Primera movilización contra el Gobierno por reclamos sociales
Piqueteros de izquierda marcharon a la sede de Desarrollo Social. Piden que se atienda más a los pobres que al FMI.
A dos meses del cambio de gobierno, organizaciones sociales de izquierda protestaron frente a Desarrollo Social y cortaron el tránsito en la 9 de
Julio -salvo los carriles del Metrobúsdurante 4 horas, en lo que presentaron como el “primer piquetazo nacional” contra Alberto.
El Polo Obrero, MTR, MST Teresa Vive y otras agrupaciones levantaron la movilización después del mediodía, luego de que funcionarios de la cartera abrieran una negociación con la posibilidad de que derive en una reunión con el ministro Daniel Arroyo, la semana próxima.
En la previa a la llegada de la misión del FMI y a la exposición de Martín Guzmán en el Congreso (ver pág. 6), la protesta giró en torno al rechazo de las negociaciones por el pago de la deuda y en contraposición enumeró una serie de pedidos para generar empleo a partir de la obra pública en los barrios y aumentar la asistencia social. “No vinieron a poner plata en el bolsillo de las y los trabajadores sino en las arcas del FMI y los especuladores financieros”, fue una de las consignas. Los impulsores del reclamo buscaron darle alcance nacional, con marchas en Mendoza, Córdoba, Chaco, Jujuy y otras provincias.
“El Gobierno planteaba en la campaña la lucha contra el hambre y todo está orientado al pago de la deuda, desde la postergación del Presupuesto 2020 al congelamiento de las jubilaciones y la suspensión del aumento a los docentes. No hay un plan de obras que genere trabajo”, dijo Eduardo Belliboni -referente del Polo Obrero- a Clarín.
El dirigente consideró insuficiente la implementación de la tarjeta alimentaria (“son $133 por día y sólo para los menores de seis años”), pidió "universalizarla", la extensión de los programas y la suba del salario social, actualmente en $8.500. “Viene con un atraso de la gestión anterior, en 2019 perdió entre 20% y 25% de la capacidad de compra. La pobreza sigue aumentando y vamos a un cuadro muy delicado, de desesperación, que ya vivimos en 2001”, advirtió. Desde el Gobierno descartaron la entrega de más planes, al menos por el momento.
Las organizaciones también exigieron la puesta en marcha de la Emergencia Alimentaria y cuestionaron que la asistencia a los comedores se mantuvo en los niveles del año pasado, sin el refuerzo del 50% contemplado en la ley.
Con el grupo de movimientos llamado los Cayetanos -nucleados en la UTEP- incorporado al Gobierno, con Emilio Pérsico como secretario en Desarrollo Social, las agrupaciones que armaron el corte buscan ocupar el espacio opositor en la calle. Con el Frente de Izquierda rechazarán este miércoles el arribo de la delegación del FMI en la Plaza de Mayo. En paralelo, la UTEP procurará mostrar poder de movilización frente al Congreso, a modo de respaldo a Alberto F. en la negociación con el organismo.
Los referentes de las organizaciones opositoras habían mantenido reuniones con Pérsico y Edgardo Depetri, subsecretario de Obras Públicas. También con funcionarios del ministerio de Trabajo, sin los resultados que pretendían, por lo que votaron un “plan de lucha progresivo” con cortes de calles y accesos a la Capital como próximos pasos. Luego de la protesta quedó abierta una negociación con Carlos Montaña, subsecretario de Desarrollo Social y que ya cumplía esa función en la gestión de Cristina Kirchner, con la posibilidad de un encuentro con Arroyo.
En el ministerio atribuyeron la protesta a un “primera medición de fuerzas” y a la exigencia de programas sociales, uno de los pedidos reconocidos por el Polo Obrero. “Si no se abren puestos de trabajo, los jefes de familia tienen que acceder a la asistencia. No deja de ser un paliativo, pero es la posibilidad de que reciban algún ingreso”, aseguró Belliboni, y contrapuso los 3 millones de desempleados. ■
En Desarrollo Social vinculaban la movida a una medición de fuerzas con grupos albertistas.