Liderados por un ícono, piden que se permitan las protestas en los Juegos
El olimpismo impide la “propaganda política, religiosa o racial”. Quejas de los atletas estadounidenses.
La ola de protestas contra el racismo que se generó a partir del crimen del afroamericano George Floyd se propagó con fuerza en el mundo del deporte, al punto que volvió a poner en boca de todos la norma del Comité Olímpico Internacional (COI) que les prohíbe a los atletas realizar cualquier “demostración o propaganda política, religiosa o racial” durante los Juegos. Y aunque el organismo presidido por Thomas Bach había asegurado hace unas semanas que está abierto al diálogo para rever esa regla, varios atletas estadounidenses liderados por el ex velocista John Carlos, un ícono de la lucha contra el racismo, le enviaron una carta al COI reforzando la necesidad de que produzca un cambio en su postura.
“Los atletas ya no serán silenciados. El COI y el Comité Paralímpico Internacional no pueden continuar en el camino de castigar o expulsar a los atletas que defienden lo que creen, especialmente cuando esas creencias ejemplifican los objetivos del olimpismo”, escribió el Consejo de atletas del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos.
El comunicado está firmado por los seis miembros del Comité y por John Carlos, quien fue expulsado de los Juegos Olímpicos de México DF 1968 tras levantar un puño en el podio en un saludo de protesta contra el racismo ( Black power) junto con su compatriota Tommie Smith.
El texto continuá con una demanda al COI y al Comité Paralímpico Internacional. “Es necesario desarrollar una nueva política en colaboración directa con representantes de los deportistas que proteja la libertad de expresión de los atletas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Una nueva estructura que celebre a los atletas que levantan la voz para hablar sobre problemas relacionados directamente con los derechos humanos y los siete principios del olimpismo”, sostiene.
Nacido en el barrio neoyorquino de Harlem en 1945, Carlos dejó su marca en México DF 1968 no sólo por lo que logró en la pista del estadio Olímpico al terminar tercero en los 200 metros de atletismo como escolta de Smith y el australiano Peter Norman.
Ya con el bronce colgado y durante la entonación del himno estadounidense, Carlos bajó la cabeza y alzó el puño izquierdo enfundado en un guante negro en señal de protesta por la segregación racial en su país y también en Sudáfrica, en esa época bajo el régimen del apartheid .
Smith también realizó el saludo con el puño derecho que luego se hizo famoso a nivel mundial y se transformó en un símbolo de la lucha con
tra el racismo.
Ellos y Norman portaron además la insignia del “Proyecto olímpico para los derechos humanos, una organización fundada en 1967 por, entre otros, los mismos Carlos y Smith y que había promovido la idea de un posible boicot a los Juegos.
En respuesta a esa protesta el COI ordenó que ambos estadounidenses fueran suspendidos del equipo olímpico y expulsados de la villa. “Las acciones de Smith y Carlos fueron un incumplimiento deliberado y violento de los principios fundamentales del espíritu olímpico”, aseguró en ese momento un vocero del COI. Desde ese día los dos se transformaron en íconos del movimiento contra el racismo en el deporte.
“Los movimientos olímpico y paralímpico celebran a atletas como John Carlos y Tommie Smith exponiendo sus fotos en museos y alabando sus valores olímpicos mientras prohíben a los atletas en actividad a seguir sus pasos. Ellos arriesgaron todo para defender los derechos humanos y sus creencias y continúan inspirando a generaciones de deportistas. Es momento de que los movimientos olímpico y paralímpico les rindan honor a su coraje en lugar de denunciar sus acciones”, reflexionó el comunicado de los atletas.
El sábado Smith también había respaldado el movimiento “Black lives matter” y recordó aquel podio de 1968. “Un puño es un puño. Resuena en todo el mundo. Significa poder, orgullo y fe. Fue mi clamor por la libertad en 1968”, comentó el campeón olímpico. Y agregó: “No podés tener miedo en ponerte en pie de guerra si lo creés de corazón. No esperés hasta mañana para llevar a cabo algo que puede hacerse hoy”. ■