Prueban un “respirador no invasivo” para casos críticos
Lo usaron en 20 pacientes y sólo tres terminaron en terapia intensiva. No requiere anestesia ni intubación.
Un equipo del Hospital Fernández empezó utilizar una “Unidad de Soporte Ventilatorio No Invasivo” para tratar a algunos pacientes con Covid-19 y así evitar la ocupación de respiradores en terapia intensiva. Ya lo usaron en 20 casos, y también se está probando en la Clínica del Sol, el Mater Dei y la Clínica Adventista de Belgrano.
“Lo usamos en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda, a los que se llevaría a una cama de terapia intensiva y se les pondría un respirador durante dos o tres semanas. Nuestro método logró que de esos veinte pacientes, sólo tres llegaran a la terapia intensiva”, dice a Clarín el neumonólogo Guillermo Montiel, a cargo del equipo del Fernández.
“Un paciente que iba a estar dos o tres semanas con respirador pasa a permanecer un promedio de seis días en terapia intermedia y después vuelve a una habitación común. En total su internación puede durar unos diez días”, describe Montiel.
En rigor, según explica el médico, se están empleando dos métodos. “Hay máquinas de alto flujo termohumidificado: una cánula entra a la nariz del paciente, el equipo le administra gran volumen de oxígeno ya tibio y húmedo. La bigotera común de un paciente administra seis litros de oxígeno por minuto y ese dispositivo, sesenta litros. Esto hace que el paciente no tenga que hacer esfuerzo con la nariz para calentar el aire, e infla los pulmones y los deja inflados. Si hay neumonía , que contrae el pulmón, esto contribuye a expandirlos”, según Montiel.
El otro método se usa en los pacientes que necesitan que el oxígeno ingrese con más presión: “Suele usarse para las personas con apneas del sueño o con EPOC. Una máscara abarca la nariz y la boca, es hermética y no hay fuga. También estamos usando el casco, parecido al del astronauta, que puede resultar más cómodo”, señala Montiel. En ambos casos, el paciente no tiene que ser dormido, como sí ocurre cuando debe ser intubado para que lo conecten a un respirador mecánico.
Según explica, un respirador mecánico cuesta entre 15.000 y 20.000 dólares y un dispositivo de alto flujo termohumidificado, unos 5.000. “Los pacientes que finalmente terminan requiriendo respirador son aquellos con mayor lesión pulmonar y con menor oxígeno en sangre. Esperábamos que de los veinte pacientes que tratamos, se redujera al 50%, pero bajó al 15%”, describe Montiel.
El procedimiento tiene cuestionamientos. Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, aseguró: “No se recomienda el uso de dispositivos de alto flujo porque el paciente aerosoliza muchas más partículas virales. Para un sistema así, cada paciente debería estar
internado en una habitación aislada. El material publicado y validado internacionalmente da cuenta de que no está demostrado que mejore la sobrevida, y entre el 30% y el 50% terminan intubados”.
Montiel respondió: “Ya se está usando y ya está salvando vidas.Y el entrenamiento para usarlo es muy simple, mientras que para saber entubar a un paciente hay que formarse durante años”.w