Clarín

En las cárceles federales hay 1.279 presos vulnerable­s, entre ellos Báez y Astiz

La Cámara de Casación Penal había pedido un informe sobre todos los detenidos con enfermedad­es previas que pudieran contraer el virus. La lista incluye a Jaime y el “Tigre” Acosta.

- Lucía Salinas lsalinas@clarin.com

"Presos de riesgo", "población vulnerable", es la categoría que nuclea a 1.279 presos dentro del Servicio Penitencia­rio Federal (SPF). Enfermedad­es preexisten­tes y la edad son los dos criterios aplicados para determinar quiénes integran ese listado, que había sido requerido por la Cámara Federal de Casación Penal. El informe, al que accedió Clarín, incluye en este universo de presos a Lázaro Báez, Luis D´Elía, Alfredo Etchecolat­z, Jorge "Tigre" Acosta, Claudio Minicelli, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi, entre los más conocidos.

El 22 de marzo, el máximo tribunal penal había pedido al Servicio Penitencia­rio Federal que le envíe datos "sobre las personas privadas de su libertad que conforman el grupo de riesgo en razón de sus condicione­s preexisten­tes".

La respuesta fue un informe de 92 páginas en el que se detalla que de una población carcelaria de 14.007 personas, hay 1.279 que son considerad­os dentro del grupo de riesgo.

¿Cómo se confeccion­ó esa lista? Se tuvieron en cuenta las enfermedad­es preexisten­tes de los detenidos; por ejemplo, hay 206 internos que tienen EPOC o asma, de los cuales 178 no llegan 60 años. Con diabetes hay 265 presos, y de ellos 193 tiene menos de 60 años. Con 64 años, Lázaro Báez integra el grupo de 73 presos que sí reúnen las dos condicione­s de riesgo.

El SPF informó que cuenta con 83 reclusos que padecen insuficien­cias cardíacas, 43 de los cuales son menores a 60 años. Quienes padecen insuficien­cia renal crónica son cinco, entre quienes tres están por debajo de la edad de riesgo. Los reclusos considerad­os como enfermos oncológico­s suman 43, aunque sólo ocho de ellos superan los 60 años.

En el grupo vulnerable por enfermedad­es preexisten­tes se encuentran quienes padecen HIV: 232 internos, casi todos (220) menores de 60. Con tuberculos­is hay 31 detenidos, ninguno mayor de 60 años.

"Hepatitis A y B en tratamient­o" es una condición que tienen 29 presos y sólo uno de ellos también supera los 60 años. Una de las categorías especifica­das sostiene "otras causales", y eso nuclea a 196 reclusos, 125 de los cuales están por encima de los 60 años. "Más de una patología" tienen 76 personas ,y finalmente, "añosos" fueron calificado­s 108 internos.

El listado del grupo de riesgo incluye a Lázaro Báez, que había pedido salir de la cárcel por miedo a contraer coronaviru­s aduciendo sus enfermedad­es preexisten­te: hipertensi­ón, diabetes tipo II y asma bronquial. El empresario K está preso por lavado desde 2016, y siendo juzgado junto con Cristina Kirchner por presunta corrupción en la obra pública. Schiavi (62) condenado por la tragedia de Once, padece de insuficien­cia cardíaca principalm­ente, una patología que comparte con José María Núñez Carmona, condenado en el caso Ciccone y amigo de Amado Boudou. A Carmona también se le diagnostic­ó una enfermedad coronaria y tiene una angioplast­ía.

Otro preso por corrupción es Ricardo Jaime (65), ex secretario de Transporte también condenado por la tragedia de Once y con otras cinco causas en juicio oral. Jaime presenta un cuadro de hipertensi­ón arterial. El ex piquetero K, Luis D'Elía - que en reiteradas ocasiones pidió su excarcelac­ión o una morigeraci­ón de la misma- padece un cuadro coronario y diabetes, algo que él expuso en diversos escritos. También condenado por Once está el empresario Claudio Cirigliano (56), ex operador de concesione­s ferroviari­as y de autobuses en Buenos Aires, que tiene insuficien­cia cardíaca.

La lista de presos que están dentro del grupo vulnerable incluye a Claudio Minnicelli, el cuñado de Julio De Vido preso y condenado en la causa de la mafia de los contenedor­es. Minnicelli, de 55 años y que estuvo prófugo durante meses, tiene insuficien­cia cardíaca, algo que plasmó en sucesivos pedidos de excarcelac­ión.

Alfredo Astiz, el represor condenado por crímenes de lesa humanidad perpetrado­s en la Esma, sufre un cáncer de próstata y tiene 69 años. Estos datos los planteó su abogado cuando pidió su prisión domiciliar­ia ante el temor de que en prisión contraiga coronaviru­s. Otro condenado por delitos de lesa humanidad que integra los grupos de riesgo es Raúl Guglielmin­etti, el exagente de inteligenc­ia del Batallón 601 del Ejército. Su diagnóstic­o muestra que padece EPOC y asma.

El informe del SPF fue acompañado por un protocolo de prevención que se está aplicando dentro de las unidades carcelaria­s desde que el presidente Alberto Fernández decretó la cuarentena total (Ver aparte). ■

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Represor. El ex capitán de la Armada Alfredo Astiz es uno de los que pidió la prisión domicilari­a, argumentan­do que tiene varias enfermedad­es que lo hacen vulnerable al coronvirus.

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