A dos décadas de la primera Libertadores con Bianchi
Un día de celebraciones en azul y oro. Imposible olvidar la noche de Morumbí, hace 20 años, cuando Boca obtenía su tercera Copa Libertadores y la primera del exitoso ciclo de Carlos Bianchi en el club.
“Siempre dije que en el fútbol se puede tener buenos, regulares o malos jugadores, pero si no son inteligentes no sirve de nada. Ese plantel de Boca tenía 20 jugadores inteligentes” dijo Bianchi a Telam.
Boca y Palmeiras habían empatado 2-2 en la Bombonera y 0-0 en el Morumbí de modo que hubo que definir por penales. Fue 4-2 con destacada actuación de Oscar Córdoba quien detuvo dos penales y grito de desahogo cuando otro colombiano, Jorge Bermúdez, convirtió el último disparo. Antes habían marcado Guillermo Barros Schelotto, Juan Román Riquelme y Martín Palermo. Como si fuera el destino el que bajaba su dedo hacia el césped, fueron protagonistas todos los jugadores clave de aquel equipo. Había cerca de 70.000 personas en el Morumbí y alrededor de 10.000 hinchas de Boca habían acompañado al plantel.
Además de Córdoba al arco, Bermúdez y Samuel como centrales, jugaban Ibarra y Arruabarrena en los laterales. José Basualdo, Sebastián Battaglia y Cristian Traverso jugaron el partido de la consagración más el tridente Román-Guillermo-Palermo. El Chelo Delgado, Serna, Marchant,
Barijho, Gustavo Barros Schelotto, Navas, La Paglia y Alfredo Moreno fueron los otros destacados de aquella campaña.
“Ese año lo habíamos comenzado mal porque tuvimos muchas lesiones, aunque siempre primero estuvo el equipo. En enero yo no tenía Palermo, se rompió los ligamentos Serna y Bermúdez estuvo durante un tiempo desgarrado. Eran gran parte de mi columna vertebral”, recordó Bianchi sobre aquel equipo.
En efecto, Serna se había roto los ligamentos en un amistoso de verano en el clásico con River y no estuvo en las finales. El técnico ya había levantado una Libertadores en el mismo escenario y por misma vía de los penales en 1994, cuando se consagró con Vélez, pero ante Cruzeiro. Seis años después mantenía a Julio Santella y Carlos Ischia en su cuerpo técnico y había sumado a Carlos Veglio.
Aquella noche fue la continuidad de los éxitos locales y el inicio del gran ciclo que siguió con la conquista de la Intercontinental ante Real Madrid y dos Liberadores más. Como para olvidarse o no celebrar. ■