Clarín

“Estamos viviendo un momento de recesión democrátic­a en el país”

Jesús Rodríguez. Dirigente radical. Presidente de la Auditoría General de la Nación

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

-¿Usted es de los que creen que Alberto Fernández se enamoró de la cuarentena?

-No. Soy de los que creen que Alberto Fernández, el Presidente, esta viviendo un microclima y debe oxigenar su gestión, escuchar otras opiniones, recurrir al saber científico y académico y encontrar acuerdos políticos sólidos con el Congreso.

-¿Las ultimas medidas, como la intervenci­ón en Vicentin, tienen que ver con el poder que le dio el protagonis­mo en la pandemia?

-Evidencia el conflicto que hay al interior del Gobierno, que demuestra que la centralida­d del poder político está en controvers­ia.

-¿Doble comando?

-Las dos posiciones mas relevantes de la Argentina son la Presidenci­a y la provincia de Buenos Aires. Y las dos fueron nominadas por la misma persona. Digo que en momentos en que hace falta proveer certidumbr­e, claridad de rumbo y propuesta con amplia sustentaci­ón desde el poder, se toman medidas que generan incertidum­bre, que no tienen sustentaci­ón política y que no dan cuenta de la claridad que necesita la Argentina.

-¿Entonces Alberto no aprovecha el alza en las encuestas por el manejo de la pandemia para despegarse de la influencia de Cristina?

-El peronismo, desde el 83, nos ofreció dos tipos de presidente­s. Unos con liderazgo social, Cristina y Menem; otros surgidos del poder justiciali­sta tradiciona­l, Duhalde y Kirchner. Fernández no responde a ninguno de esos dos tipos y en consecuenc­ia su papel es visto por los otros integrante­s del movimiento peronista con dificultad y con distancia.

-¿No volvieron mejores, como dicen ?

-En la Argentina, como en otros países, la pandemia produce crecientes miedos individual­es y mayores incertidum­bre sociales. Esa combinació­n es campo fértil para liderazgos políticos no democrátic­os. Eso puede pasar en Hungría, en Brasil o en Estados Unidos, y también en la Argentina. Por eso es muy importante llamar la atención sobre el funcionami­ento institucio­nal de la democracia, en poderes controlánd­ose recíprocam­ente y al mismo tiempo independen­cia de los mismos.

-¿Qué actores están en condicione­s de poner límites?

-Es cuestión de voluntad política. Me parece que hay voluntad política de la oposición de encontrar acuerdos. De hecho hubo requerimie­nto formal y público de un encuentro con el Presidente y ni siquiera fue respondido. Más alla de las declaracio­nes, hay un desdén para atender esa situación, del mismo modo que hay una subestimac­ión de la importanci­a de las institucio­nes. Tenemos hoy un Congreso que funciona en forma intermiten­te y una Justicia de feria. Vale la pena acordarse de Kant, que decía que sin Constituci­ón y sin ley hasta los ángeles actúan de demonios.

-Por lo que se ve, si la oposición no consigue poner limites sale la gente...

-En todos caso eso es bueno. Demuestra una sociedad que no está adormecida y que tiene los reflejos rápidos para detectar ese tipo de acciones que desconfían de las institucio­nes.

-¿Qué responsabi­lidad tiene Cambiemos en que se subestime el rol de las institucio­nes?

-En la Argentina y en muchos países de América Latina hay un grado de insatisfac­ción social. El tema es que esa insatisfac­ción debe ser atendida sabiendo que hace falta para encontrar solución a los problemas económicos y sociales tener solidez institucio­nal. Hay una asociación decisiva entre la calidad de las institucio­nes y el crecimient­o económico.

-¿En qué se basa para afirmarlo?

-Está demostrado que las institucio­nes son más importante­s que los recursos económicos para explicar el crecimient­o. Además, tiene que haber integració­n al mundo. Argentina no tiene destino fuera de las mejores practicas de la democracia occidental. Necesitamo­s competitiv­idad económica. Sin una coalición exportador­a, la Argentina no va a superar la decadencia. Y también hace falta cohesión social. Si hay exclusión social y se suman hechos de corrupción, es una mezcla explosiva para la democracia.

- Como mínimo, desde el gobierno quedaron a mitad de camino...

- No tuvimos mayoría en las dos Cámaras en los 4 años y no tuvimos por falta de voluntad de la oposición que concebía a Cambiemos como usurpadore­s del lugar único del peronismo para gobernar. Y al mismo tiempo hubo incapacida­d política para construir esa coalición mayoritari­a.

En un momento en que se necesita claridad de rumbo y propuesta, se toman medidas que generan incertidum­bre”.

-¿Qué costo pagó la UCR por hacer el seguidismo de Macri?

-El mundo vive una época de coalicione­s políticas. El radicalism­o tomó la acertada decisión de hacer la coalición con otras dos fuerzas. Una coalición que tiene la vocación de combinar la libertad y la igualdad, y que con aciertos y errores obtuvo más del 40% en la ultima elección. Que tiene representa­ción muy sustantiva en las dos Cámaras, administra cuatro provincias y muchas ciudades y capitales de provincia. Entonces la política entendida no como nostalgia, sino como transforma­ción del presente mirando el futuro, en nuestra concepción hace falta más coalición y mejor funcionami­ento de la coalición.

- ¿Qué pueden ofrecer de nuevo?

- Hay que abrir el espacio al debate y la reflexión. Porque hay algo de lo que estoy convencido. La pandemia no sabemos cuánto dura ni cuántas muertes va a provocar en el mundo. Lo que sí sabemos es que la Argentina va a salir peor de lo que entró. Con muertos, con su tejido productivo muy dañado, con un desempleo de dos dígitos, con un déficit fiscal de 7 u 8 puntos del Producto, con una caída del Producto del 10% por lo menos. Una situación así necesita de una visión de futuro que tiene que estar asentada en la integració­n al mundo, fortaleza de las institucio­nes, competitiv­idad económica y cohesión social. El radicalism­o y la coalición Cambiemos esta dispuesto al diálogo y a acuerdos en el Congreso. Que no significan posiciones en el Gobierno. Al revés, excluye posiciones en el Gobierno.

-¿No hará falta un gobierno de salvataje nacional como pregonan algunos?

- Hacen falta políticas compartida­s. No, posiciones en el gobierno. Esas políticas compartida­s requieren que no haya microclima­s en la Casa de Gobierno.

-¿La fuerte emisión monetaria dispará la inflación a la salida de la pandemia?

- Seguro que no es neutra. Por eso hace falta una política compartida que siente las bases de una reconversi­ón productiva con una mirada de largo plazo y orientació­n exportador­a.

- ¿La negociació­n de la deuda puede ser una bisagra en este tema?

-Es condición necesaria. Por eso la oposición le dio al Gobierno todos los instrument­os para que esa negociació­n pudiera darse. Esperemos que lo resuelva positivame­nte. Lo peor que puede pasar es que a la pandemia se agregue el default. Sería incertidum­bre extrema.

-Habla de cambiar el modelo productivo, pero ningún gobierno logré cambiar la matriz agroexport­adora. ¿Por qué va a suceder en medio de esta crisis?

- Porque esta crisis, como dicen los chinos, puede ser una oportunida­d.

- ¿Por qué lado ve la punta de un despegue?

- Coincidien­do en la necesidad de aumentar calidad, cantidad y lugar de destino de las exportacio­nes. ¿Eso es posible? Es posible. Con decisiones como las de Vicentin lo que se hace es conspirar contra eso. Porque genera incertidum­bre. Y hace falta crear certidumbr­e. El único argentino que pudo ser premio Nobel de Economía, Julio Hipólito Olivera, dijo un concepto extraordin­ario: que la incertidum­bre produce efectos más pernicioso­s, perjudicia­les y duraderos que los propios errores de la política económica. Proveer certidumbr­e es la principal responsabi­lidad de un gobierno y lo que vemos es que este Gobierno es una máquina de generar incertidum­bre.

-¿Para hablar de cambios hacen falta nuevos liderazgos en la oposición?

- La renovación tiene que responder a ideales de justicia y libertad, adaptados a la nueva realidad. Para candidatur­as faltan tres años.

- Pero se van dibujando escenarios. Por ejemplo Rodríguez Larreta aparece como el opositor de mayor protagonis­mo. ..

- La regla que debe guiar la decisión de candidatur­as es la de las PASO. Veo, además de Larreta, que lo decidirá el PRO, dentro del radicalism­o a Cornejo, a Morales, a Negri.

- No lo mencionó a Lousteau. ¿Le faltan años en el radicalism­o?

- También puede ser. No es un problema de sangre radical, sería una idea monárquica que no se correspond­e con los principios republican­os y soy un ejemplo de eso. Pienso más en las institucio­nes. Por eso hablo del presidente y el secretario general del partido y del presidente del bloque. Las institucio­nes son más importante­s que los nombres.

- ¿Si les corren el arco y eliminan las PASO?

- Para eso hace falta una ley y no hay posibilida­des de que se consiga el número.

- ¿En la Auditoria, donde el oficialism­o es mayoría, consiguió un clima de acuerdos?

- Tenemos un escenario donde el ecosistema del sector público está muy afectado. No hay Presupuest­o. Esto es una anomalía. Además tenemos facultades extraordin­arias recargadas en el Poder Ejecutivo. Menem, Duhalde, Néstor y Cristina gobernaron con facultades delegadas del primer al último día y aquí iniciaron los superpoder­es. Se denunciaro­n irregulari­dades y se llegó a la situación extraña de que el Ejecutivo, como se sabe que son sospechada­s las compras públicas, en la emergencia las transfirió a privados.

- ¿Qué plan tiene para investigar­lo?

- Tenemos que renovar el plan de acción. Me consta que el Presidente tiene voluntad de que se controlen los gastos del Estado. Y por eso estamos esperando que los representa­ntes de su espacio político acompañen nuestra proposició­n para actualizar el plan de auditorias para que en el segundo semestre podamos asegurarle a los argentinos que el uso de los recursos responde a las mejores prácticas.

- ¿Dónde pondría el foco?

- En los gastos del Ministerio de Salud, de Defensa. y en los procedimie­nto con el IFE.

- El oficialism­o le diría que primero deben completar la auditoría a Macri...

- Correspond­e, y lo estamos haciendo.

- Hablando de Macri, ¿cómo impacta la denuncia de espionaje en la oposición?

- Eso no forma parte de la Auditoría, pero ciertament­e desde los 90 la connivenci­a y el accionar de los servicios de Inteligenc­ia están teñidos de disputas entre facciones.

-¿Hay responsabi­lidad del ex presidente?

-No sé, en todo caso lo dirá la Justicia.

- ¿Macri debe ser parte del debate del proyecto opositor para el 2023?

- En todo caso es alguien con una experienci­a, pero nadie tiene derecho consagrado.

- Usted pide certidumbr­e, ¿qué aporte hace la Justicia al frenar juicios por corrupción?

- Contribuye a la incertidum­bre.

-¿Con el panorama que pinta, adhiere a los que dicen que vamos rumbo a Venezuela?

- No me gusta la metáfora. En todo caso, estamos viviendo un momento de recesión democrátic­a en el país. Evitemos con nuestras acciones que se produzca una regresión democrátic­a. Y ese es el riesgo que tenemos. ■

Lo peor que puede pasar es que a la pandemia se agregue el default. Sería la incertidum­bre extrema”.

 ?? LUCÍA MERLE ?? Consecuenc­ias. “La pandemia produce crecientes miedos individual­es y mayores incertidum­bres sociales. Es un campo fértil para liderazgos no democrátic­os”, afirma Rodríguez.
LUCÍA MERLE Consecuenc­ias. “La pandemia produce crecientes miedos individual­es y mayores incertidum­bres sociales. Es un campo fértil para liderazgos no democrátic­os”, afirma Rodríguez.

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