Disputa por las patentes de una futura vacuna en la asamblea de la OMS
Una mayoría de países quiere que esté disponible para todos. Críticas de EE.UU. al organismo mundial.
Mientras la carrera mundial por obtener una vacuna contra el coronavirus prosigue a toda velocidad en laboratorios de Europa, Asia y América, una controversia sobre la patente y la distribución de estas drogas empieza a surgir en el horizonte.
El tema surgió ayer durante la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que deliberó bajo grandes criticas de EE.UU. por su gestión de la pandemia y acusándo a sus autoridades de haber protegido a China, inicio del coronavirus.
Ayer, ministros y funcionarios de todos los países que integran la OMS se reunieron vía videoconferencia para su encuentro anual, uno de cuyos temas más importantes fue cómo tratar la pandemia en el futuro y cómo evitar que los países ricos monopolicen vacunas y tratamientos.
En este encuentro virtual de la OMS, una de las mociones fue una propuesta de la Unión Europea (UE) para que se cree un pool de patentes voluntarias para vacunas. Esto significaría que las farmaceúticas y las productoras de vacunas se verían presionadas para dejar de lado el monopolio que tienen sobre sus creaciones (lo que les permite cobrar altos precios por sus productos), de manera tal de permitir que países con menos recursos puedan comprar o producir sus propias versiones de estas vacunas.
El coro de naciones que apoyan esta iniciativa es muy visible. A principios de mes, Italia, Noruega, Francia y Alemania hicieron un llamado, junto a la Comisión y al Consejo Europeo, para que todas las vacunas, herramientas y terapias que puedan ser útiles para contener y tratar el coronavirus se compartan de forma equitativa y justa.
"Desarrollar una vacuna producida por el mundo entero, y para el mundo entero, sería un bien público global único del siglo XXI", dijeron en un comunicado que reprodujo el diario británico The Guardian.
Hay, sin embargo, disputas dentro de la OMS en torno a cómo se dirimirá el tema. Los países que cuentan con farmaceúticas importantes reclaman que las patentes son vitales para que estas empresas puedan recuperar los recursos invertidos en investigación y desarrollo. Hay también una fuerte resistencia de países como Estados Unidos a que la posición que decida la OMS aliente el uso de medidas mediante las cuales los países podrían remover las patentes que tienen las farmacéuticas en bien de la salud pública.
Este tipo de medidas, que fueron habilitadas por la Organización Mundial del Comercio mediante el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS, por sus siglas en inglés), se lograron hace 20 años debido a las disputas sobre las drogas para tratar el sida.
Hay quienes, sin embargo, apuntan a que la decisión final carezca de la suficiente contundencia como para lograr algo. "En general, diría que es una decepción. Había un texto mejor que fue rechazado", afirmó Jamie Love, director de la ONG Knowledge Ecology International, en declaraciones a The Guardian. "Estados Unidos, Suiza y el Reino Unidos presionaron a la OMS para que no apoyara de forma enfática una patente libre para drogas y vacunas".
La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas , por su parte, buscó plantear su versión, y afirmó que las farmacéuticas ya comparten su know-how con los países menos desarrollados. "Las patentes voluntarias ya existen, y hay muchas farmacéuticas participan de ellas", declaró en un comunicado.
Ayer, EE.UU. criticó el “fracaso” de la OMS frente a la pandemia y denunció la “falta de independencia de su director general”, Tedros Adhanom Ghebreyesus, por haber supuestamente favorecido a China. Washington acusa a ese país de haber encubierto el alcance de la epidemia.
Desde Beijing, a su vez, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró que una posible vacuna china se convertiría en un “bien público mundial” y prometió que su país destinaría 2.000 millones de dólares en un plazo de dos años para la lucha mundial contra el coronavirus. ■