Clarín

España alivia su cuarentena aunque mantiene grandes restriccio­nes en Madrid

El 90% de la población goza de permisos que dejan atrás el confinamie­nto. Pero la región de la capital, Barcelona y zonas de Castilla y León aún siguen el encierro.

- MADRID. CORRESPONS­AL Marina Artusa martusa@clarin.com

España amaneció ayer con distintos estados de ánimo. La apertura gradual y asimétrica al confinamie­nto en las variadas regiones que el gobierno de Pedro Sánchez pregonó como un don pone al país en diferentes sintonías y velocidade­s. El 90 por ciento de España disfruta, desde este lunes, los permisos de la Fase Uno del plan de transición a la normalidad post Covid que algunas comunidade­s autonómica­s paladearon por primera vez hace una semana.

Ahora son 14 de las 17 autonomías que integran España las que pueden gozar en las reuniones de hasta diez personas, una costumbre que el estado de alarma ante la epidemia extinguió de raíz el 14 de marzo. Son 32 millones de españoles que pueden poblar la mitad de las mesas al aire libre de los bares o restaurant­es.

La Fase Uno contempla, además, que los negocios puedan atender a sus clientes sin cita previa y que, los que tengan una superficie mayor a los 400 metros cuadrados, delimiten un espacio con esas medidas para la atención al público.

Vuelven a funcionar los viveros, las biblioteca­s y los museos, con presencia acotada de visitantes y se puede asistir a celebracio­nes religiosas con un tercio de devotos presentes. Se permite retomar la caza y la pesca deportiva y viajar hasta una casa de fin de semana, si queda dentro de la misma provincia.

Madrid, Barcelona y su área metropolit­ana y las zonas más pobladas de Castilla y León siguen en el casillero inicial de la Fase Cero. Aunque con algunas restriccio­nes menos rígidas que fueron solicitada­s por la Generalita­t de Cataluña y que el Ministerio de Sanidad resolvió extender a todas las zonas que no pasaron de fase.

En este estadio intermedio, entre las fases Cero y Uno, los comercios también pueden abrir sin cita previa y a los mercaditos al aire libre se les permite funcionar con un cuarto de sus puestos habituales. Reabren los centros de entrenamie­nto para alto rendimient­o pero los gimnasios permanecen cerrados. Museos y actividade­s culturales que no superen las 30 personas en espacios cerrados y las 200 en espectácul­os al aire libre están permitidos. Sin embargo en Madrid, museos como El Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza no abrirán hasta junio. Sí lo hicieron el Centro Botín de Santander y el Instituto Valenciano de Arte Moderno.

Madrid representa un único distrito sanitario y por eso, aunque presenta áreas con bajos índices de contagios, el paso a la fase sucesiva será de la totalidad los 6,6 millones de vecinos de la Comunidad. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, está furiosa con el Ministerio de Sanidad. Lleva dos semanas pidiendo el pase de su territorio a la Fase Uno pero se lo niegan. “Esta incertidum­bre y los bandazos que constantem­ente están dando lo único que van a hacer es llevarnos a la ruina. Son decisiones inexplicab­les”, dice Díaz Ayuso.

Sanidad argumenta que Madrid no avanza porque aún no cuenta con mecanismos suficiente­mente eficaces en detección precoz de contagios y porque su capacidad para hacer pruebas PCR para diagnostic­ar casos positivos de coronaviru­s está al límite. Madrid, que vive en un luto oficial desde fines de marzo, es la comunidad donde el virus impactó con más fuerza: ya provocó la muerte de unas 9.000 personas.

Las cifras del lunes confirman el control de la epidemia: en las últimas 24 horas se registraro­n 59 muertes por Covid-19 y los nuevos casos diagnostic­ados a través de pruebas PCR fueron 285.

El desgaste entre el gobierno autonómico madrileño y el nacional revela que tal vez no haya sido tan buena idea ir descongela­ndo del confinamie­nto los territorio­s según las propias condicione­s epidemioló­gicas y la capacidad de reacción ante un posible rebrote.

Madrid, entre otros reclamos, pide que se hagan públicos los informes según los cuales las autoridade­s sanitarias resuelven el pase de fase de las autonomías.

Este este contexto áspero, el presidente Pedro Sánchez solicitará al Congreso mañana una nueva prolongaci­ón del estado de alarma que, según él, es indispensa­ble para controlar la movilidad de los 47 millones de españoles y poder seguir adelantes con su plan de transición.

Esta vez, dijo, será la última, la pedirá por un mes y el mando único estará a cargo sólo del Ministerio de Sanidad, que está consideran­do declarar obligatori­o el uso de barbijos en todo espacio público y la eliminació­n de las franjas horarias por edades para salir a la calle en municipios de menos de 10 mil habitantes.

En este juego de ingenio donde al gobierno le está costando encastrar las piezas políticas con las sanitarias, los que de mejor ánimo están son los 45 mil isleños que viven en Formentera, en las Baleares, y en La Graciosa, El Hierro y La Gomera, del archipiéla­go de las Canarias.

Sus habitantes son los adelantado­s que este ayer lunes pasaron a la Fase Dos, pasaporte que les permite comer o tomar algo tanto adentro como afuera de los bares y restaurant­es, disfrutar de las áreas comunes de los hoteles, ir a playa, a las piscinas y hasta celebrar fiestas de casamiento­s con no más de cien invitados. ■

 ?? REUTERs ?? Protestas. Un nuevo cacerolazo contra el gobierno por su gestión de la crisis se vio ayer en Madrid.
REUTERs Protestas. Un nuevo cacerolazo contra el gobierno por su gestión de la crisis se vio ayer en Madrid.
 ?? REUTERS ?? Alejados. Vista aérea de un bar en Valencia.
REUTERS Alejados. Vista aérea de un bar en Valencia.
 ??  ?? Distancia. Indicadore­s en una iglesia en Madrid.
Distancia. Indicadore­s en una iglesia en Madrid.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina