Camino despejado hasta el 2036
El referéndum obtuvo un 76,4% de respaldo. El presidente ruso, que gobierna desde hace 20 años y debía culminar su mandato en 2024, podrá ahora optar por otros dos períodos. Las enmiendas también modifican cuestiones sociales y religiosas.
Tuvo 76,4% de apoyo en el referéndum. Podrá seguir otros dos períodos en la presidencia de Rusia.
Con un apoyo abrumador de la ciudadanía, el presidente ruso Vladimir Putin se encamina a archivar después de 30 años la Constitución postsoviética, símbolo de la era de Boris Yeltsin, y a reescribir la nueva Carta Magna que podría eternizarlo en el poder.
El referéndum que habilita las reformas fue aprobado por el 76,4% de los votos contra el 22,7% que lo rechazó, según datos provisorios de la Comisión Electoral Central (CEC). Hubo una alta participación para un tema controvertido, ya que asistió a las urnas el 64,9% del padrón.
Putin, quien finaliza su mandato en 2024, ya gobernó el país durante 20 años con distintos cargos. Pero la nueva Constitución, con las reformas que introducirán, le permitirá eludir el límite de dos períodos presidenciales consecutivos y permanecer potencialmente en el Kremlin hasta 2036. Con esta reforma el mandatario no sólo evita la lucha por la sucesión, que ya comenzaba a insinuarse, sino también consolida férreamente su herencia política.
La votación se realizó durante seis días, para cerrar las urnas finalmente este miércoles, un mecanismo utilizado por primera vez con el fin de evitar aglomeraciones en medio de la pandemia de la Covid-19. Para la oposición sólo fue un pretexto que permitía incurrir en fraude y en la manipulación de los resultados.
De hecho, hubo denuncias de presiones sobre los votantes y otras irregularidades. “Observamos las regiones vecinas y las anomalías son obvias; hubo regiones en las que la participación fue inflada artificialmente”, dijo Grigory Melkonyants, director del grupo de monitoreo Golos.
Si bien el espíritu central de la reforma es la permanencia de Putin en el poder, se introducen cambios importantes y de diversa naturaleza. Comprende 206 enmiendas vinculadas a modificaciones en la vida política y social de la Federación Rusa.
Algunas rediseñan varios órganos estatales aumentando, de hecho, los poderes del jefe de Estado. Otros dan valor constitucional al patriotismo y a los principios conservadores promovidos por Putin en estos 20 años.
La “nueva Constitución” contradice algunos principios de la era soviética y barre con derechos de género que se están imponiendo en varios países. El matrimonio, por ejemplo, es definido como “una unión entre un hombre y una mujer”, intensificando la prohibición de los enlaces gay en un país en el que los derechos de las minorías sexuales no son tenidos en cuenta.
Otro punto clave es la inserción de una referencia directa a la “fe en Dios”, algo impensado en la URSS.
Se prohíbe minimizar la contribución soviética en la lucha contra el nazismo y ceder a otros países partes del territorio ruso: un modo este último de reiterar que Moscú no pretende restituir a Ucrania la península de Crimea, anexada, de hecho, por Rusia en 2014. Por último, se afirma que Rusia es la heredera de la URSS y se legitiman así las intenciones del Kremlin en el ajedrez internacional.
De todas maneras, los cambios políticos siguen siendo centrales en esta iniciativa, y despiertan la indignación de la oposición. Estipula que el jefe del Estado podrá imponer a su propio candidato a premier, incluso sin disolver la Duma (Parlamento) en el caso de que ésta rechace tres veces la persona elegida por el presidente para guiar el Ejecutivo.
El Presidente podría también destituir a los jueces de la Corte constitucional y de la Corte Suprema y “dirigir el trabajo general del gobierno”, que
Hubo denuncias de presiones sobre los votantes y otras irregularidades.
Una enmienda introduce la referencia a “la fe en Dios”, algo impensado en la época soviética.
así de hecho queda subordinado al Kremlin, al cual el futuro de los ministros responderá directamente. Los ex presidentes se convertirán en senadores vitalicios obteniendo inmunidad parlamentaria
Se refuerza el Consejo de Estado, que hasta ahora solo tuvo una función consultiva y se transforma en un órgano de relevancia constitucional con poder de indicar “la dirección de la política interna y de la exterior y las prioridades socio-económicas” del país. Por esta razón no es de excluir que Putin pueda un día presidir este instituto.
En los hechos, la reforma le da mucho mayor poder al mandatario y lo perpetúa en el poder. ■