Messi Renovación en duda
Por la crisis del equipo, mientras Real se aleja, frenaría las negociaciones para seguir desde 2021.
En Barcelona no se viven buenas horas después de la reanudación del fútbol en España tras el freno obligado por el coronavirus. Luego del 2-2 del martes ante Atlético de Madrid y de haber quedado a cuatro puntos de Real Madrid en la pugna por La Liga, quedaron a la vista de todos las costuras en el poderoso club catalán. Y si el clima ya estaba enrarecido por el flojo funcionamiento del equipo y por el evidente distanciamiento del plantel con el cuerpo técnico que conduce Enrique Setién, nada sacudió tanto los cimientos como una noticia que surgió ayer a última hora desde Madrid: según la cadena SER, el deseo de Lionel Messi es no renovar su contrato y buscar un nuevo horizonte a partir de julio de 2021.
El mismo medio afirma que el argentino, que acaba de llegar a los 700 goles como profesional, decidió unilateralmente frenar las negociaciones con los directivos del Barcelona, que parecían estar bien encaminadas, a partir de todos los cortocircuitos que se generaron en el último tiempo.
El descontento de Leo se justifica a partir del mal nivel de juego que muestra el equipo, que se refleja en los escuetos resultados obtenidos en las últimas tres jornadas. Con los empates ante Sevilla, Celta y Atlético de Madrid, Barcelona prácticamente le sirvió en bandeja el título al Real Madrid, que al regreso del fútbol estaba dos puntos abajo en las posiciones y pasó -con su andar perfecto, de seis victorias consecutivas- a ponerse cuatro unidades arriba a cinco fechas del final de la Liga.
Messi ya había manifestado su manera su bronca con actitudes inusuales como el desplante durante el partido ante Celta a Eder Sarabia, ayudante de campo de Setién. Algo que fue muy comentado en medios de todo el mundo y que ayudó a acentuar su malhumor.
Uno de los puntos que estaría haciendo rever su rol en el equipo son las sistemáticas críticas que recibe y los cada vez más repetidos contrapuntos con la dirigencia. Como nunca antes en la era Messi, el Barcelona depende de los arrestos individuales del argentino. Ni siquiera el aire fresco que llegó con la incorporación de Ansu Fati y Riqui Puig al once titular sirve como revulsivo para un equipo previsible y que lastima poco y nada a las defensas rivales.
El 25 de noviembre de 2017 fue la última renovación del rosarino y la octava desde que surgió de las divisiones inferiores del Barça. Aquella firma de contrato no fue una más, ya que su cláusula de rescisión pasó a ser de 700 millones de euros. En la letra chica, no obstante, Messi siempre tiene a mano una cláusula gatillo que le permite romper el vínculo. Pero al no ejecutarla en mayo pasado, su estadía en el club catalán se estiró automáticamente hasta junio de 2021. Esa parece ser ahora la fecha límite para el idilio entre Messi y Barcelona de acuerdo con la versión que salió desde la Cadena SER y se transformó en la noticia principal de los diarios más importantes de España y del mundo.
Ojo, todo puede cambiar si los catalanes arman un equipo nuevo que le permita a Messi volver a sonreír y, sobre todas las cosas, competir. ■