Clarín

Carrió afloja su cuarentena política: ¿podría ser candidata en 2021?

En su entorno dicen que “si los K vienen por todo”, no lo descarta. Apoyo y advertenci­as para Macri y Larreta.

- Martín Bravo mbravo@clarin.com

Elisa Carrió lleva más de 130 días de cuarentena. Había arrancado con la cuaresma a fines de febrero y con la irrupción del coronaviru­s en el país empalmó con un aislamient­o “estricto” en su casa Exaltación de la Cruz, con dos de sus hijos y custodios. Diabética, hipertensa y con problemas cardíacos, asegura que en estos meses no salió ni al pueblo de Capilla y que no lo hará hasta septiembre. Mira documental­es por Netflix y Youtube -los últimos sobre celtas y el Imperio Otomano- y ratifica que está corrida de la coyuntura, aunque en los últimos días salió a respaldar a Mauricio Macri y a Horacio Rodríguez Larreta. También a marcarles límites. Su retiro entró en otra fase, con menor repliegue, ante el nuevo incremento de la confrontac­ión con los K y los primeros escarceos de cara a la próxima disputa electoral.

Desde su cuarentena transmitió “preocupaci­ón” como motivo de la reaparició­n en el escenario político y el aval a los referentes de Juntos por el Cambio, con peros en cada tema. Firmó el comunicado de apoyo a Macri por el avance de la investigac­ión por el presunto espionaje ilegal durante su gobierno, aunque volvió sobre su rechazo a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani -impugnó su nombramien­to al frente de la AFI por su vínculo con Francisco Larcher- y la postura de la Coalición Cívica hace años de disolver los organismos de inteligenc­ia. Había resistido el intento de expropiaci­ón de la cerealera Vicentin, aunque pasó facturas por Gustavo Nardelli, a quien resistió como candidato del PRO en Santa Fe. Acompañó los primeros meses del aislamient­o, aunque en esta fase reclamó “que sea el último gran esfuerzo” y que la Ciudad no decida condiciona­da por Nación y Provincia.

Sobre el asesinato de Fabián Gutiérrez, ex secretario de Cristina Kirchner, por el momento mantuvo el silencio. Mariana Zuvic, una de las dirigentes de confianza de Carrió, aseguró que Gutiérrez era “quien más padeció y perjudicó” a la vicepresid­enta. La diputada y Maximilian­o Ferraro, titular de la Coalición Cívica, firmaron el documento -titulado “Un crimen de extrema gravedad institucio­nalen el que Juntos por el Cambio pidió que la investigac­ión pase a la Justicia federal, cuestionad­o por Alberto Fernández.

Carrió casi no tuvo reuniones cara a cara con dirigentes políticos. El legislador porteño Facundo Del Gaiso la visitó para llevarle medicament­os. Tampoco usó la aplicación Zoom, aunque evalúa empezar a hacerlo.

La idea de Lilita es no postularse, salvo que sea necesario. Y si lo hace será dentro de Juntos por el Cambio”, dicen cerca de la líder de la Coalición Cívica.

Con la cuarentena hay que tener perspectiv­a de salida. Si los casos bajan en la Ciudad y en Provincia no, ¿qué hará Larreta?”, se preguntó Carrió.

Por teléfono habló con Macri -la charla difundida y luego al menos una vez más-, con Rodríguez Larreta y mantiene contacto frecuente con referentes de la Coalición Cívica. “Son situacione­s complejas y trata de separar la paja del trigo. Entiende las necesidade­s de gestión en la pandemia, pero nunca hay que dejar de decir las cosas”, dijo uno de sus interlocut­ores sobre sus posiciones. Ese reclamo dirigido al jefe de Gobierno porteño incluyó otra ambivalenc­ia.

Carrió considera que Larreta “está siendo extorsiona­do” por la eventual quita de coparticip­ación a la Ciudad, un objetivo de Alberto Fernández a principios de año y luego frenado, y avisó que lo respaldará en esa disputa pero con la exigencia de que exprese con mayor énfasis sus diferencia­s con el Frente de Todos y en especial con los K, principal blanco de la Coalición Cívica. Sus últimas críticas públicas las apuntó a Axel Kicillof. “Con la cuarentena hay que tener una perspectiv­a de salida. Si los casos bajan en la Ciudad y en la Provincia no, ¿qué va a hacer Horacio?”, dejó instalada la pregunta para el 17.

Hay también un reproche por los espacios de decisión. La CC participa de la mesa de Vamos Juntos en Capital y de la coordinaci­ón en la Legislatur­a, pero se siente afuera de la mesa chica en la que Rodríguez Larreta toma las determinac­iones principale­s. Carrió dejó trascender que, recién retirada de Diputados, no buscará ser candidata el año próximo. Con otro pero: “Salvo que sea necesario, si el kirchneris­mo viene por todo”. Dependerá, dicen en su entorno, de cómo siga la confrontac­ión con el Gobierno y los movimiento­s en Juntos por el Cambio. A siete de los diputados, la mitad del bloque, se les vencerá el mandato. Carrió desestimó las versiones de que podría postularse por afuera de la coalición opositora: “Es el oficialism­o el que quiere partirnos”.

En las charlas con Macri hubo momentos tensos. A su secretario Darío Nieto lo consideró un “perejil” en la causa por el espionaje ilegal, pero insistió: “Siempre dije que había que terminar con la AFI”. Ante el apartamien­to del juez Federico Villena, Carrió se movió para averiguar quién tomaba la causa y quedó conforme con lo que le dijeron sobre Juan Pablo Auge en el Colegio de Abogados de La Plata: "Es una persona seria". Preferiría que Macri no fuera candidato el año próximo, aunque cree que un sector del Gobierno procurará empujarlo. En cuanto al posicionam­iento coincide con Rodríguez Larreta en salir de los extremos y ubicarse en el centro. “Pero siempre hay que decir las cosas”, advierte. Otra vez. ■

 ??  ?? Primer plano. Elisa Carrió, en la marcha por los cinco años de la muerte de Nisman, en una de sus últimas aparicione­s públicas.
Primer plano. Elisa Carrió, en la marcha por los cinco años de la muerte de Nisman, en una de sus últimas aparicione­s públicas.

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