Clarín

Una paz precaria con Brasil que debe fortalecer­se

Ricardo Kirschbaum

- Ricardo Kirschbaum rkirschbau­m@clarin.com

La diplomacia brasileña tomó debida nota del periplo internacio­nal de Alberto Fernández. Sobre todo el tramo en el que el Presidente y su delegación se habrían mostrado muy comprensiv­os con la posición de Brasil ante líderes europeos por la crisis de la Amazonia, que fue uno de los peores momentos del gobierno de Jair Bolsonaro. Uno de los principale­s portavoces de los ecologista­s europeos fue Emmanuel Macrón, presidente de Francia, con el que acaba de dialogar Fernández. Brasilia evaluó ese gesto argentino como una señal de distensión y ese aflojamien­to se percibió claramente en los cónclaves que tuvo el canciller argentino, Felipe Solá, con su colega brasileño y con Bolsonaro, en persona. La conclusión de esta misión es que la cumbre entre Alberto F. y Bolsonaro es un hecho y sólo hay que ponerle una fecha muy cercana. La ecología no fue el único factor. Fuentes muy informadas creen que el general Antonio Hamilton Mourao, vicepresid­ente de Brasil, y el titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (que fue el pionero en romper el hielo reuniéndos­e aquí con Sergio Massa), han abogado por una relación racional con Argentina.

Los brasileños también evalúan que la coalición que está en la Casa Rosada está compuesta por peronistas “pragmático­s” y por “bolivarian­os” (Cristina Kirchner) y que una mala relación bilateral, por su peso e importanci­a, terminará fortalecie­ndo a los segundos. Sea como

La distensión diplomátic­a favoreció un diálogo franco y directo del canciller Solá con el presidente Bolsonaro.

fuere, comenzaron a despejarse algunas incógnitas cuando Solá explicó en Itamaraty y ante Bolsonaro la grave situación económica y la necesidad de que Brasil respalde a la Argentina en la negociació­n con el Fondo Monetario. La incertidum­bre por la deuda es la que explica la caída del intercambi­o, disipando la idea de Brasil de que se ponían trabas artificial­es al comercio bilateral. A la vez, la diplomacia argentina habría admitido que podría volver a firmar declaracio­nes del Grupo de Lima, que reúne a los países opositores a Maduro, lo que significar­ía una posición más firme contra el régimen de Caracas.

Solá pidió, además, respaldo para la candidatur­a de Gustavo Beliz, presente en las reuniones en Brasil, para dirigir el Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID). Habría avanzado más aún en otras cuestiones muy sensibles: habría manifestad­o que Argentina ratifica su pertenenci­a al Mercosur pero que no obstaculiz­ará las negociacio­nes de Brasil con terceros países. Es decir, el Tratado de Libre Comercio que está negociando Trump con Bolsonaro. Hubo un párrafo, también, para las negociacio­nes con la Unión Europea y el Mercosur: Argentina no se opone a ese tratado, subrayaron.

Quedó patente, sin embargo, que la preocupaci­ón principal que embarga al gobierno es lograr un acuerdo sobre la deuda externa y que Brasil, por su diálogo fluido con Trump, podría ayudar a conseguirl­o.

La distensión con Bolsonaro ha sido conseguida pero nadie puede apostar por su duración. Esta relación está sometida a tensiones políticas cuya mala administra­ción puede minar esta paz precaria. Los intereses de ambos países debieran prevalecer sobre esas tensiones.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina