Se expanden los casos de Covid en las aulas de Madrid, y cierran colegios
Mientras en la Argentina se debate si volver o no a las aulas en cuerpo y alma, España, que lleva apenas dos semanas de clases, hace malabares para que la segunda ola de contagios de Covid que está atravesando Europa le permita sostener la asistencia presencial, tal como la postula el Ministerio de Educación español para este año lectivo.
Desde el primer día de clases, los contagios de coronavirus en docentes o alumnos provocaron ya la suspensión de casi 700 aulas, el cierre de unos 120 colegios y un rosario de huelgas de estudiantes y sindicatos docentes que reclaman medidas de seguridad para evitar los casos positivos en las escuelas.
Desconcierta, además, la demora en la reacción del sistema de salud pública cuando padres, maestros o profesores detectan un contagio. “No atienden el teléfono”, denuncian en Madrid algunas escuelas que intentan comunicarse con la Consejería de Sanidad de la Comunidad para recibir instrucciones y, en algunos casos, pasan hasta cuatro días con los colegios abiertos, las aulas en funcionamiento y sin saber qué hacer.
“Mi hijo comenzó las clases el 8 de septiembre. Seis días después, uno de sus compañeros no fue al colegio. Su padre nos avisó que su hijo había dado positivo en coronavirus. Lo que sucedió a continuación te sorprenderá, o tal vez no”, cuenta en sus redes sociales el historietista Manuel
Bartual sobre lo que vivió en la escuela a la que asiste su hijo de 4 años. “Una de esas aulas burbuja con una veintena de niños y niñas”, la define Bartual.
“Nuestro principal canal de comunicación es el mismo que el de muchas familias, un grupo de WhatsApp que la tarde del lunes se llenó de mensajes con muchas dudas, nervios y preguntas sobre qué protocolos debíamos seguir -continúa su relato-. A última hora del lunes, una madre consiguió hablar con la profesora del aula. Estaban reunidos, y lo único que podía transmitirnos era que necesitaban una notificación oficial por parte de la Consejería de Salud para cerrar el aula.”
Como la escuela no fue notificada por las autoridades sanitarias madrileñas, permaneció abierta. “Dejaban en manos de los padres y las madres la decisión de si llevar o no a nuestros hijos a clase”, dice Bartual, que prefirió dejar a su nene en casa.
Madrid confinó, desde el lunes 21 de septiembre y por dos semanas, a unos 850.000 vecinos de 37 zonas de la capital y de otros distritos donde los contagios de coronavirus se están descontrolando. Y este martes se supo que el gobierno regional está considerando ampliar las restricciones de movilidad a más madrileños.
El lunes pasado, la presidenta autonómica madrileña, Isabel Díaz Ayuso, junto al Jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba que habían “conseguido que 60.000 aulas y 1.100.000 alumnos ya estén de vuelta en sus clases”, en un año lectivo que comenzó en septiembre y finalizará en junio del año que viene. Pero la situación se complicó y las quejas están creciendo.w