Como gesto, Alberto F. ofrece tratar el plan pospandemia en el Congreso
Les dijo a los opositores que no podía confiar si cuando alguien muere “se convierte en víctima de mi vice”.
Alberto Fernández no se guardó el enojo por el manejo que Juntos por el Cambio (JxC) hizo del crimen de Fabián Gutiérrez. “No se puede confiar si alguien muere y se convierte en una víctima de mi vicepresidente”
Cristina Kirchner, reprochó.
A 10 días de aquella muerte, que disparó un comunicado opositor que incomodó al Presidente, y tras una semana tensa, Fernández conversó ayer con diputados y senadores de JxC y les planteó una hoja de ruta para retomar el diálogo político.
"Creo y valoro el dialogo. Poder hablar y escuchar. Y respetarse", dijo luego de la ronda de exposiciones, por teleconferencia, de los legisladores opositores. "No tenemos que difamarnos, podemos disentir dignamente", pidió.
Como si buscase sintetizar en un solo expediente las dos crisis del momento -la grieta política y el Covid19-, Fernández le anticipó a los jefes cambiemitas que enviará al Congreso un mega plan para reactivar la economia pospandemia.
Ese proyecto, que está en etapa de diseño, aparece como un doble recurso: potenciar el diálogo entre el Gobierno y la oposición, y discutir sobre el Covid-19, un elemento donde hay más dudas que certezas.
"Tenemos un plan de reactivación para el día después que enviaré al Congreso", anticipó el Presidente que estuvo escoltado por Sergio Massa y Máximo Kirchner, presidente del bloque de diputados del Frente de Todos. Online estuvo Jose Mayans, jefe de la bancada oficialista del Senado.
Es una idea germinal, en cuyo borrador aparecen como pilares un mega plan de obra pública y una ley para crear un "Ingreso Universal" que reemplace al IFE.
La previa fue belicosa. Sergio Massa invitó el domingo y el frente PROUCR entró, otra vez, en un tironeo interno que resolvió tarde con el rechazo a la invitación. Con las horas, el JxC recogió y pidió una cumbre a solas.
Antes de aceptar, Fernández habló con Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo
Morales. Luego, sabedor de que salvo Alfredo Cornejo, el resto integran el ala más dialoguista, intercaló reproches con promesas.
Citó, no al pasar, un detalle: es la tercera reunión que tiene, tras siete meses de gobierno, con referentes opositores. En el Gobierno recordaron -también lo dijo en la reunión Máximo Kirchner- que durante los cuatro años de Mauricio Macri, el Frente para la Victoria de Diputados, principal bloque opositor, nunca se reunió con el Presidente ni fue convocado.
Héctor Recalde y Agustín Rossi, que presidieron esa bancada, confirmaron a Clarín que no se vieron ni hablaron con el ahora ex presidente.
Además del plan post pandemia, Fernández metió en la agenda legislativa la discusión sobre la moratoria 2020, la ampliación del Presupuesto de este año y el aval para el canje de los bonos de deuda emitidos bajo legislación local.
Pero entre menciones personalizadas, como la de "mi amigo cordobés" a Mario Negri o la respuesta a Alfredo Cornejo para que "Mendoza no se vaya" en referencia a la propuesta secesionista del ex gobernador, Fernández rondó siempre sobre la misma idea: que quiere hablar con la oposición y que, a pesar de las diferencias, se pueden lograr acuerdos.
Enfrente, se repitió -con matices y tonalidades- una idea similar: Negri, Cornejo, Cristian Ritondo, Luis Naidenoff y Martín Lousteau destacaron el "diálogo" y desplegaron sus propios reclamos y enfoques (ver página 3).
Además de las menciones, repetidas, sobre las imputaciones de sectores de JxC en torno al caso Gutiérrez, el Presidente también cuestionó que hay sectores de la oposición que dicen que "los tenemos encerrados".
Ahí hizo otro pedido. "Tienen mil formas de protestar, no hace falta exponer a nuestro pueblo. Cada marcha hizo que suban los casos", planteó sobre las marchas opositoras como la del 9 de julio.w