“Sextorsión” desde la cárcel: un preso se hacía pasar por mujer para seducir a sus víctimas
Contactaba a hombres con perfiles falsos en las redes y les pedía fotos desnudos. Luego les exigía dinero para no difundirlas. Investigan si cometió otras estafas.
El negocio era a distancia. Desde la Unidad 13 del penal de Junín un detenido usaba un celular para recaudar. Rodrigo Villareal (39) creó perfiles falsos y agregaba hombres de esa localidad y también de San Nicolás. Desde el pabellón 7 los seducía por chat haciéndose pasar por una mujer y les enviaba fotos eróticas. Después le pedía otras en retribución. Con ese material, el “sexting” pasaba a convertirse en una extorsión.
El detenido amenazaba a sus víctimas con exponer las fotos en grupos de la ciudad y con contarle a sus familias lo que habían hecho. A una de las víctimas le sacaron $ 30 mil. Pero no se conformaron: volvieron a pedirle una segunda cuota de dinero, el hombre se cansó y denunció lo que estaba pasando. Las fotos, el engaño y los chat comprometedores fue el combo que todos quisieron ocultar.
La cuenta en la que tenían que depositar el dinero producto de la extorsión era de la pareja del detenido, identificada por fuentes del caso como Cintia. Los investigadores cruzaron los teléfonos y detectaron al menos tres casos: sospechan que puede haber más y que, por vergüenza, no se atrevieron a denunciar.
El delito no terminaba ahí. Mientras que durante la noche buscaban hombres que se dejaran seducir, por la mañana intentaban engañar a beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Esa estafa proliferó durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, tanto que la ANSeS presentó 156 denuncias en distintos juzgados contra este tipo de estafadores que simulan ser empleados del organismo con el fin de captar y engañar a posibles beneficiarios del bono de emergencia por la pandemia.
La modalidad que usaba este hombre y - sospechan- su compañero de celda, era la misma. Llamaban a teléfonos aleatorios o desde páginas de Facebook con el logo de la ANSeS para contactar sus víctimas.
Los números de teléfono que usaban habían quedado registrados por los relatos de las víctimas de esa estafa que sí denunciaban la maniobra. A ellos, les sacaban las claves y los datos de las cuentas bancarias con la excusa de que necesitaban la información para hacer los pagos. Después vaciaban las cuentas.
El CBU al que transferían ese dinero era el mismo utilizado para los depósitos de la “sextorsión”, por eso la mujer de 30 años quedó detenida y acusada por los delitos de extorsión, estafas y tentativa de estafa. Igual que su novio, que ya está preso por robo pero también será acusado por estos delitos. Investigan si hay más personas privadas de su libertad vinculadas al engaño.
Si bien trascendió que la mujer era quien difundía fotos de su cuerpo para llevar adelante los engaños, fuentes del caso confirmaron a Clarín que no era así. Usaban imágenes obtenidas de Internet o de perfiles de otras mujeres de Junín.
“Les pedían reciprocidad en las imágenes íntimas, ellos accedían, les enviaban fotos de los genitales. Y una vez atrapados, los empezaban a presionar. El problema es que no se conformaban y seguían exigiendo más pagos, por eso las denuncias. Cayeron por eso y porque los teléfonos ya estaban involucrados en varios delitos”, explicaron las mismas fuentes.
Ahora analizan si hay más víctimas que hayan hecho depósitos en esa cuenta rastreando los movimientos y si surgen otras estafas desde esos teléfonos celulares. También si la mujer participaba de los chats o se hacía llamados telefónicos para concretar los engaños.
La investigación quedó en manos de Sergio Terrón, de la fiscalía de Junín, de la DDI de San Nicolás y de Junín. ■
Una víctima pagó $ 30.000. Cuando le exigieron más plata hizo la denuncia.