Un escándalo bancario por lavado y temores por otra ola del Covid-19 hunden las Bolsas
Una investigación periodística internacional destapó blanqueos de dinero sucio por grandes bancos. Y una nueva amenaza del virus agrava el futuro económico.
HSBC, Deutsche Bank, JPMorgan Chase... Estos grandes nombres de las finanzas fueron sacudidos ayer en las bolsas de valores, luego de las revelaciones de un consorcio internacional de periodistas que los acusó de haber permitido y facilitado el lavado de dinero sucio a gran escala por una suculenta tajada de dos billones de dólares. Sus acciones cayeron estrepitosamente y arrastraron como si tiraran de un mantel las cotizaciones de las grandes plazas bursátiles del planeta. La debacle también coincidió con una desconfianza de los inversiones sobre el futuro de la economía ante una segunda ola de coronavirus que ahora amenaza a Europa.
El golpe fue tan terrible que, en Frankfurt, Deutsche Bank cerró la jornada con una caída del 8,76%. Standard Chartered, también bajo los focos, cayó un 5,82% en Londres. En Hong Kong, el HSBC alcanzó su nivel más bajo en 25 años, perdiendo un 5,33%. Otro de los salpicados en el escándalo, el banco ING cayó un 9,27% en Ámsterdam. Y el francés Société Générale vio derrumbarse su acción un 7,66%.
La onda expansiva también se sintió del otro lado del Atlántico: a mitad de la sesión en Wall Street, el gigante JPMorgan Chase había perdido un 4,08%. A su vez, Bank of America cayó en 3,89%, en tanto Morgan Stanley y Wells Fargo cayeron un 4,5% y un 5%, respectivamente.
En su investigación, realizada por 108 medios de prensa internacionales de 88 países, el consorcio internacional de periodistas (ICIJ, en sus siglas en inglés) denuncia las graves deficiencias de regulación en el sector y afirma, basándose en miles de documentos analizados, que durante años han circulado montos astronómicos de dinero sucio por las instituciones bancarias más importantes del mundo. Esos documentos hacen referencia a unos 2 billones de dólares (1,7 billones de euros) de transacciones entre 1999 y 2017. Se trataría de dinero proveniente de la droga y actos delictivos, e inclusive de fortunas malversadas en países en desarrollo.
La investigación apunta sobre todo a cinco bancos importantes JPMorgan Chase, HSBC, Standard Chartered, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon, la crema de la élite financiera global- acusados de haber seguido haciendo circular fondos de presuntos criminales, incluso tras haber sido procesados o condenados por faltas financieras.
La investigación “FinCEN Files” se apoya en miles de “informes de actividades sospechosas” (SAR por sus siglas en inglés) enviados a la policía financiera del Tesoro de Estados Unidos, FinCen, por bancos de todo el mundo, pero “fuera del conocimiento del público”. Los informes sobre actividades sospechosas, en las que se apoyaron los periodistas del consorcio, “no son declaraciones de crimen o fraude, sino que alertan sobre potenciales casos de delitos económicos”, argumenta UKFinance, lobby financiero británico, en un comunicado enviado a la AFP.
HSBC se defendió respondiendo a los periodistas que siempre cumplió con su obligación legal de informar sobre actividades sospechosas. Alegó que las acusaciones del ICIJ son viejas o anteriores a un acuerdo alcanzado al respecto en 2012 con el departamento de Justicia estadounidense. Deutsche Bank, por ejemplo, simplemente afirmó que “no hay nada nuevo”, y que ha invertido mucho en reforzar sus controles. Asimismo, en el caso de ING en Polonia, la entidad aseguró haber cortado sus vínculos con empresas sospechosas de actividades fraudulentas.
Pero, pese a las aclaraciones, el terremoto se hizo sentir en las bolsas: Frankfurt perdió 4,37 %) con caídas en Milán (-3,75 %), París (-3,74 %), Madrid (-3,43 %) y Londres (-3,38 %). En Asia, con Tokio bajo feriado festivo, Hong Kong perdió un 2,06 %.
Los analistas puntualizaron que el derrape global también se debió al coronavirus. La inquietud ha vuelto a los inversores ante el temor a que una segunda ola de la pandemia castigue aún más a la economía, lo que se ha traducido en descensos generalizados en los mercados. En Wall Street, el índice Dow Jones perdió 1,84% y el tecnológico Nasdaq un 0,13%.
En el mercado petrolero, los precios bajaron con fuerza. El Brent, de referencia en Europa, cayó un 3 %, hasta 41,4 dólares por barril, y el West Texas , el patrón de medida en el continente americano, se hundió un 4,5 % hasta 39,31 US$ por barril. A pesar del nerviosismo de los inversores, el oro, uno de los activos considerados refugio en tiempos de incertidumbre, bajó casi un 3 % y cayó por debajo de los 1.908 dólares por onza. En el mercado de divisas, el euro perdió fuelle respecto a la moneda estadounidense y se cambió a 1,174 dólares. Y el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años bajaba a 0,669 %.■
Hay preocupaciones de nuevas multas en los bancos y eso suma más riesgos a la actual situación global”. Jeffrey Kleintop
Analista de Charles Schwab Corp.