Clarín

La odisea de estar a miles de kilómetros, con poca plata y sin fecha de regreso

Historias. Testimonio­s de argentinos que piden una solución.

- Marcelo Lopez Pereda mlopezpere­da@clarin.com

Dos adolescent­es, uno en el viaje de sus sueños con dos compañeras, otro en su primer año en una universida­d de Estados Unidos; y un joven que fue a trabajar a Sidney hace unos meses. Los tres buscan volver a la Argentina, pero la nueva decisión del Gobierno de no repatriar más argentinos en medio de la crisis por la pandemia de coronaviru­s, hizo que tengan que rebuscarse­las para sobrepasar esta situación lejos de sus hogares.

“Yo estoy en Madrid. Los pasajes los saqué con 10 meses de anticipaci­ón.

Viaje el 12 de marzo, justo al día siguiente se declaró el estado de emergencia en Argentina”, cuenta Lucas Brambillap­lui, de 19 años.

Lucas creyó que no tendría ningún problema a la hora de viajar, pero no fue así: “Esa misma noche me llegaron las cancelacio­nes de todos los vuelos. Había comprado mis vuelos con las aerolíneas KLM y Air France mientras que mis compañeras sacaron los pasajes por Aerolíneas”, relata, mientras explica que a ellas sí los pudieron repatriar.

Lucas y sus amigas tenían preparado un tour por Europa, pero se les hizo imposible cuando llegaron a

Francia: “El 15 nos fuimos para París y el 17 el país declaró el estado de guerra. Nuestros padres nos pidieron que nos volviéramo­s a Madrid. En mi caso creo que fue un error porque como tenía vuelo con aerolínea francesa a lo mejor me ayudaban desde allá”, se lamenta.

Resignado, ya se asumió que su situación va para rato: “Me estoy quedando en el departamen­to que alquilamos porque teníamos hasta el 28 el hospedaje”. Después se mudará a la casa de una familia amiga: “Por suerte, pude achicar los gastos gracias a esta ayuda, pero ahora tengo que pensar en cómo ahorrar en las comidas”, dice, y agrega: “Yo trabajo en McDonalds. No tengo un gran ingreso, pero por suerte pude ahorrar durante casi un año y medio. Voy a poder aguantar un tiempo más”.

El otro adolescent­e es Gaspar Meda. Tiene 19 años y desde agosto está estudiando por una beca deportiva en Jones College de Mississipp­i, universida­d donde practica tenis. Hace dos semanas que cerraron las puertas por Spring break. No volvieron a abrir y a los extranjero­s les dijeron que se volvieran a su país.

Gaspar tiene ganas de regresar a su casa con la familia en este momento, a pesar de que ya tiene un vuelo en su planificac­ión para el 15 de mayo. Se está quedando en la casa de una compañera que, al enterarse de su situación, le ofreció hospedaje a él y a otro joven.

En Argentina, su familia sigue la situación con preocupaci­ón. “No se puede hacer nada con la decisión del Presidente, hay que pasar el momento. Traté de comunicarm­e con la embajada pero no consigo respuesta. Voy a tener que esperar mi vuelo en mayo y ver si puedo volver”, analiza.

Manuel Christense­n, de 29 años, quedó varado en Sidney, Australia, con su novia. Llegó en septiembre del año pasado para trabajar. Su pareja se sumó en diciembre. Y como ella tiene visa de turista, su permiso de estadía se vence en abril. Por eso, quieren irse antes de la fecha porque si no deben pagar 450 dólares por la renovación del documento.

Manuel trabaja en un bar en la ciudad de Gold Coast, en el norte de Australia. “La situación cambió mucho. Vinimos a Sidney para tomar un vuelo que salía hace dos días a las 10 de la mañana. Diez minutos antes de abordarlo nos avisaron que no íbamos a poder viajar”, cuenta. Y reclama: “Nadie nos da una respuesta. El consulado está cerrado y somos 134 las personas varadas”. Entre ellos hay mayores de 65 años y gente con potenciale­s riesgos de salud a la que tampoco le permiten volver.

La primera noche pudieron pasarla en la casa de un amigo. Pero el futuro se presenta complicado, ya que el hospedaje por noche no baja de los 50 dólares por persona y sus últimos ahorros lo gastaron para sacar el pasaje en el vuelo que se canceló.

“Ahora vamos a buscar algún lugar, pero estamos muy cortos de dinero. Necesitamo­s que el consulado o la embajada nos den una ayuda, por lo menos para ver dónde nos quedamos hasta que nos den una solución. Desde las aerolíneas nos mandan para el consulado y al revés. No sabemos si tenemos que esperar dos semanas o dos meses, y tampoco nos dan ningún lugar”, concluye. ■

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Mississipp­i. Gaspar Meda (19) estudia en una universida­d.
 ??  ?? Sidney. Manuel Christense­n y su novia se fueron a trabajar.
Sidney. Manuel Christense­n y su novia se fueron a trabajar.
 ??  ?? Madrid. Lucas Brambillap­lui (19) viajó el 12 de marzo.
Madrid. Lucas Brambillap­lui (19) viajó el 12 de marzo.

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