Clarín

Ameal: “El torneo no lo perdió River, lo ganó Boca y a lo Boca”

El presidente asegura: “La gente siempre tiene razón, nosotros primero somos hinchas y después dirigentes”. Y chicanea: “Más importante que el pasaporte es el carnet de Boca”.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

La rutina se modificó para todos. También, para Jorge Amor Ameal. Pero no desde hace una semana, cuando dejó de ir y venir hasta su inmobiliar­ia o sus negocios gastronómi­cos; tampoco desde que ya no pudo trasladars­e a la Bombonera o salir a caminar por las calles del barrio cerrado donde vive. La vida del presidente de Boca cambió mucho tiempo antes de la cuarentena. Fue hace 100 días, exactament­e, cuando volvió por la puerta grande a Brandsen 805 después de ganar las elecciones el 8 de diciembre. Con Juan Román Riquelme como aliado, nada menos.

Y en estos tres meses, Ameal buscó que se notara su impronta en un club que cambió de signo político después de 24 años. Y aunque es cierto que el dirigente de 71 años no quiere partidismo dentro de Boca, confeso peronista se jacta de un estilo diferente a su antecesor, Daniel Angelici, hombre de Mauricio Macri. “Estamos recuperand­o la identidad”, dice en la charla con Clarín.

-¿Qué balance hacés de estos 100 días al frente de Boca?

-Hemos abierto las puertas de Boca, fundamenta­lmente. Crecimos en todas las actividade­s sociales, deportivas y culturales. Hay un cambio y lo respira la gente del club. La pileta tiene récord de concurrenc­ia porque hemos bajado el valor de los adicionale­s y les dimos becas a los que no tienen posibilida­des en un barrio vulnerable. El club tenía 13 disciplina­s, hoy hay 20. Por cada hombre, hay una mujer. Equilibram­os el gasto con el ingreso. Acá no tenés que ganar plata, no somos una financiera.

-Cuando asumiste dijiste que no habías encontrado al club que esperabas. Sin embargo, en octubre dijo Angelici que Boca tenía un superávit de 1.336 millones de pesos.

-Decía que tenía 20 millones de dólares en el exterior. Y afuera no había nada. Fueron dos pagos que impactaron en el balance para que diera equilibrad­o. Eran los pases de Nandez y Benedetto. Lo deberíamos cobrar en el segundo semestre. Le encargamos al Consejo Profesiona­l Económico de la UBA una auditoría para saber la realidad del club. Tenemos un plan para incrementa­r en un 70% los ingresos con sponsors y empresas que acompañan el proyecto. Y todos apostamos a la vida, está claro, pero Boca, como cualquier otro club, necesita que la pelotita empiece a rodar.

-Con una mano en el corazón, ¿creías que iban a ganar el torneo?

-Lo último que uno pierde son las esperanzas. Sabíamos que era difícil porque estábamos en una situación de desventaja. Lo que a mí me entusiasma­ba era el andar del equipo. Tenía las “3 G”: ganaba, gustaba y goleaba. Este parate nos complicó. Pero yo estoy muy contento porque se logró recuperar al jugador de brazos caídos. Cuando en la conferenci­a de prensa le tiraron agua a Miguel, eran todos suplentes. Y el jugador que va al banco es una persona que se siente mal y hace quilombo en el vestuario. Esto con Russo no pasa. Todos se sienten importante­s.

-¿Se sacaron una espina de encima? Porque le ganaron el torneo a River, que lo perdió en la última fecha, nada menos.

-El torneo no lo perdió River, lo ganó Boca y a lo Boca. Y el hincha está exultante. Salí del estadio a la madrugada y en las calles de Barracas y La Boca todavía estaban festejando. Fue muy importante. Este no es el mismo equipo que terminó jugando 2019 contra Central. Miguel, el preparador físico, los muchachos, todos tienen mucho que ver. El hecho de irnos al predio de Ezeiza, también. Mejoró el trabajo y la relación entre todos.

-River viene dulce en los últimos cinco años y medio. ¿Creés que ahora será el momento de Boca?

-Nosotros pensamos exclusivam­ente en Boca. Confiamos mucho en nuestro plantel y en el cuerpo técnico. Lo que hay que tener es la humildad del triunfo, si no, cuando las cosas no se dan, todo se te cae.

-Tal vez vos no te fijes en lo que hace River, pero el hincha de Boca, sí.

-El hincha nuestro se fija en lo que hace Boca. Lo que provoca Boca es único. Y si no, llamá a la gente de Adidas. Están contentos por las ventas. El que no es hincha de Boca no lo va a entender. Boca es un sentimient­o y a partir de ahí, todo lo demás, los distintos estratos sociales, hace que esta pasión se multipliqu­e.

-A Angelici lo condenaron los resultados deportivos contra River.

-Angelici perdió el 8 de diciembre y el campeonato terminó después. La gente venía arrastrand­o frustracio­nes. No existe ganar una elección con el 53% y no se escrutó más. Fue muy extraño lo que pasó, terminamos a las 3 de la mañana. Menos mal que no lo hicieron en la Provincia de Buenos Aires porque si no todavía no teníamos gobernador. Hubo un gran maltrato social.

-Russo cuenta que le dicen "buen día" y después, que gane la Copa. ¿No creés que la obsesión de la séptima les puede jugar en contra? A la gente se le dijo que sacara el pasaporte...

-La gente siempre tiene razón. Nosotros somos primero hinchas y después dirigentes. Somos jugadores de fútbol frustrados. Y como mejoramos la realidad del club, siempre vamos a querer más, nos metieron eso en la cabeza. Boca necesita tener objetivos altos. Nosotros vamos a trabajar para poder cumplir con el sueño de la gente. Por eso se festejó tanto el último campeonato. En cuanto al otro tema, fue un error de campaña. Más importante que el pasaporte es el carné de Boca. ■

 ?? EMMANUEL FERNANDEZ ?? “Hemos abierto las puertas de Boca”. Lo dice Jorge Amor Ameal al describir con orgullo los logros de los primeros tres meses al mando del club.
EMMANUEL FERNANDEZ “Hemos abierto las puertas de Boca”. Lo dice Jorge Amor Ameal al describir con orgullo los logros de los primeros tres meses al mando del club.

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