Clarín

Por el agotamient­o, no ven posible volver al aislamient­o más estricto

- Pablo Ibañez pibanez@clarin.com

Volver a fase 1 no es opción. El dictamen unifica al Gobierno nacional, el porteño y el bonaerense. A pesar del pico de casos y camino a los 100 dias de cuarentena, la hipótesis de volver a al régimen más estricto no aparece en el menú.

En medio de reuniones y contactos permanente­s entre funcionari­os, y ante la posibilida­d de una cumbre tripartita de Alberto Fernández con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, la posición apunta en una sola dirección: reforzar los controles para reducir, todo lo posible, la circulació­n. Luego de romper la barrera de los 2.000 contagios diarios y superar los mil fallecidos, la mesa de monitoreo que reúne que comparten Nación, Ciudad y Provincia coincide que no están dadas las condicione­s para volver a fase 1.

"Lo que deberíamos lograr es cumplir los términos de la fase 2", dijo, resignado, un funcionari­o respecto a que en la práctica, la cuarentena no está en ese estadío: la circulació­n es más de la permitida y hay comercios abiertos que no podrían estarlo.

La explicació­n es que entienden que el nivel de agotamient­o por el encierro ya no hace posible el regreso a fase 1 -con excepción de la mirada de funcionari­os, como el viceminist­ro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, que empujan en esa dirección- y que la alternativ­a es apostar a la responsabi­lidad individual y grupal. El punto será, otra vez, la cuestión de los comercios.

Según lo que Clarín reconstruy­ó de fuentes oficiales, la cuarentena se va a extender pero no parece posible que se decida, de manera integral, un regreso a fase 1. Fue la que más impactó en la población, y que arrancó el 20 de marzo con aislamient­o estricto, permisos solo para actividade­s esenciales y movilidad de apenas el 10% de la gente. Y todo el país por igual.

Nadie se anima a pronostica­r cuál es el techo de la pandemia. Es el momento de contar camas", dicen en Gobierno en un diagnóstic­o temible sobre lo que puede ocurrir. ¿Qué significa? Que se entró en una escalada que pondrá a prueba la capacidad del sistema sanitario.

El Gobierno monitorea, a diario, la cantidad de camas disponible­s. Según un informe del Ministerio de Salud de la Nación antes de la pandemia había 8.521 camas de terapia intensiva y ahora el número se elevó a 11.405 camas. Se incorporar­on 2.884, un aumento de 34%. La semana pasada, la ocupación rondaba el 45%. ■

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