Italia en un dilema: si reabre, el virus regresará con mayor virulencia dicen los científicos
Los italianos están enredados en un grave problema: aumenta la presión para la reactivación, pero el número de casos es demasiado alto y es importante el riesgo.
En Italia se vive a fondo un dilema tremendo, porque aumenta la presión para iniciar ya la semana próxima y no esperar al 4 de mayo el comienzo de la Fase 2 de reapertura masiva de las actividades productivas. Los gobernadores de las regiones más castigadas, todas en el norte, lo plantean así: "podemos mantener todo cerrado y morir esperando que el virus se vaya o apuntar a la convivencia con el Covid-19", afirma el presidente de la región Veneto, Luca Zaia.
El presidente del Piamonte, Alberto Cirio sostiene que “tenemos que aprender a convivir con el coronavirus y con las medidas necesarias para contenerlo”. Attilio Fontana de la Lombardía, la región más rica, industrial y castigada por la epidemia, urge más que todos a discutir “las modalidades de la reapertura”, sin perder más tiempo. El sur de Italia, muchos menos afectado, ya advirtió que cerrará las fronteras si el norte levanta la cuarentena.
Estos apremios preocupan hondamente el mundo científico. El físico informático de la Universidad de Boston, Alessandro Vespignani, se alarma: “Quieren hablar de reapertura ya pero el número de contagiados y de muertos es aún demasiado alto”.
Los datos últimos indican 3.786 contagiados más en un día ( total 106.000) y 525 muertos en 24 horas (22.170). Desde la meseta del pico alcanzado hace dos semanas, la curva desciende lentamente. Vespignani destaca que “sirven números más bajos para estar seguros que podremos controlar la Fase 2”.
Los científicos sostienen la necesidad imperiosas de hacer masivos controles porque 90% de los 60 millones de italianos carece de anticuerpos contra el coronavirus. Se acaba de aprobar una app, aplicación a bajar en el teléfono celular, que permite trazar todos los contactos de eventuales contagiados. Se deben aumentar los hisopados en nariz y faringe en una escala de millones.
Si estas medidas no son prioritarias, antes de lanzar millones de personas a la calle en la Fase 2 del 4 de mayo, los especialistas advierten que pronto regresará la epidemia del coronavirus más virulenta que nunca.
El gobierno defiende la línea más prudente, pero el ministro de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, dió un golpe bajo a sus colegas afirmando que “quien trabaja respetando las medidas de seguridad puede abrir ya el miércoles 22”, sin esperar los tiempos oficiales de la Fase 2.
La idea es hacer partir en los próximos días las fábricas y las empresas capaces de aplicar las medidas de distancias de seguridad, de armar turnos con las líneas de producción y del número de trabajadores.
Zaia, el gobernador del Véneto, pidió concentrar los esfuerzos en diagramar sistemas de transporte para evitar apretones que ayudan a trasmitir el virus.
Los medios de comunicación anuncian que la producción automotriz ha caído en marzo 85% y que hay 900 mil vehículos menos. La noticia sirvió para que se reanudaran las presiones de poner a esta industria enla vanguardia del regreso a las fábricas de los sectores “no esenciales”. Las líneas de producción podrían ya comenzar a funcionar el lunes 27.
La fecha sería propicia para dar el vía libre a la industria de la moda italiana, que “fabrica” tantas exportaciones y da trabajo a decenas de miles de personas. Los favorables a “lanzar ya la Fase 2 y convivir con el virus” incluyen una tercera actividad: la construcción, otra fuentede empleos.
El super comité creado por el gobierno para estudiar la situación, presidido por el manager Vittorio Colao, ha presentado una división de los sectores productivos en tres niveles de riesgo respecto a los riesgos de la epidemia. La industria manufacturera en general, la agricultura, la pesca, la construcción, están en el nivel de menos riesgo, mientras que el más alto incluye el transporte aéreo, la asistencia social y sanitaria. Riesgo medio para los bares, restaurantes, gimnasios y actividades escolares, que están todos cerrados. Ya se sabe que en mayo los chicos no volverán a la escuela, lo que representa un problema para los padres que regresarán al trabajo y no saben qué hacer con ellos. ■