El Centro de Vestuario, una joya del teatro porteño en peligro
Preserva más de 30 mil trajes de obras históricas. El edificio se inauguró en 2015 y ahora habilitaron su venta.
Poco antes de las campanadas navideñas, la Legislatura porteña aprobó la venta de 180 inmuebles públicos, a pedido del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, entre los que se cuenta un orgullo de la Ciudad: el Centro de Vestuario, que apenas tiene cuatro años de existencia. En el lote, este edificio también fue “desafectado” para su venta posterior.
En su propuesta a la Legislatura, Larreta justificó que, respecto de los 180 inmuebles propuestos para su venta, se consideró “el origen de su afectación, su uso público, su estado de ocupación, su necesidad para la gestión del Gobierno y los costos de conservación y resguardo”.
El conocido Centro de Vestuario está ubicado actualmente en el barrio de Chacarita, en Gregoria Pérez al 3600, y su inauguración fue celebrada con altavoces.
Cuando en 2013 el proyecto echó a andar llevaba el nombre de Centro de la Historia Teatral y se proponía la creación de un depósito de vestuarios del Complejo Teatral de Buenos
Aires (CTBA), con los más modernos recursos de resguardo y preservación para proteger colecciones utilizadas en escena.
Entre sus objetivos, presentados con el título de “Programa de modernización”, estaba la salvaguarda de este patrimonio cultural. El proyecto que impulsó la Fundación Amigos del CTBA acondicionó la actual sede del Centro de Vestuario para ser destinado como depósito de sastrería, almacenamiento y custodia del fondo de vestuario del CTBA, lo que así se hizo a partir de su inauguración en 2015, cuando se completó la tercera etapa.
Y sobre todo, pensando en tiempo futuro, el espacio desarrolló un programa educativo para que la comunidad escolar se aproximara a la riqueza patrimonial que atesora el Centro.
En la Legislatura quedó claro que la venta de este inmueble, tanto como el resto de los contenidos en la ley de desafectación, tiene por efecto “generar fuentes de financiamiento que no comprometan el presupuesto corriente”, tal como se expuso en el recinto.
Lo que causa estupor, en cualquier caso, es la corta vida de una política pública. El Centro fue creado a instancias del Poder Ejecutivo con fondos privados, solicitados a través del
Mecenazgo de la Ciudad. Totalizaron entre 2013 y 2015 aproximadamente 4,5 millones de pesos, aportados por empresas benefactoras como Laboratorios Gador, Telecom, Proa, Aeropuertos Argentina 2000, bancos Patagonia y Supervielle, Telefónica y otras grandes empresas. Cuatro años después enfrenta su desmantelamiento si el edificio se vende y queda sin sede.
Fuentes irreprochables confirmaron a Clarín que la Dirección del CTBA ya comunicó a la Fundación Amigos del Teatro San Martín que “el Centro de Vestuario está incluido entre los edificios públicos innecesarios”, pese a que “los contribuyentes destinaron grandes recursos para convertirlo en un centro único en América latina”.
Ninguna fuente de la Fundación, que cada año realiza una gala de recaudación importante a los fines de paliar las necesidades del CTBA, pudo ser contactada por Clarín.
Consultado, el ministro de Cultura, Enrique Avogadro, no respondió la pregunta de este diario pero sí hizo saber por medio de una colaboradora que “no hay ninguna venta ni proyecto de ley. Tendrías que preguntar en secretaría de Medios de Jefatura”.
La ley existe y está promulgada. Fue sancionada por la Legislatura el pasado 5 de diciembre, poco antes de la asunción del jefe de Gobierno porteño de su segundo mandato.
No obstante el silencio de radio de la Fundación Amigos, que por estas horas apuesta a encontrar una solución amigable con el Gobierno porteño, Clarín pudo saber que constituye una preocupación la posibilidad del cierre del Centro de Vestuario. La Fundación le pidió al jefe de gobierno “rever esta situación”, según voceros inobjetables. Pero Rodríguez Larreta depositó el asunto en manos del ministro Avogadro.
La iniciativa del Centro fue realizada en forma conjunta por varias áreas del Gobierno porteño. Además de Cultura y el CTBA, participó el Ministerio de Desarrollo Urbano, y fue declarado de interés cultural.
Hoy preserva 37.000 bienes culturales que son patrimonio del Estado y de la comunidad porteña. Incluye la colección de trajes “tesoro” del CTBA, en un espacio de 600 m2 construidos con las mejores condiciones de conservación de textiles, con estándares internacionales de humedad, luz y temperatura. Tiene además espacio para registro fotográfico y cataloga las prendas con códigos de barras, conforme una herramienta informática llamada “Xirgu” (marca del teatro) especialmente creada para gestionar la colección desde su confección hasta su guarda.
“Usted está aquí en un gran placard”, decía un cartel de bienvenida a los visitantes, cuando se inauguró la obra edilicia, invitando a recorrer décadas y décadas del teatro porteño a través de diseños de vestuario. ■
Para proteger el material textil, fue diseñado con estándares internacionales.