“Yo les decía a todos: a Román hay que hablarle desde el corazón, no desde el bolsillo”
El presidente dice que el 10 puede ser presidente. “Tenemos un gran equipo de trabajo”, afirma.
Jugar con el as de espadas no siempre te garantiza el triunfo en el truco. Sin embargo, Juan Román Riquelme es una carta superadora. Jorge Amor Ameal convenció al "10" y sorprendió a todos. El máximo ídolo bajó al barro de la campaña y fue salpicado, acusado de recibir dinero para sumarse a la fórmula del empresario. Los resultados fueron abrumadores. El ex enganche se transformó en vicepresidente y se hizo cargo del manejo del fútbol.
Era una incógnita saber cómo iba a funcionar el trabajo entre Ameal, Mario Pergolini y Riquelme. Sin embargo, cada uno maneja su área. El presidente está ocupado en los asuntos sociales, fundamentalmente. Pergolini en el tema estrictamente comercial. Y Román tiene la pelota bajo la suela, como cada vez que jugaba. Hasta ahora, no hay roces. Lo confirma el propio dirigente en la extensa entrevista con Clarín.
-¿Cómo es la convivencia con Riquelme? ¿Hay doble comando?
-La relación es excelente. Hablamos todos los días. Yo voy al predio y él, al club. Si uno soñaba como iba a ser la convivencia, es insuperable. Cuando estábamos en la campaña les decía a los que iban a buscar a Riquelme: “A Román hay que hablarle desde el amor, no desde el bolsillo”. Había que decirle: “Vení, tu opinión es valiosa”. Veníamos hablando desde junio. Y cuando decidió jugar con nosotros, empezó a recibir palos de un sector de la prensa. De 1 a 10, con Román nos llevamos 11 puntos (sic).
-¿Quién tiene la última palabra? -No hay última palabra. Hay charlas y convicciones mutuas de convenir qué es lo mejor para Boca. Estamos en una asociación civil, lo que pretendieron hacer en una SAD (N. de R: Sociedad Anónima Deportiva), acá no corre. Hay mucho diálogo entre todos nosotros.
-Esta semana aseguraste que Román puede ser un gran presidente. ¿Lo ves en esa función a futuro?
-Tranquilamente puede ser presidente; también, Mario. Son dirigentes jóvenes. Acá todos trabajamos juntos. Yo puedo ser el que encabeza la lista, pero hay que rodearse bien. Tenemos un gran equipo de trabajo en todas las áreas. Eso es fundamental para conseguir el éxito.
-¿Cómo pesa el tema de los egos?
-En Boca somos como una familia y cada uno ocupa su lugar. Román en el fútbol, Mario en el tema de la TV, que es fundamental. Los dirigentes decimos siempre que es poco lo que nos pagan, pero no sabemos cuál es la medida entre poco y mucho. Ahora vamos a saber cuál es la realidad porque Mario y (Marcelo) Tinelli, hombres de medios, van a trabajar sobre el asunto.
-¿Por qué cambiaron todas las áreas, desde el departamento médico hasta las divisiones inferiores?
-Nosotros decíamos que muchos de los problemas que pasaban en Boca estaban adentro y no miramos para el costado. Decidimos que no podíamos estar comprando jugadores todo el tiempo. Acá tenemos que priorizar el fútbol amateur. Hubo errores en la administración anterior. Lo que pasó con el chico que está en Barcelona (N. de R: Santiago Ramos Mingo; se fue por la patria potestad) son temas que nosotros siempre dijimos que debíamos cambiar. Los resultados se van a dar con el tiempo. Confiamos en el trabajo. Acá hay jugadores que tienen que ver con el pasado del club. Con Román a la cabeza están trabajando codo a codo el Chelo Delgado, Jorge Bermúdez, Raúl Cascini... Son tipos que saben transmitir lo que es Boca. ■