La ex Miss Argentina que atropelló y mató, a un paso de otra condena
Rocío Santa Cruz, la ex Miss Argentina que fue condenada por arrollar con su auto y matar a un inspector municipal cuando retornaba a su casa conduciendo alcoholizada, enfrentará un nuevo juicio. Esta vez, por haber viajado al exterior en forma clandestina, dado que la Justicia se lo había prohibido. Para el juez de instrucción Ricardo Balor, está probado que la ex modelo incurrió en el delito de desobediencia judicial y dio por cerrada por investigación que se había disparado en diciembre de 2018.
Santa Cruz estuvo presa durante 155 días por haber violado una de las condiciones que le fijó la justicia para otorgarle la libertad, luego de la condena por el accidente. El juez César Jiménez la había sentenciado a cumplir cuatro años de prisión efectiva, pero dejó supeditado el cumplimiento a que el Superior Tribunal de Justicia confirmara el fallo.
Apenas un mes después de escuchar el veredicto judicial, que incluía también la prohibición de conducir durante diez años, Santa Cruz, utilizó un paso clandestino de Formosa para cruzar a Paraguay. La joven, que es funcionaria de la AFIP, viajó junto a su pareja a Asunción, donde abordaron un vuelo hacia Lima, Perú.
Dos secretarios judiciales abordaron el mismo vuelo y la reconocieron. Apenas pisó Lima, la pareja abordó otro vuelo de regreso, y al día siguiente se presentaron ante la Justicia de
Posadas negando el viaje. Al retornar, Santa Cruz volvió a burlar los controles migratorios, en un intento por no dejar evidencias.
Informes de la empresa aérea y de Migraciones de Paraguay confirmaron el viaje de la ex modelo.
Apenas finalizó la feria judicial del año pasado, el juez Jiménez revocó la excarcelación y Rocío Santa Cruz estuvo detenida en una alcaidía para mujeres. Una jueza civil y comercial hizo lugar a un recurso de hábeas corpus que presentó su pareja y la dejó en libertad. Esa misma presentación había sido rechazada por tres jueces.
Los problemas legales para Santa Cruz comenzaron en la madrugada del 31 de enero de 2016 cuando retornaba de una despedida de soltera. Camino a su casa, por la avenida Quaranta, impactó contra la parte posterior de una moto en la que viajaba el agente de tránsito Ramón Cabrera, que falleció. La joven se fugó y ocultó el auto en su garaje.
Un taxista que vio el choque la siguió y aportó datos claves para que la Policía la encontrara. Cerca del mediodía se constató que todavía tenía alcohol en sangre por encima del límite establecido.
En el juicio que se realizó en noviembre de 2018, la joven fue sentenciada a cuatro años, pero en un trámite exprés el Superior Tribunal de Justicia ordenó rever el monto de la pena porque consideró que no se pudo probar el exceso de velocidad. ■