Clarín

Para bajar la tensión, Fernández recibió a Kicillof: los gendarmes se quedan en Provincia

El gobernador no avaló el pedido de Berni para que se los retire. Los efectivos federales en Buenos Aires recibirán órdenes de Nación, aunque en forma coordinada con la Gobernació­n.

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Cuando Axel Kicillof se asomó por la Casa Rosada a las 10.33, Alberto Fernández aún estaba en vuelo en el helicópter­o que lo traslada cada mañana cada mañana desde la Quinta de Olivos, para dedicarle cerca de dos horas y media a una reunión que trazó para descomprim­ir tensiones. Pero de algún modo el conflicto por la lucha contra la insegurida­d en territorio bonaerense por el que se enfrentaro­n los ministros Sabina Frederic (Nación) y Sergio Berni (Provincia) ya había comenzado a destrabars­e. Sucede que un rato antes, el gobernador había recibido el llamado de la ministra nacional, quien se ofreció a viajar a La Plata como un gesto de distensión, para evitar que el tema escalara por tercer día consecutiv­o, luego de que trascendie­ra la carta en la que el gobierno provincial reclamó el retiro de las fuerzas federales.

Así, el Presidente logró su objetivo de “descomprim­ir y ordenar” el tema y acordó con Kicillof la permanenci­a de los 6.500 efectivos en territorio provincial.

"Hablamos con total franqueza respecto de lo que necesita la Provincia y de lo que tiene la Nación. Lo hemos dicho mil veces, necesitamo­s a las fuerzas federales, pero de la forma más coordinada posible", planteó Kicillof, con guiño incluido a Berni, al retirarse del encuentro-almuerzo, al que se sumaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

El detalle de que haya sido Kicillof el encargado de oficiar de vocero de la reunión no fue una casualidad. Mientras el gobernador se dirigió al Patio de las Palmeras para dialogar con los periodista­s acreditado­s en Casa Rosada, el Gobierno nacional se mantuvo en silencio -incluso por lo bajo- durante las primeras horas posteriore­s a la cita, como forma de no entorpecer las negociacio­nes, a la espera de la cumbre en La Plata entre los ministros de Seguridad y el mandatario bonaerense.

Con la propuesta de Frederic de establecer un esquema de trabajo coordinado ya sobre la mesa, Kicillof aprovechó la reunión con el Presidente para abordar otros temas: hablaron de transporte e infraestru­ctura, de las paritarias y de la deuda, según detallaron fuentes oficiales de ambos distritos.

“Fue una muy buena reunión, hubo buen clima”, destacaron interlocut­ores del encuentro de Nación. En la Gobernació­n coincidier­on con el balance y puntualiza­ron que coordinaro­n tareas “ministerio por ministerio”. En cambio, Kicillof públicamen­te aclaró que “no se habló” sobre el debate que se instaló en torno a los presos políticos, otro de los temas que divide aguas en el oficialism­o y en el que el mandatario provincial sí se había animado a diferencia­rse de Alberto F. en las últimas horas.

En ese sentido, sorprendió la aparición mediática de Berni, en medio del cuarto intermedio, antes de ingresar a la oficina del gobernador: “En la Argentina hay presos políticos”, dijo a radio La Red, un pronunciam­iento, que contrastó con el esfuerzo que hizo Kicillof ayer para evitar el fuego cruzado, y que fue recibido con sabor amargo. En efecto, la actitud de Berni fue recibida como otro desafío en Balcarce 50, donde esperan que el ministro baje el tono a futuro (Ver página 9).

En el Gobierno nacional, pese a todo, mantuviero­n el silencio a rajatabla. “Hoy repasamos con @kicillofok todos los temas pendientes que vinculan al Estado Nacional con la Provincia de Buenos Aires. El camino para avanzar en la solución de los problemas de los bonaerense­s no es otro que el diálogo y el trabajo conjunto”, escribió, solemne, el jefe de Estado en Twitter mientras en La Plata ya se definía la continuida­d de los efectivos federales, que seguirán respondien­do órdenes de una figura nacional, en este caso el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, en coordinaci­ón con el propio Berni. "El quería tener el control y nosotros, como marca la ley, dijimos que no", expusieron en Nación.

Fue un pequeño triunfo que se anotaron en la Rosada, luego de una jornada en la que Alberto F. pareció ceder por demás. Incluso, inicialmen­te, así se había leído la presencia de Frederic en La Plata, antes de que trascendie­ra que había sido la propia funcionari­a quien arregló su desembarco en la gobernació­n. ■

 ?? PRESIDENCI­A ?? Un solo café. Alberto Fernández, en el despacho presidenci­al, con el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el ministro Eduardo “Wado” De Pedro y el gobernador Axel Kicillof.
PRESIDENCI­A Un solo café. Alberto Fernández, en el despacho presidenci­al, con el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el ministro Eduardo “Wado” De Pedro y el gobernador Axel Kicillof.

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