Identifican en Floresta un nuevo centro clandestino de detención
El juez federal Daniel Rafecas identificó un inmueble que habría funcionado como centro clandestino de detención en la última dictadura militar (1976-1983) en Floresta y dispuso la "prohibición de innovar" para que no sufra alteraciones, además de ordenar un registro fílmico y fotográfico del sótano del lugar.
"Hicimos un descubrimiento importante para avanzar en las investigaciones. Veníamos con muchos testimonios que nos indicaban que existió un centro clandestino de detención que dependía de la SIDE y que estaba muy cerca de Automotores Orletti, otro lugar de reclusión por el cual hubo un juicio que terminó con más de doce condenados. Pero hasta el momento no podíamos descubrir dónde se encontraba", sostuvo Rafecas en diálogo con AM 750 al confirmar esta hallazgo.
La vivienda es actualmente una casa de familia y está ubicada en la misma manzana en la que funcionó el centro clandestino de detención "Automotores Orletti".
En el lugar hay un pequeño sótano en el cual habrían sido alojadas personas secuestradas, según testimonios brindados en la causa penal.
Según la pesquisa, en la casa ubicada en Bacacay 3570 habría funcionado un centro clandestino de detención dependiente de la ex secretaría de Inteligencia del Estado en la dictadura, al mando del fallecido general del Ejército Otto Paladino.
La investigación es parte de la megacausa por violaciones a los derechos humanos cometidos en el ámbito del Primer Cuerpo del Ejército, vinculada a delitos de lesa humanidad en el centro de detención "Automotores Orletti" en Floresta.
El centro clandestino habría funcionado con anterioridad o en simultáneo a "Orletti" y el dato de su existencia surgió por testimonios de sobrevivientes que hasta el momento no habían podido precisar su ubicación exacta.
Pero el juzgado recibió documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos sobre la dictadura y allí se hizo mención precisa al domicilio ahora identificado. El inmueble habría sido alquilado por la SIDE hasta 1977, cuando se vendió. Los testimonios en la causa indican que las víctimas "eran introducidas encapuchadas, alojadas en habitaciones precarias o en el pequeño sótano de la propiedad, y sometidas a torturas. ■