Los porteños dicen que evitarán los eventos masivos y el transporte público
El viernes 17, cuando termine una nueva fase de la cuarentena , los vecinos del Area Metropolitana de Buenos Aires habrán completado 119 días en sus casas. Para muchos fueron días eternos, noches de insomnio; con nada de trabajo, o con excesiva cantidad de tareas;
con enorme preocupación por el futuro y mucha incertidumbre. Seguro en este universo de 13 millones de personas que comprenden la Ciudad y el Conurbano, también hay quienes pudieron aprovechar para descansar, tomar cursos, cocinar o empezar nuevos proyectos. De una manera u otra, los vecinos ya piensan en el día después, en la “nueva normalidad”.
La Dirección General de AntropologíaUrbana de la Ciudad-que depende de la Secretaría de Desarrollo Urbano-realizó dos encuestas en plena cuarentena.Una en el inicio, y otra algunas semanas atrás. Según se desprende de la información, el 98% incorporó el uso del tapabocas, el 91% el lavado frecuente de manos, el 84% el alcohol en gel o líquilo. do, y el 69% el lavado más frecuente de la ropa. Y un 22% incorporó los guantes de latex a su vida. Para la consulta se usó la base de datos del Gobierno porteño y hubo unas 30 mil respuestas.
A nivel laboral, los cambios de hábito fueron determinantes: 9 de cada diez personas dijeron que se vieron modificados. Y si bien un 43% de los vecinos comenzaron a trabajar desde sus casas, las personas con menor nivel educativo tuvieron menos chances de hacerEn general, son quienes desarrollan tareas de cuidados, servicio doméstico o trabajo en obras, entre otros.
Entre los encuestados, el 32,52% estaba estudiando antes de la cuarentena, y el 70% de ellos pudo continuar de manera virtual. Un 20% debió interrumpir las clases. Y nuevamente, en relación a los niveles socio-económicos, el 10% dijo no contar con medios adecuados para seguir.
La encuesta refleja además que lamitad de los vecinos tramitaron un permiso de circulación, cuando en la primera medición lo había hecho un tercio.
Una de las preguntas centrales de la encuesta tuvo que ver con el transporte público. El 75% de los vecinos dijo que no se subirían a un subte; mientras que el 64% no usaría trenes ni colectivos. “Creo que esta pandemia puso en jaque a la movilidad -dice Alvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano-. Antes todos coincidíamos en que el subte era la mejor manera de movernos. Sin embargo, ahora sorprende la cantidad de gente que dijo que no lo tomaría. La gente también manifestó que la necesidad más urgente será disfrutar el aire libre, ir a plazas y hacer ejercicios”.
La encuesta también puso el foco en los ánimos de la gente. La desesperanza, el nerviosismo y la intranquilidad son sentimientos que se incrementaron entre la primera y la segunda medición. También la soledad.
“El sentimiento de soledad es muy preocupante. En las personas mayores provoca mucho deterioro físico y emocional. Están limitados de ver a sus hijos o nietos, y el entusiasmo de las primeras semanas y la posibilidad que ofrece la tecnología, se apagaron. Mientras que los jóvenes que viven solos también están muy impactados”, explicó Claudia Borensztejn, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
En un futuro no tan lejano, los porteños coinciden en que será necesario evitar las aglomeraciones, el transporte público y los aviones; entienden que habrá que higienizarse las manos más seguido y comenzar a usar tapabocas o guantes, y creen que una opción será trabajar desde casa. Así los encontrará la “nueva normalidad”.w