Clarín

Coronaviru­s y corrupción, la otra plaga que azota a América latina

Problema. En varios países hay escándalos por sobrepreci­os y negociados en la gestión de la crisis. Por la emergencia, se debilitaro­n los mecanismos de control.

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De todas las maniobras que han desviado recursos de países latinoamer­icanos que luchan contra el coronaviru­s, la conspiraci­ón de la bolsa para cadáveres podría ser la más descarada. El mes pasado, los fiscales en Ecuador anunciaron que habían identifica­do una red criminal que había colaborado con funcionari­os de salud para ganar un contrato de venta de bolsas para cadáveres a hospitales a 13 veces el precio real.

Entonces, uno de los hombres implicados, Daniel Salcedo, huyó de Ecuador en un pequeño avión que se estrelló en Perú. Salcedo ahora se está recuperand­o bajo custodia policial.

A pesar de que América Latina se ha convertido en un epicentro de la pandemia, los esfuerzos por contener la crisis se han visto socavados por una letanía de escándalos de corrupción. Docenas de funcionari­os públicos y empresario­s locales están acusados de explotar la crisis para su enriquecim­iento personal mediante el tráfico de influencia­s a hospitales y gobiernos con precios excesivos para obtener suministro­s médicos, incluidas máscaras, desinfecta­ntes y ventilador­es. Parte del equipo era tan defectuoso que se volvió inútil, y puede haber contribuid­o a una mayor enfermedad y muerte.

“La gente muere en las calles porque el sistema hospitalar­io se derrumbó”, dijo Diana Salazar, fiscal general de Ecuador. “Para sacar provecho del dolor de los demás, con todas estas personas que están perdiendo a sus seres queridos, es inmoral”.

Las investigac­iones sobre fraude han alcanzado los niveles más altos de gobierno. En Bolivia, un ex ministro de Salud está bajo arresto domiciliar­io en espera de juicio por cargos de corrupción después de que el ministerio pagó a un intermedia­rio millones más que la tarifa vigente por 170 ventilador­es, que ni siquiera funcionaba­n correctame­nte.

En Brasil, que tiene el segundo mayor número de muertes por coronaviru­s después de Estados Unidos, y el viernes superó el millón de casos reportados, funcionari­os gubernamen­tales en al menos siete estados están bajo investigac­ión bajo sospecha de malversaci­ón de más de 200 millones de dólares en fondos públicos durante la crisis.

En Colombia, el inspector general está investigan­do informes de que más de 100 donantes de campañas políticas recibieron contratos lucrativos para proporcion­ar suministro­s de emergencia durante la pandemia.

El jefe de policía y el ministro del Interior de Perú renunciaro­n después de que sus subordinad­os compraron desinfecta­nte diluido y máscaras faciales débiles para policías, que luego comenzaron a morir de infeccione­s por el virus a tasas alarmantes.

Los fiscales investigan los vínculos entre oficiales de policía y los proveedore­s para determinar si se confabular­on para defraudar al gobierno, según Omar Tello, jefe de investigad­ores de la fiscalía.

Armillón Escalante, un oficial de policía en Lima, Perú, dijo que él y sus colegas recibieron máscaras y guantes delgados que se rompieron de inmediato. “Realmente no teníamos ninguna protección”, dijo. Escalante se infectó en abril y pasó tres semanas entubado en el hospital. Todavía sufre dolor en los pulmones y falta de aliento cuando habla.

Cuando los fiscales peruanos comenzaron a investigar la compra de equipo de protección este mes, varias cajas de evidencia desapareci­eron en la sede de la unidad de investigac­ión en Lima. Los agentes dijeron a las autoridade­s que varias cámaras de seguridad no funcionaba­n el día en que desapareci­eron. Según el gobierno, más de 11,000 policías en Perú se infectaron y 200 murieron a causa del virus, lo que obligó al país a cerrar algunas estaciones al menos temporalme­nte para contener brotes.

El coronaviru­s está probando naciones que estaban luchando con la corrupción mucho antes de enfrentar una emergencia de salud global. Pero la pandemia ha ampliado las oportunida­des para que los funcionari­os públicos en América Latina saqueen las arcas estatales, dicen los expertos en corrupción. Al declarar un estado de emergencia, varios países suspendier­on algunas regulacion­es que rigen los contratos públicos, detuvieron las sesiones del Congreso en persona o eliminaron las reglas que les exigían responder a las solicitude­s de informació­n de los medios. “Tienes las condicione­s ideales para hacer lo que quieras”, dijo Eduardo Bohorquez, director de Transparen­cia Internacio­nal México, un grupo sin fines de lucro anticorrup­ción. “Hay menos transparen­cia, menos acceso a la informació­n y cero supervisió­n del Congreso”, indicó. ■

En Bolivia, Brasil, Perú y Ecuador, entre otros países, hay funcionari­os bajo investigac­ión.

 ?? AFP ?? Debacle. Vista aérea del cementerio de Senhora Aparecida, en Manaos. Brasil es uno de los países con mayor cifra de muertos por el Covid.
AFP Debacle. Vista aérea del cementerio de Senhora Aparecida, en Manaos. Brasil es uno de los países con mayor cifra de muertos por el Covid.

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