La presencia de Maradona fue opacada por la pirotecnia
No hubo incidentes pese a todo lo que se habló en la previa por el pasado del DT en Newell’s.
Luego de una semana controvertida en Rosario ante el regreso de Diego Maradona tras el fastuoso homenaje que le brindó Newell’s el año pasado, el técnico de Gimnasia desembarcó en el Gigante de Arroyito sin incidentes mayores. El operativo de seguridad especial establecido para su llegada marcó el inicio de una tardenoche en la que el mayor momento de tensión no tuvo que ver con su presencia sino con el uso de pirotecnia y bombas de estruendo en pleno partido por parte de la hinchada local.
La Comisión Directiva de Central había descartado homenajes o reconocimientos para el campeón mundial y su salida al campo de juego quedó opacada por la gran cantidad de fuegos artificiales que se tiraron para recibir al equipo. En medio de su abrazo y su charla afectuosa con Diego Cocca en el banco visitante, los simpatizantes corearon desde los cuatro costados el “pecho frío” recordando el paso de Maradona por la vereda de enfrente.
En la previa del encuentro el micro que trasladó a la delegación platense arribó sin inconvenientes. Una manga inflable se desplegó para cubrir los metros que separaron la puerta del colectivo del acceso a los vestuarios y él ingresó caminando muy tranquilo y muy lejos del puñado de hinchas que se asomó a verlo.
El día anterior Maradona había protagonizado una especie de remake de la cálida recepción de Newell’s que tuvo en el hotel a fines de octubre. Allí se reunieron nuevamente miles de hinchas para ver al ex seleccionador de Argentina asomado al balcón del edificio. Allí cantó y firmó camisetas que le arrojaron desde la calle, pero también protagonizó otro encuentro conmovedor puertas adentro. Tomás Felipe Carlovich, figura histórica rosarina de los años 70 por su carrera en Central Córdoba, fue al hotel a llevarle una camiseta de regalo. Tanto en la charla como en la firma que le dio a cambio, Maradona contribuyó a la leyenda que cuentan los viejos futboleros y sostuvo que el Trinche Carlovich fue mejor que él.
Durante el tiempo que pasó sobre el césped, Maradona no fue un técnico más. Después del primer tiempo, le bastó un gesto con la mano para encontrar a Fabián Rinaudo, quien fue corriendo a saludarlo y ambos conversaron abrazados rumbo al vestuario.
A su regreso, no obstante, también se hicieron escuchar algunos aplausos para el DT visitante.
Para el final sólo quedó tiempo para los cánticos y el festejo local mientras Maradona se retiraba preocupado junto al resto de su plantel. ■