Clarín

España abre sus fronteras a Europa

La nueva normalidad Busca apoyar el turismo, que aporta el 12,5% del PBI. Los españoles pueden desde ayer viajar con libertad. Pero deben mantener medidas sanitarias de seguridad.

- Marina Artusa martusa@clarin.com

El país entró en la etapa post virus, con el fin del estado de alarma que da por terminada una cuarentena de cien días. Con la reapertura de vuelos a casi todos los países de Europa, Madrid busca recuperar el turismo, fuente esencial de su economía. En el regreso a las playas, las medidas de seguridad adoptadas para evitar aglomeraci­ones incluyen drones, sensores, cámaras web y apps. Sigue el uso de barbijo en lugares cerrados y cuando no se pueda respetar la distancia al aire libre. Con cupos limitados reabren bares, restaurant­es, cines, teatros y museos.

Después de pasar la noche más breve del año, sutil souvenir que dejó el solsticio de verano en Europa, España amaneció ayer domingo dejando atrás la primavera más sombría de las últimas décadas y de cara al verano más atípico en lo que va del siglo: sin estado de alarma, lo que equivale a decir sin cuarentena, y con la inquietant­e sensación que el coronaviru­s ya pasó pero sigue estando.

Los españoles pusieron así un pie ayer en la normalidad post-Covid. Ya pueden salir, viajar y hasta recibir turistas. Sin embargo deberán acostumbra­rse, por ahora y hasta nuevo aviso, a no abandonar el uso del barbijo en espacios cerrados, y al aire libre cuando no se pueda garantizar la distancia física de seguridad, y a llenar bares, restaurant­es, teatros, cines y museos según los cupos de público limitados por las reglas de cada comunidad autonómica.

En un intento desesperad­o por rescatar el verano para el turismo, una industria que aporta el 12,5% del PBI español, visitantes de los países europeos de la zona Schengen y del Reino Unido pueden entrar a España, a partir de ayer domingo, y sin obligación de cumplir los 14 días de cuarentena que el gobierno impuso entre el 15 de mayo y el 20 de junio para quienes ingresaban en su territorio. A pedido de Portugal, la apertura con el país vecino será a partir del 1 de julio. La zona Schengen está integrada por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenst­ein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza.

El anuncio para los ingleses lo hizo el sábado la ministra de Relaciones Exteriores, Arancha González Laya, menos de 24 horas antes de la apertura de fronteras. El gesto español de bienvenida no cosechó, sin embargo, reciprocid­ad: el Reino Unido no levantó por ahora la cuarentena para los españoles que viajen allí. El año pasado, 18 millones de turistas británicos pasearon por Canarias, las islas Baleares y la costa mediterrán­ea y más de 400.000 viajan seguido a España porque se compraron una casa aquí.

Volvieron así las lágrimas y la emoción de los reencuentr­os en el aeropuerto de Barajas con la llegada de los primeros visitantes, familiares y amigos no residentes en España que quedaron varados del lado de afuera. España recibió este domingo 100 vuelos del exterior cuyos pasajeros debieron pasar un triple control: señalar si se contagiaro­n con Covid-19, en qué condicione­s transitaro­n la enfermedad y cuáles son sus datos para poder ser contactado­s mientras permanezca­n en España; pasar por una cámara térmica donde se les controla la temperatur­a y prestarse a un examen visual. Si algo no da bien, los pasajeros son derivados al servicio médico de la comunidad autonómica en la que se encuentren para ser evaluados con mayor profundida­d.

Desde hace una semana llegan a Baleares turistas alemanes en un plan piloto que busca recuperar visitantes proponiend­o a la islas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera como destinos seguros desde el punto de vista sanitario.

Drones, sensores, cámaras web, aplicacion­es móviles, controles del acceso y parcelas de arena son algunas de las medidas de seguridad que se han adoptado para evitar las aglomeraci­ones en las playas de España que desde ayer, sin restriccio­nes en la movilidad, y con fronteras abiertas, se convierten en el principal destino turístico del país.

En Madrid reabrieron los Teatros del Canal pero sólo con permiso para recibir a un tercio de su público. Unos 227 espectador­es con barbijo y a quienes se les tomó la temperatur­a antes de entrar asistieron esta semana a ver el espectácul­o de apertura del festival Madrid en Danza, El amor brujo. Al llegar a la sala descubrier­on que ya estaba poblada: cientos de maniquíes sentados en las butacas que debían permanecer vacías según la distancia de seguridad les dieron la bienvenida.

Con la salida del estado de alarma los españoles recuperaro­n la libertad de movimiento­s, pero las restriccio­nes no se levantarán por completo y cada región establece las suyas.

“La advertenci­a es clara: el virus puede volver y puede sacudirnos de nuevo en una segunda ola y tenemos entre todos que evitarlo a toda costa”, dijo el presidente Pedro Sánchez el sábado, en un mensaje institucio­nal en el que anunció el adiós al estado de alarma que mantuvo a toda España encerrada durante casi 100 días.

La pandemia produjo aquí casi 250.000 contagios y le provocó la muerte a unas 28.000 personas. “Cada uno podemos ser un muro frente al virus o una vía de contagio”, dijo Sánchez apelando a la responsabi­lidad individual de los 47 millones de españoles, el 95% los cuales no tuvo ningún contacto con el Covid-19. ■

Drones, sensores y cámaras web se han colocado en playas para evitar aglomeraci­ones.

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REUTERS Barajas. La Guardia Civil controla la llegada de vuelos en Madrid.
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REUTERS Arribo. Un grupo de turistas llega al aeropuerto internacio­nal de Mallorca al reabrirse la frontera.

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