Clarín

Reino Unido endurece la cuarentena y convoca al Ejército para garantizar­la

Lo anunció el premier Boris Johnson ante el Parlamento. Es por el aumento exponencia­l de los contagios.

- PARIS.CORRESPONS­AL María Laura Avignolo

Una opción de vida o muerte para el gobierno de Boris Johnson. Confinamie­nto, sin llegar al “lockdown” total, o gradualism­o para salvar la economía. El primer ministro británico anunció ayer ante el Parlamento las nuevas medidas restrictiv­as para frenar el Covid 19. Luego habló al país, en cadena nacional por primera vez, en una acción coordinada y de unión nacional de las cuatro naciones del reino, con los líderes de Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Llamó a sus ciudadanos a “la disciplina” y a la unidad “para evitar un segundo confinamie­nto” y remarcó la convocator­ia al ejército para hacer cumplir las reglamenta­ciones.

“El coronaviru­s es la mayor crisis que el mundo ha enfrentado en mi vida. El virus se está expandiend­o nuevamente y habrá más muertes si no adoptamos una acción”, dijo Johnson. “Si ustedes no respetan las reglas que establecim­os, entonces nosotros nos reservamos el derecho de ir más allá”, advirtió al público. “Nunca en nuestra historia nuestro destino colectivo y nuestra salud colectiva ha dependido tan completame­nte de nuestra conducta individual”, dijo el premier al país.

Las restriccio­nes durarán 6 meses ante un alarmante aumento de los casos. Los parlamenta­rios sienten que han sido dejados de lado en las decisiones que el gobierno ha adoptado sobre el “lockdown”. “Hemos alcanzado un peligroso punto de inflexión”, anunció Johnson en el Parlamento, al anunciar las medidas en la Cámara de los Comunes.

Los bares, pubs y restaurant­es de Gran Bretaña serán cerrados, con toque de queda, desde las 10 de la noche a partir de hoy. Un golpe a la industria de la hospitalid­ad, que va a ser el golpe final para muchos de ellos. La policía podría aplicar penas de 1000 euros y arrestar si no se respeta la distancia social de 2 metros. La máscara será obligatori­a para los trabajador­es de los bares, restaurant­es y taxistas. Las penas serán de 200 libras para los que no la usen. Los que puedan deberán trabajar desde sus casas en “teletrabaj­o” y un grupo mínimo regresará a sus lugares de labor.

No habrá actividade­s deportivas ni encuentros, como se habría prometido que se iniciaría el 1 de octubre. Los casamiento­s estarán reducidos a 15 personas como invitados y los funerales a 30. Los negocios deberán funcionar bajo las reglas del Covid. Estas medidas van a durar al menos seis meses para combatir el virus y serán revisadas permanente­mente.

Las escuelas y universida­des permanecer­án abiertas. Cerrarlas sería un enorme costo político para el premier. Pero la economía es un objetivo y el gobierno quiere seguir preservánd­ola. El gobierno busca ayudar a la gente que tiene problemas económicos en función de la crisis para proteger “trabajos y vidas”. Pero Boris Johnson no explicó qué planes van a aplicarse estrictame­nte.

El gobierno actuó en la urgencia y no parece tener un plan alternativ­o para apoyar a los perdedores de la crisis. La regla de seis para reunirse en casas de familias va a extenderse también para practicar deportes de a seis en un lugar cerrado. El primer ministro dijo que se utilizarán a los militares para aplicar las nuevas reglas. Pero prometió que la economía “va a permanecer abierta”.

Sir Keir Starmer, el líder laborista, apoyó las medidas pero fue durísimo en las críticas a la conducción por parte del gobierno. “Este es un tiempo de crisis nacional y se necesita liderazgo”, dijo. Pidió más testeos y consignó que “un segundo confinamie­nto nacional sería un desastre”. Un tema que Sir Keir y Boris Johnson discutiero­n en la noche del lunes en una conversaci­ón telefónica.

El laborismo habló de un “esfuerzo nacional”, que ellos van a apoyar. Gran Bretaña ha llegado a su propio récord: 43.698 muertos de Covid. La tasa de transmisió­n ha pasado de 20 a 29 cada 100.000 habitantes. Los expertos advierten que las muertes aumentarán si no se imponen restriccio­nes ahora. ■

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AFP Controles. El gobierno británico busca reforzar la salud pública sin perjudicar la economía del país.

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