Medidas preventivas: limpieza con cloro y restricción de las visitas
Más de 14 mil detenidos se encuentran bajo estos controles. Hasta ahora el virus no entró en las prisiones del país.
Limpieza con lavandina con medidas exactas para diluirla en algunas áreas, traslados con determinados requisitos, un comité de crisis, protocolos de diagnóstico precoz, son parte de una rutina establecida en las cárceles que dependen del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que alberga más de 14.000 internos y donde crece el temor ante el avance del pandemia del coronavirus.
Las nuevas medidas y pasos a seguir se dictaron estos días en consonancia con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presidencial que ordenó la cuarentena total.
Las celdas se abren como todos los días a las 7 de la mañana, pero la rutina que suele tener muy pocas variables ahora es más tediosa. Se restringieron las visitas después de que el país entró en aislamiento preventivo y obligatorio impuesto por el presidente Alberto Fernández, la circulación dentro del Penitenciario está reducida como también aquellos espacios con muchos internos. El patio, la única posibilidad de un espacio abierto, es lo más recomendado pero no pueden estar allí muchos en un mismo turno.
La situación del SPF fue expuesta por muchos abogados durante estos días donde la pandemia. Reclamando una prisión domiciliaria en caso de no acceder a la excarcelación, muchos defensores señalaron que las condiciones de la cárcel agravan la situación y que muchos presos podrían ser proclives a enfermarse por las condiciones sanitarias, de higiene y hacinamiento de muchas dependencias carcelarias.
Ante los planteos formulados -todos ellos rechazados en la Justicia que no concedió excarcelaciones ni prisiones domiciliarias-, el SPF estableció un protocolo en línea con lo estipulado en el DNU que puso en cuarentena total al país, salvo algunos casos de excepción para circular, grupo de los más de 15.000 trabajadores que se desempeñan en las cárceles federales.
En primer lugar se creó un Comité que es el que evaluó las medidas a implementar sobre los 14.007 internos. A raíz de esto se cuenta con un Protocolo al que denominaron de “Detención y diagnóstico precoz”. Dentro del Servicio Penitenciario, según las autoridades, no se detectó aún ningún caso ni siquiera con síntomas que lo volverían “sospechoso” de tener coronavirus. La pregunta formulada es ¿y si ocurre? El SPF está en condiciones de frenar que el virus se propague y en paralelo, ¿puede brindar intramuros asistencia médica correspondiente?.
Son dos los escenarios analizados si un interno presenta los primeros síntomas previo al ingreso a cualquier establecimiento carcelario: el protocolo establece que no podrá entrar sino que pasará inmediatamente a una sala de aislamiento por 14 días, algo con lo que no todos los penitenciarios cuentan.
Como acción inmediata, se coordinará con el director del SPF el traslado de ese interno que presenta síntomas.
Se le brindará “tratamiento en aislamiento sanitario” y el personal médico que lo atienda será el que decida el tratamiento ambulatorio, internación intramuros o extramuros.
Los lugares utilizados para esta primera atención serán el Centro Penitenciario de Enfermedades Infecciosas (Unidad 21) y fuera del área metropolitana, se utilizarán los hospitales públicos. ■