Clarín

El City y su extraña forma de agasajar al campeón

-

El fútbol volvió a dejar en ridículo a los números. Manchester City recibió al campeón Liverpool, lo agasajó con un pasillo y aplausos, luego lo goleó 4-0 y recién entonces achicó la distancia en la tabla a 20 puntos.

De arranque, cada uno pudo plasmar su juego y fue el Liverpool el que lució más cómodo. Pero el que golpeó primero fue el local en una maniobra difícil de ver: un jugador del Liverpool perdiendo un mano a mano en el área. Fue Joe Gomez contra Sterling. El defensor quedó mal perfilado, dejó girar al atacante, lo agarró y cuando Raheem se tiró el juez cobró penal. Kevin De Bruyne, el mejor de los de Guardiola, puso el 1-0.

El gol rompió los moldes. El ejemplo perfecto fue el 2-0. Un gol de esos que el Liverpool hizo por decenas. Con su propia medicina festejó el equipo de Pep y dibujó una contra perfecta. Precisión en velocidad: Gabriel Jesús que pivotea y abre espacios, Phil Foden que tira la diagonal y asiste, y Sterling que en la zona de fuego no duda y la clava abajo.

Y si el 2-0 se pareció a un gol habitual de los de Klopp el 3-0 puede encontrars­e en las mejores funciones del Barcelona de Pep. Una pared en el borde del área, futbolista­s que se corren de su posición para beneficio del equipo, juego a un toque. La estética al servicio del fútbol.

Fue Foden el que coronó la gran jugada. Y él mismo la fue armando. Primero combinó con Gündogan y luego invitó a De Bruyne a otra pared. Fue en busca del pase justo del mejor asistidor de la Premier y definió cruzado.

El complement­o fue un partidazo. Sin mediocampo, con llegadas claras a cada avance. Un gol en contra de Oxlade-Chamberlai­n tras un cierre completó la cuenta. Jürgen Klopp lo explicó bien: “Han marcado sus ocasiones y nosotros no. El City merece su victoria al 100%, pero un 5-3 también podría haber sido posible”, estimó.

Es fútbol. Y lo que mucha veces sufrió Guardiola esta vez se convirtió en un consuelo ante el campeón. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina