El Gobierno creó un comité de asesores en Bioética
Dará líneas generales pero las decisiones de asignar camas las tendrá cada hospital. Es ad honorem.
El Gobierno ordenó la creación de otro comité asesor, que convivirá con el de expertos en el que participan Pedro Cahn, Eduardo López y otros infectólogos y epidemiólogos. Este grupo, asesor del Ministerio de Salud de la Nación, será la mesa chica de consulta de algunas de las decisiones que pueden ser las más difíciles de la pandemia. Se llamará Comité de Ética y Derechos Humanos en Pandemia Covid-19 (CEDHCOVID19) y estará formado ya no por infectólogos sino por expertos que entiendan en los dilemas bioéticos que plantea tener casi 40.000 personas con la infección en curso, más de 500 internadas en terapia intensiva y el 50,6% de las camas de terapia ocupadas en el país.
Sus miembros trabajarán ad honorem y durará lo que dure la pandemia. Dará recomendaciones “macro”. Pero la decisión de a quién se le asigne una cama en terapia intensiva o un respirador -o plasma de recuperado-, seguirá siendo una decisión “micro”, a cargo del comité de bioética de cada hospital o clínica .
“Habrá que ver si el ministerio requiere que hagamos un protocolo así”, dice a Clarín Ignacio Maglio, abogado especializado en Salud Pública, parte del Consejo Directivo Red Bioética Unesco y uno de los miembros del comité.
La indefinición se debe a que recién en veinte días se fijará el reglamento, es decir, resta definir el modo en que ejercerá su función asesora y consultiva.
“El comité se abocará a generar recomendaciones éticas en apoyo de la tarea sanitaria de esta cartera de Estado durante el contexto de la pandemia de Covid-19”, se limita a decir la resolución 1092, firmada el martes por Ginés González García , ministro de Salud de la Nación.
Lo que pudo saber este diario es que la privacidad y libertad en pandemia será uno de los puntos de cuidado.
Por ejemplo, alguno de los temas que podría abordar el comité es cómo debería protegerse la confidencialidad en el seguimiento de contactos estrechos o cómo asegurar la privacidad en caso de utilizar geolocalización de casos sospechosos o confirmados.
“La bioética tiene amplios espacios de intervención. Como la ética del confinamiento, ética en la asignación, ética en la investigación biomédica, ética ambiental”, detalla Maglio.
Las recomendaciones que haga pueden partir de los expertos o dar respuesta a consultas específicas del ministerio.
El abogado compartirá un lugar en el nuevo comité con expertos de diferentes especialidades académicas y clínicas pero, la mayoría, ligados a la filosofía. Estos son los que integran el grupo asesor: Florencia Luna, directora del Programa de Bioética de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; la jueza Silvia Liliana Brussino; Diana Cohen Agrest, filósofa y magíster en Bioética; Andrea Laura Macías, médica especialista en Medicina General; Marcela Firmenich, eticista del Comité de Etica Central en el Ministerio de Salud de la Provincia; Norberto Ignacio Liwski, especialista en Pediatría Social; María Luisa Pfeiffer: doctora en Filosofía e investigadora del Conicet; Juan Carlos Tealdi, director del Comité de Ética y del Programa de Bioética del Hospital de Clínicas; Marisa Sandra Aizenberg, abogada diplomada en Derecho a la Salud; Nélida Susana Larroca, especialista en Perfeccionamiento en Biotécnica de la Secretaría de Ciencia, Técnica y Coordinación de la Universidad de Mar del Plata; Pascual Valdez, ex presidente de la Sociedad Argentina de Medicina; Susana María Vidal, especialista para América Latina y el Caribe en Bioética y Ética de la Ciencia, y Maglio, abogado experto en Salud Pública parte del Consejo Directivo de la Red de este tema de la Unesco.
Vale recordar que hace dos meses, la Dirección Nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación Sanitaria -la órbita dentro de la que funcionará este nuevo comité- había solicitado a 16 entidades científicas y médicas lineamientos para la redacción de una guía bioética de asignación de recursos en caso de que colapse el sistema sanitario y haya que elegir qué infectados recibirán tratamiento.
Ese protocolo oficial aún no existe. Al menos, no de manera pública. Por la demora, unas 17 sociedades clínicas -como la Sociedad Argentina de Terapia intensiva (SATI) y la Sociedad Argentina de Emergentología- se unieron y publicaron un protocolo “privado”, que no tiene carácter obligatorio, pero que es de acceso público para los comités de cada centro de salud. ■
Está formado por médicos, abogados y filósofos. Aún no tiene reglamento.