Italia marca el récord mundial de casi mil muertos en un solo día
En total ya son 9.134 víctimas fatales, entre ellos 46 médicos. La pandemia desata una crisis política.
Italia confirmó su primado mundial en la epidemia del coronavirus con el récord absoluto de 969 muertos en un día, que elevó el total a 9134 fallecidos. Los nuevos contagiados fueron 4401, con un total de 66.414, una cifra que alcanza 86.469 si se cuenta a los muertos y los curados.
El salto confirmó que persiste la expansión de la epidemia, pese a que los especialistas creen que está por llegar el apogeo y el comienzo de la remisión. La situación se complica con los virus inesperados de la batalla económica para afrontar la peor crisis global que sufre Italia por la pandemia y una crisis política por el poder que viene a la rastra de las peleas internas y en la Unión Europea.
Este es el panorama crudo, que demuestra que la epidemia mantiene la iniciativa mientras las batallas sanitarias se hacen más heroicas pero también más desesperadas porque los que las combaten están cansados y mueren: 46 médicos han fallecido hasta ahora y alrededor de 4.400 profesionales sanitarios resultan contagiados. Con nuevos enfermos y más problemas es difícil reemplazarlos.
En Lombardía, la región más industrial y rica de Italia, están seguros que lo que impulsa la embestida del coronavirus es la reserva de contagiados que no figuran en las estadísticas. Se estima que los contagiados por la enfermedad son diez veces más que los 62.013 que figuran en el boletín oficial dla Protección Civil.
En Codogno, en la Lombardía sur, en cuyo hospital nació la epidemia mortal el 21 de febrero, este jueves reapareció un contagiado después de dos semanas en las que parecía que la pestilencia se había extinguido.
En la provincia de Brescia se superaron los mil muertos. En Bérgamo, la otra provincia mártir de la Lombardía, que está al tope en cuanto a víctimas fatales, el jueves hubo una ceremonia para celebrar el regreso de una parte de los muertos que el Ejército había transportado hacia los crematorios en otras regiones, porque el de Bérgamo está hasta el tope.
El debate acerca de los métodos seguidos para controlar los casos de contagio está en el centro de la escena. La región del Veneto hace controles en masa con el hisopado nasofaringeo, y sigue en detalle la historia de los contagios. El resultado es que el número de muertos y contagiados ha caído espectacularmente.
En Lombardía y otras regiones, este control se hace solo a los que muestran signos evidentes de la enfermedad, cuando ya es demasiado tarde. Lombardía registra casi 35 mil contagiados y más de 4.800 muertos.
La incertidumbre por la evolución de la epidemia en el norte hace que aumenten los temores de aparición de nuevos brotes de coronavirus en el centro sur. En la provincia del Lazio, donde Roma es la capital, las medidas de prevención adoptadas bajo la guía del Instituto Spallanzani de Enfermedades Infecciosas, mantienen bien el control de la situación. El jueves hubo un aumento de 195 contagiados, un tercio de los cuales viven en residencias para ancianos.
En Campania (Nápoles), Sicilia, Puglia, Cerdeña y Calabria, el aumento de enfermos se mantiene en los parámetros esperados, salvo Sicilia, donde el incremento a 170 contagiados elevó el porcentaje el 17,1%.
La batalla que crece hasta alarmar a los protagonistas y a muchos italianos es económica y política. La gravedad de la epidemia hizo saltar los acuerdos para controlar los déficits y ponerlos en sintonía con los esquemas de estabilidad y austeridad.
Bajo la guía de Alemania, Holanda y otros países del norte de Europa han mantenido una firme hegemonía que imponen a los otros miembros de la Unión de 27 naciones. Todos están de acuerdo en que, para combatir la epidemia y sostener la actividad productiva, no hay más remedio que inyectar recursos en déficit en las economías. Italia anunció proyectos para mantener abiertas las fábricas con 8 millones de trabajadores y afrontar una recuperación por unos 50 mil millones de euros.
Esos fondos imprescindibles no los tiene a disposición la UE de la austeridad, que le permitió a Alemania superar la crisis de 2008 y registrar records de exportaciones, mientras los países más débiles se sometían a terapias continuas de frugalidad.
Italia es el segundo país manufacturero de Europa pero tiene el nivel de vida de 2008, cuando se inició la ultima crisis financiera y bancaria desatada por Estados Unidos. Es el país de la UE que menos crece.
El Banco Central Europeo anunció que comenzará a disparar con la bazooka que inventó el italiano Mario Draghi como presidente del BCE para sostener financieramente la situación. Christine Lagarde, presidente del BCE y ex directora del Fondo Monetario Internacional, prepara compras de títulos públicos de los socios de la UE por 750 mil millones de euros. Una suma de fábula, pero insuficiente. El coronavirus produce una sed por recursos extraordinarios nunca vistos en la historia de la UE.
Pero es mucho más lo que necesitan los países menos dotados de recursos financieros para, primero afrontar la embestida de la epidemia, y después hacer renacer la actividad productiva y la vida social, seguramente muy castigada. ■
Se estima que los contagiados en el país son 10 veces más que la cifra oficial de 62.000.