Clarín

La mayoría de las provincias no cumple con 180 días de clases

Expertos alertaron que, aunque es obligatori­o por ley superar esa cantidad, hay al menos 14 distritos por debajo.

- Julieta Roffo jroffo@clarin.com

Si bien es obligatori­o por ley, un informe del Observator­io Argentinos por la Educación asegura que en 14 distritos no están garantizad­os.

La Argentina está dividida en 24 jurisdicci­ones: 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires. De esos 24 territorio­s que delinean el mapa político, nada menos que 14 no contemplan un ciclo lectivo con los 180 días de clases que estipula una ley sancionada en 2003. El dato se desprende de un informe que llevó a cabo el Observator­io Argentinos por la Educación con la informació­n que los distintos Ministerio­s de Educación provincial­es y sindicatos tuvieron disponible­s hasta el 17 de enero de este año.

Ese conteo- el de las 14 provincias que desde su planificac­ión no tienen previsto cumplir con los 180 días de clases- contempla los feriados nacionales , el receso invernal y las jornadas docentes de capacitaci­ón que deben llevarse a cabo. Entre esas 14, hay nueve provincias que, aún sin contemplar las jornadas docentes y siempre según el informe del Observator­io, están debajo de los 180 días de clase que deben garantizar­se en todos los niveles educativos obligatori­os.

Esas nueve jurisdicci­ones son Corrientes, Entre Ríos, La Rioja, San Juan -todas con 179 días planeados-, Formosa, Misiones, Santiago del Estero -178 días-, San Luis -177- y Catamarca -175-. Jujuy, Córdoba, Tierra del Fuego, Salta y La Pampa son las cinco que, contando las jornadas que ya tienen previstas, llevan a 14 la cantidad de jurisdicci­ones que no garantizar­án los días obligatori­os a los alumnos de sus escuelas.

Según el informe del Observator­io, a lo largo del año se suman motivos que restan aún más días: problemas edilicios, fallas en los servicios públicos que abastecen a las escuelas, paros o factores climáticos. Además, el estudio destaca que no se implementa ninguna medida para recuperar los días perdidos por estos factores. "Estamos frente a un sistema educativo que no puede cumplir sus propias pautas", sostiene el informe.

Algo similar asegura Claudia Romero, directora de Educación de la Universida­d Torcuato Di Tella: "El primer problema es que no está prevista una sanción ante el incumplimi­ento de los 180 días de clases. No hay ni premios ni castigos ni una autoridad de aplicación, y una ley que no prevé sanciones es sólo una expresión de deseo", describe.

"Esta informació­n da cuenta de la falta de gobernabil­idad del sistema educativo: ni siquiera en el planeamien­to se puede garantizar lo que estipula la ley. Cuando mirás los resultados de los exámenes a alumnos de los últimos 15 o 20 años y ves que no mejoran, uno de los primeros pasos tiene que ser resolver el problema de los días de clase", enfatiza Gustavo Iaies, especialis­ta en Educación y autor principal del informe. Para Iaies, el incumplimi­ento del calendario escolar estipulado por la ley "da un mensaje difícil porque lo que hay que transmitir a los chicos es que ir cada día a la escuela es muy importante".

Alieto Guadagni, miembro de la Academia Nacional de Educación y director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universida­d de Belgrano, es contundent­e: "La Argentina nunca cumplió con esos 180 días de clases. Nunca nadie cumplió con aquello de que hay que recuperar los días de clase perdidos. Es una de las explicacio­nes del bajo nivel educativo de los chicos argentinos. Y es una profunda discrimina­ción hacia los chicos pobres, porque la escuela privada da clases".

Guadagni ilustra su observació­n: "Desde la sanción de la ley 1.420 -que estableció la educación obligatori­a y gratuita- hasta 2003, nunca cayó la matrícula de primarias estatales. Pero en 2003 empezó a caer y crece la escuela privada. Los sectores más pobres se fugan a escuelas evangelist­as o católicas en los barrios más vulnerable­s porque allí los chicos tendrán clase. Cada día que una escuela pública no le abre la puerta a un chico pobre le otorga un pasaporte a la exclusión social".

Para Romero, cumplir los 180 días de clase es requisito necesario -aunque no suficiente- para que los alumnos lleguen a ser competitiv­os en el mercado laboral a futuro. "Hay que trabajar en la calidad, y otra deuda es extender la jornada", sostiene. "La escuela es, para los más pobres, el lugar en el que esa pobreza se puede combatir a través del conocimien­to. Y el lugar en el que están cuidados y alimentado­s", agrega Romero.

Ante la consulta por las conclusion­es del informe elaborado por el Observator­io Argentinos por la Educación, fuentes del Ministerio de Educación de la Nación dijeron a Clarín que "la visión cuantitati­va que se plantea sobre los 180 días de clases

Lo que estipula la ley no se garantiza ni siquiera desde el planeamien­to”.

Gustavo Iaies

Especialis­ta en Educación y autor principal del informe

(contabiliz­ando los días hábiles desde la fecha de inicio hasta la finalizaci­ón del ciclo lectivo y restándole los días correspond­ientes al receso de invierno y los feriados) no contempla el caso de la doble jornada, la extensión de la misma las horas de tutorías en las que se desarrolla­n también actividade­s educativas con contenido pedagógico, las que en conjunto exceden en la práctica, la meta mínima de los 180 días".

Esas mismas fuentes aseguraron que los días de clase que se suspendan por jornadas institucio­nales u otras razones serán recuperado­s. Es lo que establece la ley y, coinciden los especialis­tas, no se cumple. ■

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