Defensa y Justicia aprovechó sus chances para castigar a Estudiantes en el Uno
El local erró un penal porque Fernández la “picó” y luego sufrió un gol de caño y otro inatajable.
Del penal ejecutado por Gastón Fernández con una displicencia pocas veces vista al gol de Francisco Pizzini. En un minuto, Estudiantes empezó a perder el partido en La Plata. Y no alcanzó con el descuento de Mateo Retegui en el segundo tiempo. El segundo grito de Defensa y Justicia, a través de un zurdazo a colocar de Rubén Botta, terminó de liquidar el encuentro y le dio el primer triunfo a Hernán Crespo.
Iban 18 minutos cuando Angel González enganchó en el área y Gonzalo Piovi se lo llevó puesto. La Gata se hizo cargo de la pelota y el remate desde los 12 pasos. Nada hacía esperar esa resolución: el delantero la “picó” y Unsain sólo tuvo que tomarla con sus manos. Ni siquiera necesitó revolcarse. Sí, Fernández le dio un pase a sus guantes.
En la jugada siguiente, casi sin pausa, Defensa y Justicia se puso en ventaja. Un pase largo, una pelota que se bajó de cabeza y una definición de Pizzini por debajo de las piernas de Mariano Andújar.
De un penal a favor a sufrir un gol de caño. Nadie en Estudiantes lo podía creer. La cara de Gabriel Milito, incrédulo, era el reflejo del estupor por la decisión de Fernández y por ese gol que abrió el partido.
Lo que siguió fue un dominio de Defensa y Justicia, ágil, aprovechando cada hueco que le dio Estudiantes. Y mucho trabajo para Andújar. El veterano arquero ya le había tapado una pelota bárbara a Neri Cardozo, quien remató a colocar cuando se disputaban tres minutos. Y sobre la media hora voló para tapar con una mano un disparo de Marcelo Benítez.
Bajo un verdadero diluvio, Defensa y Justicia asumió el protagonismo desde el comienzo, apelando a una presión alta que generó espacios en el fondo local. Mucho más, cuando Estudiantes se vio obligado a salir para buscar el empate.
En el segundo tiempo, Defensa dispuso de varias chances para rematar a Estudiantes. Apenas se habían jugado 2 minutos cuando Pizzini habilitó a Botta y el ex volante de Tigre y San Lorenzo falló abajo del arco. Un rato después, Benítez remató a colocar y la pelota chocó en el travesaño de Andújar. Hasta que Lucero habilitó a Botta y el mediocampista la clavó en un ángulo.
El 2 a 0 fue lapidario para Estudiantes. Milito intentó reaccionar desde el banco. Ya había salido la Gata (entró Sarmiento) y el técnico prescindió de un defensor (Facundo Sánchez) para apelar a un volante creativo (Mauro Díaz).
Y de un pase de Díaz, justamente, llegó esa pelota que bajó Rojo en su regreso a Estudiantes y Retegui mandó al fondo del arco de Unsain.
Estudiantes no tuvo tiempo de empatar. Perdió después de cinco fechas y hacía seis partidos que no caía de local. Fue su primer traspié en el estadio Uno que estrenó el 9 de noviembre. Y una noche que la Gata no podrá olvidar. ■