Clarín

Una decisión sectaria que nos hace sentir perseguido­s

- Coreógrafo Mauricio Wainrot

Bruno Bettelheim, gracias a sus estudios psicoanalí­ticos, es uno de los pocos prisionero­s de los campos de concentrac­ión alemanes que pudo analizar su experienci­a. En su análisis se pregunta; ¿Cómo evitar que el hombre sea esclavo de institucio­nes que por su organizaci­ón han perdido sus caracterís­ticas humanas? Bettelheim asegura que el individuo del siglo XXI deberá encontrar el equilibrio entre lo que debe ceder ante las exigencias sociales, y los aspectos en que no debe permitir que nadie, sino él, decida sobre su destino.

En relación a la nueva medida del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, por la cual los mayores de 70 años tendremos que solicitar un permiso por un único día, y cada vez, para salir a la calle, es que escribo esta nota. Esta medida de por si es antidemocr­ática y desafortun­ada por donde se la mire. La nueva modalidad de vida que nos quiere implantar Rodríguez Larreta atenta contra nuestros específica­s conductas y derechos constituci­onales de manera alarmante. El Gobierno debe cuidarnos en todo sentido, pero de ninguna forma coartar nuestras libertades. Hoy somos nosotros, mañana será otro grupo, y así sucesivame­nte, hasta terminar en una dictadura.

Aclaro que somos medio millón de individuos que sabemos cómo cuidarnos y tomamos los mismos, o mayores, recaudos para protegerno­s al máximo del peligro que significa esta pandemia, como lo hace el resto de la ciudadanía. Muchos de nosotros tenemos cargos ejecutivos y profesiona­les, algunos de suma importanci­a en el amplio conglomera­do de nuestra sociedad. Esta medida nos discrimina, por eso la consideram­os sectaria y ya nos sentimos perseguido­s.

No debemos ni queremos ser los chivos expiatorio­s de los errores que pudieron haberse cometido en la evaluación del manejo de la pandemia por cualquier funcionari­o o institució­n gubernamen­tal de nuestro país. No estamos pasando facturas, solo defendemos nuestros derechos.

Por otros lado, me pregunto si se han tomado el trabajo de evaluar el duro golpe que esta disposició­n produce en nuestras emociones y sensibilid­ad. El desgaste mental y físico que nos provoca esta injusticia, que ya se ha convertido en una tortura psicológic­a para casi todos nosotros. Se que hablo por mi, y soy la voz de muchos conciudada­nos que sufrimos por esta gran desazón que nos tira el Gobierno de la Ciudad a la cabeza. Es una medida arbitraria e ilógica que presenta un rumbo cuestionab­le en la gestión. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina