Clarín

Pese al nuevo escándalo, Kicillof llamó a Berni y lo mantiene en el cargo

Fue luego de la queja de Frederic por los gritos del bonaerense en un retén. La pelea arrancó con la gestión.

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Sergio Berni llegó pasadas las 7 a su oficina en Puente 12, con la intención -y la instrucció­n de Axel Kicillof- de dar vuelta la página y bajarle el tono al nuevo cruce que había protagoniz­ado con Sabina Frederic en el primer día de la cuarentena rígida por coronaviru­s. Lo esperaban los subsecreta­rios Darío Ruiz (Coordinaci­ón de Políticas de Seguridad) y Javier Alonso (Formación y Desarrollo Profesiona­l) y otros seis funcionari­os a los que convocó a primera hora, con el objetivo de dejar atrás su día de furia.

En rigor, más allá de insistir en que repetiría su aparición para agilizar un control, el ministro ya había cambiado el chip en una entrevista que dio en el cierre de la jornada frenética. Venía de hablar dos veces con el gobernador bonaerense, quien buscó calmarlo y pedirle que pusiera fin a la discusión mediática.

No hubo, aseguran desde los entornos de ambos dirigentes, retos ni reproches. Sí, aclaran, "mucho diálogo" y la coincidenc­ia en la necesidad de dejar atrás el escándalo y "trabajar para la gente". Nadie dudó, sostienen, en la continuida­d del "Loco", como denominan al funcionari­o que Cristina Kirchner respalda a pesar de la polémica. "A mitad del río es muy difícil (cambiar)... Además, no hay otro nombre para este cargo”, repiten y admiten desde la gobernació­n, casi como un mantra, ante cada nuevo capítulo de la interna que Berni protagoniz­a con Frederic.

"¿Por qué voy a renunciar? Yo tengo un compromiso con el gobernador que he asumido y es inclaudica­ble", también despejó dudas el ministro en una entrevista con el canal América. No fue el único guiño de Berni a su jefe luego de exponerlo al reclamo de Frederic. También allí aprovechó para desmentir su supuesta ambición de ser candidato: "Soy una persona extremadam­ente leal a mí y mis principios. Y me parecería una falta de respeto y una deslealtad intentar generar un cargo político sin el consentimi­ento de aquel que me dio la oportunida­d".

Aunque evitó dar más detalles, Berni contó el concepto de lo que habló con Kicillof: "Le expliqué lo que hice, él después determinar­á si estuvo bien o mal", se limitó a responder en TV. De esa frase, sin embargo, se desprende parte del análisis que hacen en la Provincia sobre el accionar del ministro. "Lo peor de todo es que lo que hizo, que fue pedir que destraben el retén para dejar pasar a las ambulancia­s, está bien. El problema son las formas", apuntan. Y reconocen la capacidad de trabajo del ministro.

Pero, del mismo modo que, al menos por ahora, se garantiza su continuida­d, en La Plata es un secreto a voces que Berni no fue la primera opción de Kicillof para ocupar el cargo, sino la única. Nadie duda de que si el gobernador dispusiera en materia de seguridad de un nombre al que recurrir, como tuvo para Desarrollo Social a Andrés "Cuervo" Larroque cuando dejó ir a Fernanda Raverta a la ANSeS, el escenario sería distinto.

Con Alberto Fernández decidido a "no meterse" -según repiten en el entorno presidenci­al-, y Cristina, acaso la única que puede fijarle límites a Berni, también mirando pasiva la interna, Kicillof cargará con la responsabi­lidad de zanjar la discusión. Es un tema que le preocupa. "Fue un día duro para Axel", admiten los pocos a los que el mandatario les dedicó unos minutos este miércoles.

Por lo pronto, en el Ministerio de Seguridad de la Nación resaltaron la reacción del gobernador y celebraron el cambio en el tono de Berni que se advirtió en la nota que dio por la noche. "Bajó varios cambios, estuvo bien", evaluaron cerca de Frederic ante la consulta de Clarín. Y remarcaron, casi como un logro, que el propio ministro destacó que la relación institucio­nal entre ambas carteras "mejoró", ya que "empezaron a llegar" los efectivos federales que reclamaba desde que asumió. Pero igual, en Seguridad de Nación temen que la calma sea momentánea. "Esperamos que en unos días no vuelva al ataque, como pasa siempre", completaro­n. Por las dudas, Frederic y su equipo acordaron llamarse a silencio.

Las fricciones entre ambos ministros persisten desde arranque. Primero fue por la defensa de Berni al uso de pistolas Taser. Luego, en el primer encuentro, se produjo otro cruce. “Siéntese ministro, por favor. ¿Hay algún problema?”, soltó Frederic al contemplar que Berni permanecía inmóvil, junto a la mesa de su despacho en Gelly y Obes. Sus secretario­s y los jefes de las fuerzas federales observaban desconcert­ados. “Usted me dijo que nos íbamos a juntar nosotros solos, pares, a solas”, soltó el bonaerense, Y remató: . “No estoy para estas cosas ni tengo tiempo. Ya los conozco a todos, ministra. Si quiere le repaso el “prontuario” de todos”. ■

 ?? MARIO QUINTEROS ?? Puente La Noria. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, en un puesto de control de acceso de vehículos a la Capital.
MARIO QUINTEROS Puente La Noria. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, en un puesto de control de acceso de vehículos a la Capital.

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