Arde el Pantanal brasileño con nubes de humo que afectan a cinco países
Se han quemado 2,3 millones de hectáreas. Es un hábitat de especies únicas. Duras críticas a Bolsonaro.
Los incendios en el sudeste de Brasil están arrasando el Pantanal, que enfrenta una catástrofe sin parangones con daños irreparables para la diversidad del mayor humedal tropical del planeta, según afirman expertos y medioambientalistas. Unas 2.300.000 de hectáreas ya se han quemado. Es una superficie equivalente a la mitad de Suiza y hábitat de numerosas especies de la fauna y flora regional.
El humo de los fuertes incendios registrados en las zonas de la Amazonía y el Pantanal se ha extendido más de 4.000 kilómetros hacia el sur y ha provocado que una gran nube gris llegue a países vecinos como Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay. Los focos en el Pantanal aumentaron más del doble respecto de los recabados en 2019.
Declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco y santuario de una riquísima fauna, el llamado Pantanal es el mayor humedal de agua dulce del planeta, a caballo entre Brasil, Bolivia y Paraguay. Se trata de la llanura aluvial más grande del mundo, centrada en el Estado de Mato Grosso y atravesada por el río Paraguay, cuyos afluentes cruzan la zona e inundan grandes áreas. Las tasas de lluvias muy altas y sus tierras de baja altitud hacen de la región una suerte de “cuenca”, con inundaciones que duran hasta cuatro meses.
El bioma presenta muchos más focos de incendio que el promedio histórico total para el mes de septiembre. Esto, junto a la acción del viento, ha llevado a un fuerte y rápido desplazamiento del humo hacia el sur del país.
Según la ONG alemana Sociedad por los Pueblos Amenazados, la destrucción de la selva amazónica continúa sin control a pesar de la prohibición de quemas, el envío de soldados y la pandemia del coronavirus. El
Pantanal vive la mayor sequía de sus últimos 47 años, según explicó Alice Thuault, directora adjunta del Instituto Centro de Vida, que monitoriza la dimensión del incendio que se registra en toda la zona.
“Los ríos del Pantanal llevan un caudal muy bajo, en especial el río Paraguay”, dice. “La situación es especialmente dramática en el Parque de las aguas, dentro del Pantanal que ya ha perdido el 85% de su territorio, era el lugar de mayor concentración del mundo de jaguares y hábitat natural del raro guacamayo jacinto o guacamayo azul”, añade.
Para la directora adjunta del Instituto Centro de Vida, son muy raros los incendios espontáneos, la mayoría de ellos se originan en terrenos privados, con el objetivo de limpiarlos y acaban extendiéndose a zonas protegidas
“Habría que felicitar a Brasil por la forma en que protege su medio ambiente”, dijo el pasado jueves el presidente Jair Bolsonaro. Su gobierno prohibió las quemas en el Amazonas durante 120 días a mediados de julio y envió a soldados para mantener el orden en la zona, si bien los ecologistas aseguran que el propio mandatario no se está tomando en serio esta cuestión.
El viernes, Bolsonaro acusó a los gobiernos críticos con su gestión ambiental de querer debilitar el poderoso sector del agronegocio brasileño. “Vemos algunos focos de incendio en Brasil. Eso ocurre desde hace años y hemos sufrido muchas críticas, porque obviamente, cuanto más nos ataquen, más les interesa a nuestros competidores lo mejor que tenemos, que es nuestro agronegocio”, sostuvo Bolsonaro tras aterrizar en Sinop (centro-oeste), en la principal zonal de producción de granos del país.
Las políticas ambientales del Bolsonaro son consideradas laxas y benéficas para el agronegocio, algo por lo que esta semana comenzaron a presionar países europeos, centenares de organizaciones ecologistas y hasta empresas brasileñas.
El más reciente pronunciamiento fue el de Gobierno de Francia que el último viernes reiteró su rechazo a la ratificación del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) por motivos medioambientales.w