El Gobierno rechaza hacer testeos rápidos, pero apuesta a concretar pruebas masivas
Para Salud los estudios exprés no son confiables. Se optó por kits para la técnica llamada PCR.
La crisis por el coronavirus generó una inusual buena sintonía entre todo el arco político. Pero un punto que divide aguas es la cantidad de testeos que se hacen para determinar si una persona padece el Covid-19. El Gobierno rechazó el reclamo opositor de avanzar con testeos rápidos, y apuesta a hacer pruebas “masiva” en todo el país, con la compra de medio millón de los kits con la técnica denominada PCR, que hasta la semana pasada sólo hacía elMalbrán.
Si bien el ministro de Salud, Ginés González García, ya se había mostrado en contra de implementar los tests de respuesta rápida y planteaba la necesidad de que los estudios se siguieran haciendo en laboratorio, a partir del reclamo que hizo la oposición ordenó realizar nuevas consultas para agotar todas las instancias de evaluación.
Así, autoridades del Malbrán realizaron una videoconferencia con representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que reúne a 35 países de América, para consultar la efectividad de este tipo de tests y evaluar la posibilidad de implementarlo en esta etapa de transmisión comunitaria en la que Argentina entró y anticipa un incremento sostenido de los casos.
El balance al que llegaron fue casi calcado al argumento que había planteado González García. "Los tests rápidos tienen una sensibilidad que ronda el 30 por ciento, con lo cual no los recomiendan", fue el mensaje que le transmitieron al ministro.
"Nos guiamos mucho en lo que dice la OPS, porque corresponden a resúmenes de utilización en al menos 7 países", justifican en Salud.
Los denominados tests rápidos, según insisten desde el entorno de González García, han mostrado una sensibilidad extremadamente baja, con lo cual la tasa de falsos negativos es extremadamente alta e inaceptable para una herramienta diagnóstica. Y remarcan que la OMS ha ratificado este criterio de no recomendar su utilización.
En contrapartida, el Gobierno comenzó a distribuir los 50 mil kits de la técnica de "PCR de tiempo real" a los 35 centros que prevé habilitar para la primera semana de abril; y espera por la compra de medio millón de reactivos que encargó ante el crecimiento de los casos. "Queremos hacer tests masivos para detectar la mayor cantidad de casos", indicó un alto funcionario que le sigue los pasos al ministro. Así, desde Salud ratifican que no se cambiará con el método de detección.
Para respaldar la decisión, ponen como ejemplo el reciente caso que surgió en España, que devolvió una partida de miles de reactivos que había adquirido a una empresa china tras determinar que tienen una sensibilidad de apenas el 30%. Esto, en criollo, implica que muchos casos positivos pueden tener un resultado "falso negativo", ya que la técnica se basa en la detección de anticuerpos y, si el contagio es reciente, probablemente pueda no surgir en el estudio.
El primero en pedir tests fue el diputado Luis Petri (UCR-Mendoza), quien sostuvo que "no alcanza" con los de PCR y le pidió al Presidente "imitar las buenas experiencias de Corea y Alemania", donde se aplicó un método similar al chino, y que considerara "adquirir kits rápidos que son más económicos y fácilmente operables". "Las pruebas de PCR requieren insumos sofisticados y recursos humanos altamente especializados", planteó.
También hizo pedido similar el diputado -y jefe- del Interbloque Federal, Eduardo "Bali" Bucca. "Insisto, urgente se tiene que poner en práctica un protocolo de testeo rápido y masivo coordinado por el Ministerio de Salud, articulando con nación, provincia y municipios", tuiteó. "Todos coincidimos en lo importante de la cuarentena, pero no se puede negar un protocolo de testeo masivo. Hay que ganar tiempo", dijo a Clarín.
Y, el jueves, el bloque de Diputados de Juntos por el Cambio le pidió al Gobierno que informe "datos oficiales sobre la cantidad de testeos realizados por el Malbrán y por la red de laboratorios autorizados". Los diputados denunciaron “una demora en la descentralización de la Red, teniendo en cuenta que, de los 35 centros, sólo seis estarían funcionando”. ■