La economía de China sufre un derrumbe histórico: cae 6,8%
Preocupa porque el gigante asiático es un motor de la economía global. Confirma los malos datos del FMI.
La crisis del coronavirus impactó de lleno en la economía china, motor del comercio global. El PBI del gigante asiático se desplomó 6,8% en el primer trimestre, su peor resultado desde el final de la era maoista, hace poco más de cuatro décadas.
Estas cifras causan alarma a nivel internacional dado el peso de China en la economía mundial. Los especialistas, inclusive, creen que las cifras no son absolutamente fieles a la realidad y que es mayor aún la caída. Algunos sostienen que ronda el 8%. “La contracción real en el primer trimestre es sin duda bastante mayor de lo que dan las cifras oficiales”, estima el economista Ting Lu, del banco de inversión Nomura.
De todas maneras, el 6,8% anunciado por las autoridades chinas es el peor resultado desde que comenzaron las publicaciones trimestrales del PBI al comienzo de la década de 1990. En el último trimestre de 2019, el crecimiento fue del 6% interanual. En términos anuales, China no ha experimentado una contracción de su economía desde 1976.
El FMI había reducido su pronostico de crecimiento de la economía china para este año, que ubicó en 1,2%. Antes de la pandemia había calculado un 6%. Lo mismo el Banco Mundial, quien prevee un estancamiento de su economía.
El resultado del primer trimestre era muy esperado porque China fue el primer país en ser golpeado por el nuevo coronavirus, a finales de 2019. En un esfuerzo por frenar la propagación del virus, que ha sufrido oficialmente más de 4.600 muertos en el país, el gobienro de Xi Jinping ha adoptado medidas de confinamiento sin precedentes a finales de enero que han paralizado la actividad. Actualmente se reanuda progresivamente.
Pero en plena propagación del virus en todo el mundo, China “se enfrenta a nuevas dificultades y desafíos para reiniciar la actividad y la producción”, reconoció ante la prensa el vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas, Mao Shengyong. Pese a la mejora de las condiciones sanitarias en las últimas semanas, cientos de millones de chinos siguen limitando sus desplazamientos por miedo a contraer el nuevo coronavirus, lo que paraliza la actividad. Este contexto ha afectado al consumo.
Las ventas minoristas se desplomaron de nuevo en marzo en un 15,8% interanual. En los dos meses anteriores disminuyeron un 20,5%. La producción industrial, sin embargo, solo ha caído el 1,1% (en comparación con -13,5% en enero y febrero) lo que deja entrever una reactivación de la actividad en el país.
“Esto no significa que sus problemas vayan a terminarse. Las dificultades incluso se intensificaná”, apunta Julian Evans-Pritchard, del gabinete Capital Economics. Se espera un aumento del desempleo, demanda interna débil y condiciones económicas difíciles en el extranjero, que conducirán a una caída de las exportaciones, vital para china .
Como los principales socios comerciales de Beijing registraron la epidemia, las ventas de China al extranjero cayeron de nuevo en marzo un 6,6% en ritmo anual, según datos publicadas por las Aduanas.
Las cifras de marzo indican que para la economía china “lo peor ya ha pasado”, pero la recuperación será larga, advierte Evans-Pritchard. Sobre todo porque la pandemia ha debilitado a las pequeñas y medianas empresas privadas, las más dinámicas en términos de empleo. Al menos 460.000 de ellas han cerrado en el primer trimestre.
La tasa de desempleo aumentó en marzo, después de un máximo histórico en febrero del 6,2%), un indicador que solo tiene cuenta de la situación en las zonas urbanas. “La presión sobre el empleo se acentúa”, estima Ting Lu. Los líderes comunistas siguen muy cerca de este criterio, por ser clave para la estabilidad social.
La respuesta de Beijing fue otorgar beneficios fiscales a las Pymes, y bajar los tipos de interés para incentivar a los bancos a incrementar los préstamos. En Wuhan, cuna del coronavirus, se distribuirán bonos de compra por 70 millones de dólares desde el domingo para apoyar el consumo. Sin embargo, los analistas consideran que estas medidas son insuficientes y se necesita un paquete de estímulo para soportar la economía. ■