Cuestionan a la OMS y armaron una mega base de datos sobre el Covid-19
Our World in Data recopila y grafica las estadísticas del avance del virus en cada país, y se convirtió en una de las fuentes más citadas y respetadas.
Sin desmerecer el trabajo informativo de los organismos oficiales, la fuente de consulta número uno sobre el avance del coronavirus a nivel global viene siendo una web en la que todos confían, pero pocos saben de dónde salió: Our World in Data (OWID). Recurren a su información, considerada por muchos como irrefutable, desde pequeños medios argentinos hasta gigantes internacionales como The New York Times, The Guardian, El País, la CNN y la BBC, pasando por publicaciones científicas como Nature y The Lancet. ¿Pero quiénes están detrás de esta plataforma y cómo logró posicionarse así?
“Empezamos porque nos dimos cuenta de que la OMS publicaba la información en archivos pdf imposibles de procesar y con inconsistencias. Para los investigadores era muy difícil acceder a la información. Y vimos que en el tema de los tests diagnósticos había un vacío que nadie estaba llenando”, contó a Clarín Esteban Ortiz Espina, uno de los 12 jóvenes que integran OWID, organización con sede en Oxford, Inglaterra, creada en 2012 por el alemán Max Roser.
Ortiz Espina, colombiano, tiene 37 años, igual que Roser. Ambos son economistas e investigadores asociados a la Universidad de Oxford.
En estos largos días de emergencia sanitaria, quienes carecen de conocimientos de matemática estadística, curvas, tasas, porcentajes, los R0 y demás etcéteras quedan abrumados. En ese marco, poder confiar en sitios como OWID, que aglutinan datos actualizados y ofrecen gráficos comparativos de casi todos los países resulta un verdadero “salvavidas”.
Ortiz Espina lo sabe y por eso le pidió a Clarín que revise las más de 500 referencias de sitios que aludieron al sitio como fuente “creíble”. La mayoría son previas al coronavirus, ya que "el proyecto viene de mucho antes... OWID ya era una plataforma relativamente bien establecida en otros temas”, como el crecimiento poblacional, la pobreza, las emisiones de gases de efecto invernadero y el comercio internacional, contó Ortiz Espina. Sus artículos abordan más de 300 asuntos con más de 3.500 gráficos.
En cuanto al coronavirus, dice que empezaron a cubrirlo en marzo en base a los datos sanitarios de más de 207 países. “Nuestro valor agregado -remarca- surge de dos premisas: intentamos ser muy precisos con los conceptos de fondo y las definiciones para medición. No sólo reportamos números, sino que damos definiciones muy claras para que se puedan interpretar. Y segundo, damos información muy detallada de las fuentes y hacemos ejercicios de validación."
Por caso, señaló: "Para los datos de tests PCR, tenemos un archivo con un enlace y una fuente para cada número en cada país, cada día. Este ejercicio de transparencia y datos abiertos es la esencia de nuestra misión”.
Ortiz Espina se sumó al proyecto en 2016. Los 12 integrantes del equipo trabajan en forma remota y con "horarios flexibles, cubriendo los fines de semana y en horarios fuera de los tradicionales, especialmente en la pandemia". Están divididos en dos áreas: "Una de investigación y análisis de datos, que sería la parte académica; y otra de desarrollo de software, que incluye la infraestructura online, datos y gráficos interactivos”.
La pregunta es cómo hacen... cómo estandarizan los datos de más de 200 países. Según Ortiz Espina, “la OMS estuvo claramente desbordada en el tema de manejo de datos. La gente se imagina que ellos reciben la información del Covid-19 directamente de los países en formatos limpios en Excel, día por día, pero esto no es así. En muchos casos ni siquiera hay consistencia interna entre diferentes ministerios al interior de los países".
Pero ellos parecen haber superado todo obstáculo: “Utilizamos una combinación de verificación manual con algoritmos que estandarizan y alertan sobre inconsistencias. Pero al final nosotros no hacemos auditoría. Usamos criterios muy claros de inclusión, y en ese sentido reportamos lo que las fuentes hacen público”.
Dificultades diarias, lógicamente, no faltan, explicó: “Solemos hacer un análisis del conocimiento disponible sobre cada tema. Pero con el coronavirus esto fue muy difícil porque hay todavía muchos vacíos y el consenso científico cambia muy rápido”. Ni hablar del problema de que los países cambien repentinamente las definiciones o metodologías para reportar información, lo que causa confusión y dificultades, según reconoce.
Esto pasó en todo el mundo, pero, según Ortiz Espina, en América Latina es un problema especialmente grande. Y Brasil es un buen ejemplo, apuntó: “Ahí no se reportan de manera constante y sistemática los datos de tests, por lo que es muy difícil interpretar las curvas epidemiológicas”.
¿Recibieron críticas de gobiernos que no quería difundir sus cifras de la pandemia? "En cierta forma, sí", dijo el experto, y detalló: "Hay mucho en juego, políticamente y, desafortunadamente, los datos del coronavirus crearon una obsesión respecto de los rankings internacionales. Recibimos críticas de funcionarios que nos pidieron cambiar aspectos de la metodología de reporte datos, donde vemos un interés implícito de mejorar 'en el ranking'". ■