Los “falsos negativos” en los test, una debilidad más frente a la pandemia
Expertos explican que esos resultados se pueden deber a cómo se toman las muestras y a su contaminación.
Es una historia breve y dramática. Un médico oriundo de la localidad rionegrina de Cipoletti, Alejandro Pasarelli, de 59 años, llega de Europa el 13 de marzo y el 14 empieza con los primeros síntomas de coronavirus. Su estado era grave, con complicaciones respiratorias, pero el test del Malbrán dado a conocer el 17 de marzo determinó “negativo”.
Como el cuadro empeoraba, un segundo estudio, esta vez del Laboratorio Central de Neuquén -provincia en la que estaba internado- acertó el diagnóstico: coronavirus.
Tras la muerte del hombre, la pregunta inquieta: ¿por qué dio falso negativo en un primer momento y cuán común es que eso ocurra en los testeos?
Consultado por Clarín, Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), aclaró que “es alta la tasa de falsos negativos”, y detalló que se debe a que “el estudio se hace en secreciones y no en sangre”.
El médico se refirió así a las “debilidades” que trae aparejado el procedimiento del diagnóstico.
Porque, cabe aclarar, la muestra -que luego se analizará con la técnica de biología molecular conocida como PCR (“reacción en cadena de la polimerasa”)se obtiene a partir de un hisopado nasofaríngeo y orofaríngeo, lo que en esencia contrasta con la precisión que ofrece la extracción sanguínea a la hora de detectar patologías.
Por eso, agregó Sued, “no hay que descartar -un nuevo test- si el caso clínico es grave”. Esto fue precisamente lo que pasó con el reconocido traumatólogo y cirujano de Cipolletti: los síntomas persistían y por eso, a pesar del resultado negativo del Malbrán, el principal laboratorio neuquino lo repitió.
El resultado positivo puso en evidencia limitaciones sin dudas conocidas por los expertos en Salud, pero novedosas para el resto de la población.
Sobre esas cuestiones habló también el vocero de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Julio García Rodríguez, en una entrevista que brindó a la Radiotelevisión Española. Allí distinguió dos grandes inconvenientes que pueden derivar en la alta tasa de “falsos negativos” de coronavirus. Por un lado, la contaminación de las muestras. Por otro, los procedimientos en los hisopados.
Según el microbiólogo, la indeterminación en los diagnósticos puede deberse a contaminación, en especial cuando en el mismo laboratorio se procesan “muchísimas muestras a la vez”.
No obstante, según dijo esta fuente, lo más habitual es que “los problemas de la PCR sean por la muestra, que se saca a través de la fosa nasal, pero no todos los profesionales sanitarios llegan hasta el fondo, y hay que hacerlo adecuadamente”.
El experto aclaró a la cadena española que “es un proceso molesto para el paciente, y si no le resulta molesto es porque no se está haciendo bien”.
Apuntó que, como se hace en Argentina, “hay que llegar hasta la nasofaringe -a través de la nariz- y nosotros también lo hacemos en orofaringe, a través de la garganta-. Si no se extrae bien la muestra, el resultado puede ser no concluyente o falsamente negativo”.
Un tercer factor que señaló García Rodríguez es en relación a los tiempos. “A veces, cuando se hace el test demasiado precozmente o demasiado tardíamente, la persona no está eliminando suficiente virus y la carga viral no es suficiente” para que el diagnóstico pueda establecerse.
De todos modos y mientras Argentina espera un pico de contagios para la segunda quincena de abril, el microbiólogo remarcó a la RTVE que, en cierto momento, la técnica de la PCR podría dejar de ser una opción: “En una situación en la que ya el 80% de los pacientes que vas a estudiar son positivos, el diagnóstico con PCR aporta poco, y lo que hay que hacer es un diagnóstico clínico y con radiología”.
Así la fuente hizo alusión al caso de China, donde la proliferación de COVID19 fue tal que se optó por determinar el patrón pulmonar de los pacientes con coronavirus a través de diagnóstico por imágenes; radiología y tomografía computada.
Desde Río Negro, Pasarelli era un profesional muy reconocido y querido por sus pacientes. “Honesto, de una gran calidad humana, un gran cirujano”. Así definían sus pacientes al médico, quien se convirtió en la víctima fatal número 13 por coronavirus en la Argentina. ■
Según un especialista español, es clave que el hisopado se haga con profundidad.