Clarín

Tapia, presionado por la Conmebol y los clubes

Las Copas mantienen sus fechas. Y los equipos exigen entrenar.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

La agenda de la Conmebol va a contramano de la política sanitaria del Gobierno Nacional. A fin de cuentas, Argentina no es el ombligo de Sudamérica. Y el manotazo de ahogado que pegó Claudio Tapia el viernes, cuando perdió por paliza la votación para reanudar la Libertador­es en octubre, tuvo sus coletazos internos. Desde el organismo con sede en Luque ya avisaron que no hay posibilida­des de modificar la fecha de inicio de la Copa, prevista para la semana del 15 de septiembre. Entonces, los dirigentes presionan en la AFA para volver a los entrenamie­ntos. Sí, los mismos que no querían saber nada con retomar el trabajo de campo antes del 30 de junio, día en el que finalizaro­n 2100 contratos, 292 en Primera División. El objetivo es que los jugadores puedan entrenarse, a más tardar, la primera semana de agosto.

La iniciativa de los clubes, que mandaron una carta con remitente a Tapia para que pidiera atrasar una semana la participac­ión de los equipos en la Libertador­es y apurara el regreso a los entrenamie­ntos, quedó en la papelera de reciclaje. Desde la Conmebol fueron contundent­es: no se puede modificar el calendario. A lo sumo, intentarán que Boca, River, Racing, Defensa y Justicia y Tigre jueguen el jueves 17 de septiembre. Difícilmen­te puedan programar cinco partidos el mismo día.

¿Por qué la Conmebol eligió la se

mana previa a la primavera para volver a abrir el juego? ¿Y por qué hizo caso omiso al pedido de la AFA? ¿Cuánto habrá tenido que ver aquella vieja rencilla entre Tapia y Alejandro Domínguez, quienes primero discutiero­n por la sede de la final de la Copa América y después, por los dichos de Lionel Messi tras el certamen que se disputó el año pasado en Brasil? ¿Es un pase de factura?

Según pudo averiguar Clarín, desde Asunción esgrimen una serie de motivos por los cuales le bajaron el pulgar al pedido de Argentina. Por empezar, se sometió a una votación y perdió 7 a 1. El único voto a favor de retrasar el torneo continenta­l fue el de Chiqui. Hubo dos abstencion­es: la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), cuyo presidente, Jesús Berardinel­li, todavía no pasó el examen de idoneidad; y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), porque su titular, César Salinas, fue hospitaliz­ado con síntomas de coronaviru­s. Después, hubo

una serie de situacione­s que, puestas en la balanza de Domínguez, no ameritaban cambiar de planes.

“Argentina fue el único país que dio por cerrada su temporada y repartió los cupos para las copas. Es el que menos problemas de calendario tiene. El resto de los países está en plena definición de sus competenci­as”, le dijo a Clarín un dirigente influyente en Paraguay. El apuro por cerrar el capítulo 2020/2021 en marzo, cuando apenas se había disputado una fecha de la Copa Superliga, tenía como meta achatar la masa salarial, romper con el mercado y sincerar las economías de los clubes. Hasta el 1° de julio, todos se expresaron en el mismo sentido, amparados en las medidas restrictiv­as de la cuarentena que estableció Alberto Fernández.

En Conmebol consideran que Argentina tiene otras posibilida­des económicas, más allá del adelanto que se les dio a todos los clubes participan­tes de los torneos continenta­les en la región: es el único país que recibió ayuda del Gobierno y que siguió cobrando el caché de la televisión. Todas las entidades accedieron al ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) para pagar los sueldos de los empleados y las cadenas que transmiten los partidos del campeonato local no dejaron de pagar.

“En todos los países, la industria se cae a pedazos. Ellos necesitan reactivar, no tienen ayuda estatal ni dinero de la TV”, enfatizaro­n en la Conmebol, que además avisó que comenzaría con la competenci­a 66 días antes y se apegó al protocolo que informó en tiempo y forma: cada equipo deberá iniciar la Copa con un mínimo 15 días de entrenamie­nto.

En ese sentido, los dirigentes están ansiosos. Volver en “fase 4” y “todos juntos”, como declaró Tapia, parece improbable después del 17 de julio, como quieren aquellos que conducen los destinos de los equipos coperos. Así y todo, la semana que viene será clave. Entonces, habría una reunión entre Chiqui, Marcelo Tinelli, mandamás de la Liga Profesiona­l de Fútbol (LPF) y los ministros de Salud, Ginés González García, y Turismo y Deportes, Matías Lammens, para empezar a definir la fecha de retorno a los entrenamie­ntos. Volverían en forma escalonada, con la Primera División y la Primera Nacional a la cabeza.

Será el Gobierno el que le dé luz verde al fútbol. Tanto González García como Lammens fueron cautos. El funcionari­o que está a cargo de la cartera de Salud se mostró molesto con la decisión de la Conmebol. El de Turismo y Deportes, que además es vicepresid­ente de San Lorenzo, aseguró que “no están dadas las condicione­s en el AMBA” para la vuelta a las prácticas. A ninguno le gustó que Nicolás Russo, capo de Lanús, haya hablado del 5 y 10 de agosto como fecha probable para el regreso a los campos de juego en grupos.

La AFA ya tiene su propio protocolo médico, que justamente deberá presentar ante las autoridade­s gubernamen­tales. ¿Y quién se hará cargo de los testeos? “Tenemos millones, ese no es un problema”, dijo Ginés. En Viamonte recibieron 600 mil dólares de la Conmebol, 200 mil para combatir el Covid-19. La idea es utilizarlo para financiar a los clubes del Ascenso. Se calcula que cada equipo necesitará 750 mil pesos por mes para detectar contagios. El dinero, justamente, no es un tema menor.w

 ??  ?? Dirigentes. Tapia y Domínguez. La Conmebol no accede al pedido de AFA.
Dirigentes. Tapia y Domínguez. La Conmebol no accede al pedido de AFA.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina