EE.UU. y China volvieron a chocar en la asamblea de la OMS
La Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, que reúne a sus 194 miembros, aprobó este martes una resolución que prevé realizar “en el momento oportuno más próximo” una investigación sobre la gestión de la pandemia de coronavirus de parte de la entidad.
Durante la asamblea virtual, la resolución fue adoptada en un clima de ajuste de cuentas entre China y Estados Unidos, con la Unión Europea - que promovió la iniciativa- intentando atemperar los tonos y tender puentes.
“Estamos plenamente empeñados en la transparencia y la responsabilidad. La queremos más que cualquier otro”, dijo el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al concluir dos días de trabajos en videoconferencia.
Pero después de las tensiones de la víspera, no precisamente ocultas, Washington y Beijing dejaron los buenos modos: fue el presidente Donald Trump quien asestó el primer golpe cuando en Europa aún era de noche, amenazando con volver “definitiva” la “decisión temporal de suspender la financiación estadounidense a la organización tomada en abril, y reconsiderar “nuestra adhesión a la OMS” si la entidad no se compromete a “sustanciales mejores en los próximas 30 días”.
Una vez más, Trump eligió Twitter para difundir una carta enviada al director de la OMS el 18 de mayo, donde cita los motivos del “fracaso de la respuesta” de la organización al Covid19 y habla de una “alarmante carencia de independencia de la República Popular China”
La réplica de Beijing, confiada al vocero del ministerio de Exteriores Zhao Lijian, fue durísima. La carta de Trump no solo “engaña a la opinión pública y ensucia a China” sino que “intenta correr las culpas de la torpe respuesta” de EE.UU. a la pandemia, procurando además “esquivar sus obligaciones internacionales”.
Pero no está en el estilo de Trump moderar el tono, y hablando en la Casa Blanca reiteró que la OMS debe “regularse” o “no participaremos más”
Entre veneno, acusaciones y golpes bajos, la Asamblea sirvió también para aclarar definitivamente que más de 4,8 millones de contagiados y más de 319.000 muertos en el mundo no sirvieron para hacer un frente común en vista de una vacuna para todos (algo que prometió el presidente chino Xi Jinping el lunes, si los chinos la descubren), sino solo para trasladar un poco el choque por el 5G y los aranceles a otra trinchera. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había invocado a un improbable frente común en la lucha contra el coronavirus. ■