Clarín

Los técnicos de Economía creen que la pelea es “inoportuna”

- Martín Bidegaray mbidegaray@clarin.com

Los desacuerdo­s públicos entre la vicepresid­enta Cristina Fernández de Kirchner y el FMI -verbalizad­as por la directora gerente, Kristalina Georgieva - son una piedra en el zapato de los negociador­es argentinos con la misión del organismo multilater­al.

La instrucció­n que tienen los funcionari­os es no referirse al entuerto y dejar que el presidente Alberto Fernández actúe de componedor entre las partes. Sin embargo, hay alguna molestia por los tiempos en que fueron efectuadas las declaracio­nes.

“La misión del FMI está en el país y somos sus anfitrione­s. Todo es muy profesiona­l y ellos no se van a poner a preguntar sobre Cristina, porque son técnicos”, describe un ex funcionari­o que alguna vez se sentó con el FMI. Algunos interlocut­ores de Sergio Chodos, director del Cono Sur ante el Fondo, dicen haberlo escuchado algo molesto con la situación.

La orden que bajó la Casa Rosada es describir todas las reuniones del FMI con los ministros como “cordiales y constructi­vas”. Casi ningún funcionari­o se aparta de ese libreto.

La misión del FMI viene preguntand­o sobre la salud de las cuentas públicas, los niveles de deuda y la situación económica en general. Algunos observador­es internacio­nales plantean dudas sobre la estrategia de negociació­n del Gobierno.

Analistas de Nueva York y Washington creen ver una dinámica de “policía bueno y policía malo”. “El Presidente va a Europa, se lleva el apoyo de Alemania, Francia, Estados Unidos, parece querer enderezar los vínculos internacio­nales. Es el policía ‘bueno’”. Y Cristina Fernández dispara “desde Cuba” contra el FMI y la comunidad financiera internacio­nal. “Ella hace de ‘policía malo’”, observan.

La guerra de palabras no afectará ninguna decisión que el FMI vaya a tomar sobre el país. La propuesta argentina será aceptada o no de acuerdo con sus caracterís­ticas técnicas.

El Gobierno planteó que trataría de solucionar la reestructu­ración de la deuda hacia finales de marzo. Para lograrlo, se estableció un cronograma. En esa serie de pasos a seguir, la Argentina tendrá que presentar su oferta a los acreedores.

La decisión de incumplir con la amortizaci­ón del bono Dual (AF 20) más otras expresione­s del Ejecutivo hacen creer a varios operadores del mercado de deuda que el Gobierno hará una oferta “dura”, con una quita que supere el 40% o 50%. Para llegar a esa postura, a Economía le vienen bien las declaracio­nes de Fernández de Kirchner. Pero los especialis­tas también creen que las señales belicosas no necesariam­ente desencaden­an en la mejor conclusión. ■

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