado por Abuelas, todo lo referido a la identidad se asocia con la búsqueda de jóvenes apropiados durante el terrorismo de Estado. Por ello, los esfuerzos de estas asociaciones para establecer las particularidades de sus búsquedas develan el complejo proceso que debieron emprender para construir su propia demanda a fin de que ésta no se difuminara o quedara subsumida a las búsquedas de las Abuelas ”, señala en un trabajo.