El amor eterno en tiempos de divorcios exprés
Esta historia es un disparador cuando la tolerancia en las parejas penden de un hilo. Según datos del 2019 del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas porteño, el divorcio llega unos
19 años después del casamiento. Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de amor? Sólo habría que retroceder en el tiempo, a ese 5 de noviembre de 1946 cuando Graciela cumplía los 15 años y Víctor los 18. El lector, de 92 años, rememora
ese amor que es eterno, asegura. Lo dice con la misma poesía que afloraba cuando conoció a su novia: “En aquel barrio de casas bajas y jardines, supe escuchar un concierto de trinos interpretado por los pájaros, como saludo reverente a quien sería
mi reina”. Con esa pasión recuerda el escenario de la mano de su amada. A la adolescencia de hoy sólo le basta un tema de Sebastián Yatra para transitar ese mismo camino. ¡Y vale! Al igual que un tango. Es el romanticismo que cambia, pero el sentimiento es el mismo. Víctor le hizo una promesa a Graciela un Día de los Enamorados, hace ya 68 años. ¡Y vaya si la cumplió! Ella fallació en 2005, pero “todavía
siento que debo conquistarla”, sorprende con esa nostalgia que lleva a cuestas porque sus palabras enaltecen esos valores que hoy el amor se disputa. Son otros
tiempos. ¡Sí! Pero, consulto y me voy: ¿el amor de antes, era mejor que el de ahora?