En el rugby argentino ya pusieron el aviso: “El último, que apague la luz”
La fuga comenzó con Quesada, entrenador del equipo que el año pasado fue finalista del Súper Rugby. Los alemanes juegan con público limitado
La pandemia de coronavirus afectó a todos los niveles y a todas las disciplinas del deporte argentino. Algunas en mayor medida que otras, pero todas acusaron el golpe. El rugby de alto rendimiento fue una de las más perjudicadas. Y es que la crisis sanitaria que congeló las actividades en marzo y puso en peligro la estabilidad económica de clubes y asociaciones, se transformó en una inmensa amenaza para la supervivencia de Jaguares, la franquicia del Súper Rugby que, en el medio de la incertidumbre por su futuro, se desarma.
Desde principios de junio el equipo tuvo que dejar ir a cuatro piezas clave: el entrenador Gonzalo Quesada y tres figuras del plantel como Guido Petti, Marcos Kremer y el capitán Jerónimo de la Fuente. Y la fuga seguiría en las próximas semanas porque habría varios clubes europeos con muchas intenciones de llevarse a otros talentosos jugadores que supieron dejar su marca con esa camiseta.
Quien ya tendría todo acordado de palabra para emigrar al rugby inglés es Matías Orlando. El tucumano, cuyo contrato con la Unión Argentina de Rugby (UAR) vencerá a fin de año, se sumaría en 2021 a Newcastle, uno de los equipos de la Liga Premiership.
Su partida se daría luego del cierre del Rugby Championship, el gran compromiso de Los Pumas para 2020 que, por la pandemia, se jugaría entre octubre y diciembre (originalmente debía arrancar en agosto) en una sola sede que probablemente será Nueva Zelanda o Australia.
Orlando apenas jugó unos minutos ante Lions en el debut de Jaguares en la edición 2020 del Súper Rugby, suspendido tras la séptima fecha. Después de ese partido tuvo que operarse por una lesión en el hombro y se perdió los otros cinco que se llegaron a disputar antes de que se parara la acción.
El centro no es el único que podría tener futuro en tierras inglesas. Aunque aún no hay una información oficial al respecto, Leicester estaría interesado en contratar a Julián Montoya y Matías Moroni. Y Gloucester tendría los ojos puestos en Matías Alemanno. Aunque el segunda línea cordobés también sería pretendido por Beziers, que buscaría además a Santiago Medrano.
Justamente los clubes del rugby francés son otros posibles destinos para varios jugadores. Emiliano Boffelli podría incorporarse a Racing 92 y Lucas Paulos y Joaquín Díaz Bonilla,
a Pau.
Ellos se sumarían a los tres que ya confirmaron sus salidas y que continuarán sus carreras en Francia.
Mientras Quesada ya es el nuevo entrenador de Stade Francais, donde es ídolo ya que en su primer ciclo el equipo parisino conquistó su último título en el Torneo Top 14, a ese club llegó Kremer, que anunció su salida tras cinco temporadas con Jaguares en las que jugó 52 partidos y apoyó cuatro tries.
Petti firmó con Bordeaux. El segunda línea fue titular indiscutido en la franquicia durante la era Quesada. En 2019, por ejemplo, arrancó en el equipo inicial en 17 de los 20 partidos que jugó.
Y De la Fuente se fue a Perpignan luego de también cinco temporadas en Jaguares, con los que disputó 50 partidos y apoyó seis tries. Llegó a la capitanía en enero de 2019 en reemplazo de Pablo Matera y lideró al equipo al histórico subcampeonato.
Pero no sólo las grandes figuras de Jaguares empezaron a cambiar sus planes a futuro. También algunas futuras estrellas. A principios de junio Lucas Mensa, capitán de Ceibos, la segunda franquicia de la UAR que jugaba la Superliga americana, decidió continuar su carrera en Valence Romans de la Segunda división francesa. Y Facundo Cordero, hermano de Santiago y también integrante de Ceibos y con pasado en Jaguares XV, se sumará al Exeter inglés.
Todos se irán -o se fueron, en algunos casos- con el visto bueno de la UAR que ante la falta de competencia no tuvo más opción que darles luz verde a sus jugadores para que negocien sus contratos con clubes en los que la competencia se reiniciaría en los próximos meses.
La fuga pone en jaque la jerarquía y el nivel de un plantel. Por donde se lo mire, el futuro de Jaguares parece cada vez más complicado.w
Con un torneo de exhibición en el estadio Steffi Graf de Berlín, los alemanes volvieron a jugar en el marco del coronavirus ante un público limitado con un máximo previsto de 800 espectadores. Entre el viernes y el domingo se desarrollará un segundo torneo frente a un máximo de 200 personas en una cancha montada en un antiguo hangar del aeropuerto de Tempelhof. Alexander Zverev, el mejor jugador alemán, no participará de las competencias al cancelar su presencia hace unos días.